Por fin, acosada por el dragado del puerto, la
Administración se ha visto en la "necesidad de buscar sitio sano e
inamovible para la instalación del pobre caserío que desde el anterior
ensanche del muelle había tenido que traladarse con grandes sacrificios
a los sitios malsanos e incómodos de Salsipuedes y Hoyo Frío, y como en
el plan de este dragado actual se extiende la obra hasta el borde
marítimo de esos lugares, fue necesario desalojarlos de nuevo, porque el
fango extraído por la draga estaba inundando y hasta hundiendo a las
pequeñas viviendas de los trabajadores.
En el aturdimiento de los primeros instantes de apuro, se pensó en
trasladar las pobres barracas al Escambrón; pero de allí habría que
arrancarlas de nuevo al construir definitivamente el Parque Muñoz
Rivera. ¡Pobres hordas, condenadas como el caracol a vivir en constante
traslado, con la habitación al hombro!
Ahora, el señor Esteves, Comisionado del Interior, buscó sitio para
establecer definitivamente esas míseras viviendas en las inmediaciones
del Campamento Militar. Hemos dicho definitivamente, porque así parece
que se les ha dicho a los obreros; pero si vuelve a ponerse en uso
militar el Campamento, puede que quieran despejarlo, como antes, de toda
proximidad de paisanaje, y tengan de nuevo aquellos infelices, que
movilizar su aduar, sabe Dios a dónde.
Suponemos que se habrán tenido presentes estas dificultades por el Hon.
Comisionado, que tiene bien acre ditada su previsión.
Lo del barrio obrero era una necesidad improrrogable. En algunas
ciudades importantes, se realiza esta obra por empresas particulares,
con economía de tiempo y de caudal. No estamos seguros de que aquí se
adopte ese sistema, o de si el Departamento realiza aquí las obras
directamente y por sus propios recursos. Dos condiciones deben tener
principalmente las casas de los obreros: higiénicas y baratas. Deben
estar edificadas en sitio seco, de fácil desagüe y bien bañadas por el
aire y el sol. Conviene que estén bien orientadas hacia el norte o el
nordeste, que es de donde viene el aire más sano, y que sean capaces
para el alojamiento de una familia regular; cerca de las grande vías de
comunicación; no lejos de los sitios donde el obrero, debe emplearse, y
provistas de agua potable en abundancia. Si es posible debe adaptarse su
situación además a las condiciones que determina la ley del Hogar seguro
vigente. También deben estar cerca de una escuela pública y de un cuarto
de socorro, en defecto de un hospital.
Hemos visto ya que hubo dificultades para el transporte rápido de los
obreros a su trabajo, y de esto debe cuidarse mucho la administración.
Si la fábrica, el taller o los demás sitios del trabajo están
relativamente lejos de la vivienda, será dificultuosa la asistencia del
obrero a la labor.
Quizá puedan establecerse algunas barriadas de obreros próximos a los
muelles de Cataño, si no fueran suficientes las tierras disponibles más
acá de Martín Peña.
De todos modos importa mucho la situación apropiada de esas viviendas, y
su condición precisa de inamobilidad.
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