Hablando con un redactor de EL UNIVERSAL sobre las manifestaciones del señor Luis Muñoz Marín publicadas exclusivamente en este diario ayer, el Lcdo. Jiménez Sicardó declaró :

 "Al hablar Muñoz Marín en la forma que lo hace, se olvida de que él es un producto de las ubérrimas canteras del Partido Liberal, cuyo programa era una de centro toda vez que propulsaba y defendía el reconocimiento al derecho que tenía  el pueblo de Puerto Rico  a ser consultado a través de un plebiscito.

No obstante saber eso, se situó en la más avanzada de sus trincheras para predicarle a los hombres del Partido Liberal que cesaran la farsa de las elecciones coloniales; porque la independencia —según él— estaba a la vuelta de la esquina.  AI fracasar en su intento de llevar al Partido Liberal al retraimiento, formó una agrupación cívica que se conoció con el nombre de A.S. I., abreviatura que queria decir "Acción Social Independentista".  Este movimiento cívico, que era una traición a los postulados del Partido Liberal acabó él por convertirlo en una agrupación política de lucha y bajo la bandera del más estridente separatismo fue a las elecciones del 1940 y obtuvo a medias el poder.

Repitió más tarde en 1944 para obtener una cantidad mayor de sufragios que todas las otras agrupaciones juntas. El triunfo de Muñoz Marín, que pareció ser una verdadera reaflrmarclón del nacionalismo insular, él lo convirtió en una burla sangrienta, cuando al alcanzar el poder le prohibió los hombres de su partido defender el ideal de la independencia so pena de una expulsión fulminante.

El primero que se reveló contra lo que dieron en llamar 'La Ley del Candado", fué el senador Córdova Chirino por el distrito de San Juan. Luego le siguieron los representantes Feliú Pesquera, Quiñones Elias y Eugenio Font Suárez, y en todos se cumplió la temible sentencia. Hombres de hondas convicciones, aunque expulsados de su partido, siguieron en sus puestos aferrados al ideal por cuya defensa el pueblo los eligió".