El aprovechamiento de marismas en Puerta de Tierra echando sobre
ellas los desperdicios de San Juan mucho tememos que no resulte una practica higiénica.
Dígase ante todo que esta cientificamente probado el maligno papel que ejercen las moscas como vehículos difusibles
de enfermedades.
Dígase también que los basureros de Puerta de Tierra producen tan denso mosquero que no puede dudarse se convierta en focos de insalubridad.
Ese peligro no está mantenido exclusivamente en aquellos terrenos sino que se difunde por la ciudad y por Santurce á razón de millones de moscas por hora.
El mosquero envuelve á todo el vecindario que vive cerca de los citados terrenos y alcanza como es consiguiente al edificio de La Colectiva y á sus casas contiguas. Hay allí más de 2 mil almas trabajando y residiendo y es público que algunos días tienen que dedicar buen tiempo á defenderse de las moscas.
Un observador ha recogido los siguientes detalles: Sale un carro eléctrico de Rio Piedras y viajan en él los pasajeros envueltos en un ambiente limpio de la pegajosa mosca. Llegan al puente de San Antonio y no bien le franquean entran en el carro las primeras olas del mosquero. Los asaltantes ó se detienen sobre las ropas de los viajeros o revoletean molestándolos. Sigue el carro su marcha y cuando llega en las paradas de Puerta de Tierra, cada viajero que se detiene en esas paradas lleva consigo una escolta destinada á repartirse á los lugares donde él se dirije. De ese modo el cargamento alado llega a San Juan.
De una señorita se refiere que víajando en un carro eléctrico sirvió á centenares de moscas de conductor gratuito. Llevaba ella un hermoso sombrero muy florido y adornado de terciopelo. Los demás viajeros observaron que las moscas del vagón se fueron poco á poco posando sobre el sombrero, y cuando el carro se detuvo en la parada 1 la señorita bajó seguida de la minada de moscas que revolaban en
torno del sombrero.
Esta minuciosa observación no es más que la imagen de lo que á díario está pasando á consecuencia del acumulo de basuras en los pantanos de Puerta de Tierra. De la ciudad á
Santurce y de Santurce á la ciudad.
No podría calcularse la cifra colosal de moscas difundidas por el constante tráfico. De ello resulta que los aprovechamientos en cuestión constituyen un repugnante criadero de moscas y á nuestro entender un serio peligro para la ciudad. Si desecar terrenos en la forma en que allí se hace ha de traer peligros y molestias a la ciudad, mejor, que, ó se cambie de sistema ó se supriman los aprovechamientos. |