Dentro de tres meses, el trabajo de la propiedad
reclamable de la base de los los Torpederos en el Malecón. o sea la
mejor propiedad en el puerto de San Juan, estará terminada, según
Informes que nos ha suministrado el señor Benitez Rexach, quien en los
últimos 18 meses no ha descansado un solo instante trabajando día y
noche en la construcción del muelle número seis y a quien hay que darle
entero crédito, por haber él, personalmente hecho todos los planos y
conseguido el dinero para esa gran obra, que cuando esté terminada habrá
costado alrededor de $2,000,000.
Hace dos años esa base de los Torpederos era uno de los sitios más
desagradables a la vista en la bahía de San Juan, sitio destinado para
alojar pedazos de hierro viejo; siempre estaba lleno de fango y despedía
malos olores. Debido al esfuerzo realizado del señor Benítez Rexach,
aquel repugnante sitio ha sido reformado y rellenado por la draga del
gobierno federal, lanzándose sobre el terreno miles de yardas cúbicas de
tierra, convirtiendo aquello en un sitio ideal, y poniéndolo a una
altura de algunos pies sobre el nivel del mar, de acuerdo con las reglas
del departamento de ingenieros para las mejoras del puerto. La propiedad
reclamada es de una extensión de siete cuerdas. teniendo una extensión
de frente lineal al nivel de la mampara del puente como de 409 pies, y
se extiende hacia atrás como 800 pies, o sea al frente del Bulevar que
está en proyecto hacia Río Piedras.
Al frente actual tiene una profundidad de agua, como de 200 pies, lo que
le da oportunidad a cualquier buque por grande que sea poder atracar.
Es sabido por todo el vecindario del muelle número seis, que la esquina
Noroeste de la propiedad fue primeramente rellenada por la draga, para
facilitar la mejor comodidad de construir el edificio de la fábrica de
abono para la cual el señor Rexach arrendó el terreno. El edificio fue
construido en un tiempo verdaderamente corto, bajo la supervisión del
señor Rexach, instalándose en ella la mejor maquinaria, la cual, nos
dicen, tiene un valor aproximado de 375 mil dollars.
Mientras la draga estaba rellenando ese terreno, el señor Rexach estaba
instalando el armazón de acero para el muelle, que coge un espacio como
de 100,000 pies cuadrados. El espacio que sobra al final de la puerta
Sur, está reservado para unas carboneras grandes que serán allí
instaladas, con capacidad suficiente para alojar 170,000 toneladas de
carbón. Después fue instalada una magnífica grúa eléctrica de acero de
lo más moderno, la cual cuesta $170.000. Esta está situada en la parte
Oeste del muelle para que así pueda utilizarse para el carbón y abono.
Una grúa de una tonelada será instalada en tierra en la esquina
Noroeste, donde los almacenes de maderas serán montados. Actualmente,
nos dice el señor Rexach, que las ventas de madera han sido tan grandes
en estos días, que llegan alrededor de un millón de pies mensualmente.
También se están abriendo zanjas, para instalar una tubería para que los
buques tanques puedan atracar y descargar y cargar combustibles.
El muelle número seis, está realmente instalado en el centro del puerto,
rodeado de una gran profundidad de agua, y tan bien situado qjue el
buque más grande puede atracar, y salir sin tener que realizar muchas
maniobras.
El señor Rexach cree firmemente que instalando maquinarias y empleando
métodos modernos, para mover la mercancía, podrá facilitarle a los
embarcadores comerciantes importadores y exportadores, una tarifa que
sin duda reducirá grandemente sus gastos.
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