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En la noche del 27 del presente mes, y después de Exaltación al Sublime Grado, dado al hermano Pagani Oneil, los concurrentes fueron obsequiados por este hermano con un magnífico banquete para treinta cubiertos. El obsequio del hermano Pagani, fue, no sólo por la Exaltación; sino por su marcha para la Habana.
Después de los brindis de Ritual, hicieron uso de la palabra, los hermanos, Cuevas Zequeira, Arias, Ruiz Soler, Sifredo, y De Arrastia y Pagani, los que sujetándose á las Leyes Masónicas, expresaron con bellas frases conceptos elevadísimos, y demostrando que la unión masónica es una verdad, siendo esto la razón por la cual ha dado tan grandiosos resultados, que ellos estaban convencidos, que sin la unión, ningún país puede prosperar pues la desunión es el desmoronamiento de toda idea de avance y de progreso. Se pronunciaron frases de justo elogio en obsequio del hermano Llumet, las que fueron acojidas con pruebas de verdadero cariño, por todos los comensales.
El Venerable de la Logia, el hermano Cordero, con su acostumbrada elocuencia, cerró el acto, haciendo un verdadero compendio de todo lo manifesfestado, y también expresó, que los pueblos adelantan, progresan y se hacen célebres y felices, cuando tienen como base, en todas sus empresas, ya grandiosas ó ya pequeñas, la unión.
Ya el reloj marcaba las doce de la noche, y los allí reunidos se separaron, llevando un grato recuerdo, y yendo todos contentos y satisfechos.
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