Como los trabajos del dragado del Puerto continúan día y noche, la draga está botando grandes cantidades de fango e inmundicias que despiden un olor poco, agradable.
En los barrios de Miranda y Hoyo Frío, más de cien casas están sitiadas por el agua que lanzan los tubos de la draga, la vida de los vecinos es cada día más insoportable.
Se espera que gran número de estos vecinos sean trasladados lo
más pronto posible al barrio obrero o a sitios donde provisionalmente puedan asilarse mientras se les prepara su residencia definitiva.
|