Los grises se
presentaron temerarios al palo.—Las reglas del Base Ball fueron
eliminadas, y se jugó pelota de tiempos de Maricastaña.
Como anunciaron los programas, ayer se encontraron en esta ciudad las
novenas Humacao y Sports en la Liga de Puerta de Tierra.
Gran número de fanáticos se dio cita en los terrenos de la vieja Liga,
ávidos de admirar las jugadas y cerciorarse de la efectividad de ambos
clubs.
Cerca de las once dio principio el game ocupando las baterías, por el
Sports: Sammie y Siquí.
Los muchachos de don Genaro se mostraron muy poco benévolos con la
pelota lanzada por Sammie, emprendiendo una ofensiva a toletazo limpio,
anotándose dos carreras. Sammie es retirado a la enfermería,
sustituyéndolo Fabito, que no está muy bueno que digamos. Los jinetes,
en el primer inning se anotan una carrera para ir haciendo boca. El
Humacao sigue su temeridad de seguir sumándose carreras, y hace la
tercer entrada en segundo episodio.
La troupe de Roque se conmina en su segundo inning, y acuerda darle su
reprimenda a la batería del Humacao, que estaba formada por Monchín y
Santana.
Monchín no resiste el empuje, y se llenan las bases. Beitía, Thompson,
Juey y Siquí se encargan de las acometidas. Brawn va al palo y con una
rola al short y su correr de ardilla, entra de safe, en primera,
habiendo empujado a dos de sus compañeros al hogar.
Y hubo la consiguiente alegría de los simpatizadores del Sport. Y los
aplausos eran interminables. Pero también en medio de la algazara
formada por la alegría, apareció la protesta de los jugadores del
Humacao, que no quisieron allanarse con la decisión en primera del
umpire, la cual alegaban que debió haber sido out y no safe.
Se paralizó el juego. Él "Humacao" recoge sus trastes y se retira del
terreno. El publico que ha pagado su dinero por ver un juego en orden y
completo, protesta y silba a los jugadores que así proceden. Vienen las
discusiones, y más bien que un juego de Base Ball, parece aquello una
gallera.
Después de cerca de hora y media de estar buscando la manera de
solucionar el conflicto (ya eran las doce y media), algunas
personalidades que se encontraban presenciando el desafío, entre ellas
el coronel Bennet, sugieren a ambos equipos la conveniencia de no dejar
al publico desairado y seguir el juego.
Los grises apelan a las reglas del tiempo de Maricastaña, solicitando
que se anulen las carreras anotadas, y que vuelva al bate Brown. Y tal
solicitud causa malestar entre cierta parte del público que no ve legal
esa resolución. Pero al fin, acceden a las pretensiones de la novena
Oriental, aceptándose la vieja regla, como cuando se jugaba con bola de
trapo.....
Muchos fanáticos abandonaron las gradas, viendo que el juego había
perdido todo el interés que tenía en un principio.
Como era natural, los jinetes se esforzaron por empatar, lo que
consiguieron, pero era demasiado. Los grises aprovechando la flojedad de
Fabito, le propinaron sendos toletazos en los sucesivos innings,
anotándose al final nueve carreras, algunas de ellas ayudadas por los
errores de Beitía y muchos de sus compañeros. Y cerca de las 2 p. M.
terminó el desafio con un score de 9 a 5 a favor del "Humacao".
En resumen el citado game resultó malo. Los umpires, regular, notándose
la poca energía, y la poca autoridad del chief. (Negrada) para hacer
obedecer sus decisiones.
Con el tiempo nadie se prestará a servir de umpire, pues los jugadores
olvidándose del respeto que deben guadarle a la persona que ocupa un
puesto de esos, le amenazan y hasta lanzan cada palabra... bueno, que un
umpire está a merced de dos o tres groserías por parte de un jugador que......
más vale poner en ese cargo a un Mr. o a un jefe de policía.
Luis Progress. |