Tengo el honor de referirme
a la comunicación que me fue dirigida por el señor Secretario del
Senado con fecha de febrero 24, 1919, en la cual se transcribe una
solicitud presentada por el Honorable Senador Santiago Iglesias, al
efecto de
"Que se solicite del Gobernador y el Comisionado del Interior
informen las causas de no haberse puesto en vigor la Ley de Hogares
Seguros votada por la última sesión ordinaria de la Legislatura".
La Ley de referencia fue aprobada en Noviembre 27, 19017, y el que
suscribe vino a ocupar el puesto de Comisionado del Interior poco
tiempo después, en Febrero 19, 1918. Al estudiar en el mes de Abril
o Mayo siguientes, las distintas leyes que afectaban al
Departamento, me encontré con esta Ley, la que consideré una de las
más importantes entre las aprobadas por la Legislatura en 1017, e
inmediatamente hice indagaciones de por qué no se había empezado a
gestionar su ejecución, toda vez que la Ley había ya empezado a
regir en Febrero 27, 1919.
Son varios los motivos que han operado para aplazar toda acción
directa, conforme lo estipula la Ley, y digo directa porque, no
obstante, se han hecho gestiones más o menos con los mismos fines
que persigue dicha ley, como explico más adelante. Entre estos
motivos los principales son los siguientes:
1—-Para la época en que procedía el disponerse la Emisión de Bonos
por $250.000 que prescribe la Ley, ya estaba funcionando la Comisión
Federal sobre Emisiones de Capital (Capital Issues Committee) cuya
íntervención impedía la emisión de bonos a menos que no fuesen para
fines directamente relacionados con la Guerra. Como sin duda estará
su señoría enterado, la segunda emisión de bonos del Empréstito de
$2.000.000 para Carreteras que fue autorizado en 1916, fue
grandemente retardada por acción de dicha Comisión, a pesar de las
continuas gestiones hechas por todos los funcionarios del Gobierno
Insular.
Era por consiguiente impracticable el intentar en aquella ocasión la
emisión de bonos por $250.000 ya aludida, pues sin duda, hubiera
sido pospuesta indefinidamente por dicha Comisión Federal.
2.—Durante el tiempo que ha venido rigiendo esta Ley, el Tesoro
Insular no ha estado en condiciones de poder hacer el anticipo de
$25.000 que se designan en dicha Ley.
3—Se ha tenido en cuenta el hecho de que el problema en cuanta a
viviendas para obreros, es más complicado en San Juan que en el
resto de la Isla, debido al poco espacio de terreno disponible aquí.
Teniendo además en perspectiva el establecimiento de barriadas
obreras en Aguadilla, Mayagüez y Añasco, utilizándose fondos
obtenidos, una buena parte con la cooperación local, y destinados,
para reparar daños causados por el terremoto reciente, y que esto
vendría a resolver por de pronto en esas localidades, la situación
de Hogares para Obreros, cumpliendo así en esos sitios los
propósitos de la Ley que nos ocupa, y confiando en que una vez
realizado ese plan y presentándose como ejemplo, las otras
poblaciones de la Isla, tomarían iniciativas análogas, nos ha
parecido lógico encaminar nuestras gestiones hacia solucionar el
problema de la barriada obrera en San Juan.
El único sitio apropiado para esta barriada eran los terrenos de la
"Feria" en Puerta de Tierra, colindante con la carretera San Juan
Santurce. Los otros terrenos del Pueblo de Puerto Rico situados al
Sur de la vía del ferrocarril en Puerta de Tierra y conocidos por
"Hoyo Frío", y "Salsi-puedes" son bajos, malsanos y no deben ser
ocupados hasta que no se levante su nivel, lo cual proyecta hacerse
cuando se haga el dragado del puerto.
Los Terrenos de la "Feria" que indiscutiblemente eran los mejores,
pues además de su situación saludable tienen cabida para 200
solares, para una buena plaza y para abrirse amplias calles, fueron
eliminados del plan que pudiera haberse realizado bajo la Ley de
Hogares Seguros, puesto que fueron traspasados al Municipio de San
Juan mediante Ley No. 43, aprobada en Noviembre 3O, 1917 para
establecer el "Parque Muñoz Rivera".
Esto nos ha dejado en condiciones de tener que depender casi
exclusivamente de los terrenos de Hoyo Frío; Salsipuedes para
establecer la barriada obrera, terrenos estos que como he dicho
antes, no pueden ser utilizados en su estado actual para tales
fines. Luego que sean esos terrenos levantados conforme se proyecta,
podremos entonces separar una zona que reúna las condiciones
sanitarias y venta josas por su proximidad a San Juan, etc., para
levantar allí una vivienda para obreros.
Los trabajos de dragado del puerto y terraplenado de terrenos bajos
adyacentes, fueron autorizados por la Ley del Congreso de los
Estados Unidos; Ley del Congreso de los E. U-, aprobada en Agosto 8,
1917, titulada "Ley de Asignaciones para la Construcción Reparación
y Conservación de ciertas Obras Públicas en Ríos, Bahías y para
otros fines". En dicha Ley se incluyó, con carácter de una primera
asignación, la cantidad de $400.OO0 para comenzar y proseguir los
trabajos, cuyo costo se estima ser de alrededor de $850.000, y
provee la condición de que el Gobierno Insular reembolsaría al
Gobierno Federal la suma de $600.000, los que habrían de satisfacer
después de terminadas la obras, a razón de $50.000 anuales. Y para
dar cumplimiento a esta condición, la Legislatura de Puerto Rico
adoptó la Resolución Conjunta No. 12 aprobada en 22 de Noviembre de
1917, disponiendo dicho reembolso.
Debido a la Guerra, sin embargo el Gobierno Federal no ha comenzado
aún el trabajo de dragado, pero se están haciendo en estos momentos
gestiones y todas las diligencias del caso ante el Gobierno de
Washington, para que inicien los trabajos cuanto antes.
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Y en relación con este
proyecto de dragado y levantado de terrenos adyacentes a la bahía,
deseo recordarle la situación que se le presentó al Gobierno Insular
allá en los primeros meses del año 1918, cuando considerando que de
un momento a otro comenzaría dichos trabajos, confrontamos el
problema de irremisiblemente tener que hacer desaparecer de los
terrenos a rellenarse todo el caserío que allí se ha levantado desde
hace muchos años. Y este problema se complicó aún más, debido a la
presión ejercida por las autoridades militares con motivo de la
construcción del Campamento "Las Casas", quienes exigían que se
tomaran las medidas sanitarias más estrictas para prevenir a San
Juan y todos sus alrededores, contra epidemias y esto de por fuerza
requería el que desapareciesen los poblados citados de Hoyo Frío y
Salsipuedes, debido a las condiciones anti sanitarias de los mismos.
Se obtuvo entonces permiso del departamento de la Guerra para
utilizar temporalmente los terrenos conocidos por el "Escambrón",
sitúados próximo a Puerta de Tierra, entre el mar y los terrenos del
"Parque Muñoz Rivera". Aunque el Gobierno no contaba entonces ni ha
contado hasta la fecha con fondos especialmente asignados que
pudiera destinar para los trabajos de explanaciones y urbanización
que son menester realizar antes de trasladar las casas de Hoyo Frío
y Salsipuedes, pudo no obstante, dar comienzo a esos trabajos
mediante la cooperación de los Departamentos de Sanidad, Justicia e
Interior y estos trabajos han progresado considerablemente, a pesar
de no haberse podido aún finalizar debido precisamente a la escasez
de recursos para imprimirles la mayor actividad. Ya están terminadas
para explanaciones, se están abriendo las calles y se procederá
cuanto antes si se asignan fondos por la Legislatura, a hacerse la
instalación sanitaria de acueducto y alcantarillado y a verificar el
traslado de casas.
Esto nos permitirá desocupar los terrenos de Hoyo Frío y Salsipuedes
de modo que queden expéditos para ejecutarse el trabajo de
terraplenado, que esperamos se realicen cuanto antes.
Una vez se haya terminado el relleno de los terrenos bajos y
manglares de Puerta de Tierra, es la idea del que suscribe dividir
esa nueva zona por una gran calle que separará la zona de los
Muelles de la barriada obrera. Esta última se extenderá entonces
entre el Ferrocarril y la gran calle o avenida, y desde el Muelle de
San Antonio hasta el puente de San Antonio.
Esa zona será ideal para el establecimiento de la barriada obrera,
puesto que quedará cerca de los Muelles o sea el sitio de trabajo de
la mayor parte de los obreros de San Juan y al propio tiempo sobre
terreno saneado y en todos sentidos favorable a la salud.
En cuanto a la formación de granjas agrícolas nada hemos podido
hacer por no tener fondos para los deslindes necesarios e
investigaciones respecto a terrenos propios para estas granjas. Nos
encontramos también con el inconveniente que los terrenos públicos
que quedan por mensurarse y arrendar, son por lo genera! muy pobres
y las personas de pequeños recursos que lo arriendan, prefieren
antes pagar arrendamiento anual a un tipo bajo que comprar el
terreno. Sin embargo prácticamente viene haciéndose mucho respecto
al fin que persigue la Ley, pues como podrá enterarse usted por lo
relatado en la página 101 del Informe que le acompaño, los
arrendamientos que hizo este Departamento durante el año fiscal
próximo pasado, fueron en su mayoría predios pequeños y a personas
de muy pocos recursos.
De todas maneras como ya, después de firmado el Armisticio, fueron
abolidas las restricciones federales que existían durante la guerra
para la emisión de bonos, espero el regreso del Gobernador para
solicitar el nombramiento de los tres miembros que especifica la Ley
en el Artículo 2, para constituir la Comisión de Hogares Seguros, y
gestionar entonces la emisión de $250.000 de bonos, así como,
también el anticipo de $25.000 si es que el Tesoro lo permite.
Actualmente estamos en este Departamento investigando las
condiciones de los terrenos del Gobierno que se están mensurando en
Maricao, con objeto de determinar aquellas parcelas que sean
apropósito para pequeñas granjas agrícolas, adelantándonos así al
trabajo de la Comisión.
Todo tiende a demostrar que va a iniciarse muy pronto un movimiento
de mejoras en las condiciones de vivienda de los trabajadores y
obreros de Puerto Rico. Como ya indiqué al principio de esta carta,
la barriada obrera de Aguadilla que tendrá capacidad para 300
trabajadores, está
(Continúa en a página 13)
(Continuación de la página5)
próxima a empezarse con fondos aportados con la cooperación del
Gobierno Insular, Municipio, Cruz Roja y particulares; y otras
poblaciones están demostrando interes por adoptar planes análogos al
de Aguadilla y se inclinan a establecer estas barriadas. En general,
el problema es tan complicado y ofrece tantos aspectos que no
conocen las personas fueras del Gobierno, que celebraría grandemente
y me permito solicitar del Honorable Senador señor Iglesias, que me
permita una oportunidad para verbal , y extensamente explicarle
estos inconvenientes, y los proyectos que van a ejecutarse y ver la
manera de Combinar otras actividades del Gobierno con las que
desarrollará la Comisión de Hogares Seguros para que resulte así más
eficaz y más económica, y de más alcance la Ley a que nos hemos
referido.
Atentamente,
Guillermo Esteves.
Comisionado. |