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La Corona de España también trataba
de mantener bajos los precios de los comestibles. En las plazas de
mercado de aquella época existía la llamada "Mesa Reguladora," propiedad
de y Administrada por los Municipios. Allí se vendía pan y carne a
precios fijados por las autoridades municipales, precios que servían de
"máximos" para los comerciantes particulares. Cuando era necesario,
debido a que los puestos privados cobraban más de lo razonable, la Mesa
Reguladora también vendía, a precios más bajos, otros comestibles que
carne y pan. Así pues, la Corona de España protegía a sus súbditos
contra el agiotismo. |