Se alza el telón, y ante nuestra vista se presenta una perspectiva clara, reveladora de que el boxeo volverá a su viejo esplendor... Luisín Rosario, que por arte de magia ha sabido levantar los entusiasmos hacia el noble deporte de la propia defensa, conquistará un nuevo laurel, por el éxito indiscutible que tendrán sus nuevas actividades, ya que el horizonte se presenta diáfano, precursor de que el dinámico promotor ha de triunfar en su nuevo empeño.
La temporada que se inaugurará en el parque de pelota del Escambrón, con un programa que ha hecho surgir intensas exclamaciones de júbilo, demostrativo de que ha recibido la aprobación unánime de la afición, será sensacional en grado sumo, porque los planes que ha esbozado Luisín y que empezarán a desarrollarse pasado mañana, son una prueba concluyente de que el boxeo volverá a brillar con radiante luz...
Contrario a lo que se ha hecho cuando se inaugura una temporada, Luisín Rosario ofrece en esta ocasión dos estelares, respaldadas por otros tres encuentros, que por la calidad de los boxeadores, harán experimentar sensaciones a granel.
Eddie Guerra, cuya última campaña en Estados Unidos hizo surgir alabanzas de la crítica, ha sido designado para demostrar su valor ante el campeón local "welter", Pete Martin. Juzgando por el entrenamiento a que han venido sometidos Guerra y Pete, de cuyos pormenores se ha dado amplia información, se puede colegir que estos valerosos atletas harán una batalla que provocará entusiasmos entre la abigarrada multitud que llenará el espacioso estadio de la "Escambrón Boxing Arena".
El sábado pasado tuve la suerte de observar a Eddie Guerra en sus prácticas de guantes, y si no hubiera sido porque yo lo vi subir al "ring" del gimnasio de Canta Gallo, hubiese dicho que quien cambiaba golpes con sus chatas era Pedro Montañez... Si. Eddie Guerra tiene el mismo estilo agresivo de Montañez; los golpes cortos que Pello asesta con ambos brazos, ya en gancho, como directamente hacia el "target", los imita y los practica Eddie Guerra, con una perfección que nos hace notar en él "una copia fiel y exacta" del bravo boricua, futuro campeón mundial peso ligero... Ante Pete Martin veremos luchar un gladiador que nunca retrocede, aunque se vea castigado incesantemente por los golpes de su rival. Esta lucha estelar nos hará sentir hondamente.
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La misma tarde en que vi a Eddie Guerra practicando, experimenté igual agradable sorpresa, al observar a Yambo en sus ejercicios de guantes. Si afirmara enfáticamente que el por dos veces vencedor de Pedro Montañez, se encuentra en la plenitud de sus facultadas, no consignarla sino una declaración incontrovertible, porque en puridad de verdad, Yambo demuestra ser el mismo gladiador que se paseó triunfante por los cuadriláteros de Estados Unidos, Canadá, Venezuela y Puerto Rico. No hay excusa admisible, pues, para que el vencedor de Vidal Gregorio pueda flaquear ante el ídolo de la población del Jaicoa, Joe Malinsky, lo que convence a cualquiera que Yambó logrará la victoria sobre Malinsky, sin tener que apelar a mayores esfuerzos, y sin tener que recurrir sus innumerables conocimientos.
El terror aguadillano tendrá que ponerse a buen resguardo y saber cómo y cuándo atacar el púgil de esta capital, porque Yambó ha logrado alcanzar sus mejores formas, y posee la misma contundencia de que hizo gala ante Montañez y Sixto Escobar. El Yambo que escalará el cuadilátero mañana domingo para discutir con Malinsky el privilegio de contender con Fogonero por la supremacía en la división peso pluma de Puerto Rico, es el prototipo del atleta que sabe hacer excelente exhibición de los factores que dan fama a los que tienen la virtud de poseerlos. SI Joe Malinsky logra derrotar a Yambó, seré el primero en darle un apretón de manos, que implicará mi decidido reconocimiento de que conquistará el cetro de los pesos plumas portorriqueños.
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