Después de siete meses de haberse decretado el cierre del arrabal "Corea”, por parte del Departamento de Salud, aquél sigue en pie a pesar de los planes de su destrucción total.
Fue el 4 de marzo de este año, que funcionarios de salud y de la Policía procedieron a la clausura de algunas de las casuchas. El plan de clausura se llevaría a cabo en tres etapas, esperándose que la última sería el 17 del
mismo mes.
Se supo que a pesar de que varias de las casuchas están clausuradas, en altas horas de la noche maleantes,
atómicos y homosexuales,así como mujeres de reputación dudosa, quitan los pedazos de madera con los que se
clausuraron y entran a las mismas para cometer sus actos.
Las conversaciones llevadas a cabo por el ex-Secretario de Salud, doctor Juan A. Pons y el Superintendente de la Policía, Ramón Torres Braschi, lograron que Corea fuera declarado un "sitio sin lugar en una ciudad como San Juan" .
Desde el último crimen que se cometió en aquellos alrededores la Policía insistió en la eliminación del arrabal, pero nada ha podido hacerse para sacar las familias que aún viven allí.
Meses antes de la primera etapa de clausura y a pesar de ser zona de arrabal, el Departamento de Salud les dio una oportunidad tanto a los dueños de negocios establecidos allí como a los residentes para que llevaran a cabo ciertas mejoras, las que nunca se hicieron.
Cuando en un sector de Isla Verde surgió un problema parecido con casas de lenocinio, se coordinaron las actividades de varias agencias-
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gubernamentales para afrontar la situación. La Autoridad de las Fuentes Fluviales les suspendió el servicio de energía eléctrica, el Acueducto suspendió el servicio de agua y la Junta de Planes canceló los permisos.Ninguna de estas cosas se ha hecho en el arrabal Corea, donde hay luz eléctrica y uso de agua potable.
El día 5 de marzo de este año EL MUNDO publicó en su primera página una información bajo el título de “Salud da Comienzo Clausura de Corea”. En el mes de junio, volvió este periódico a publicar en portada otra información titulada “Familias siguen viviendo en Corea después de clausura”. El doctor Ramón A. Ríos, jefe de la Unidad de Salud Pública en San Juan, informó el 4 de marzo que “Corea «era una cosa resuelta ya que la situación terminaría el 17 del mismo mes, cuando todas las casuchas serían eliminadas”.
A pesar de la acción coordinada de la Policía y Salud, las siguientes personas siguen viviendo allí —en el
arrabal clausurado—:
Angel Jiménez con la esposa y 7 dé familia; Isidra González, con esposo y dos hijos; Vicente Dones, con 12 de familia; Carlos Caraballo y Eleuterio Carrasquillo.
En una ocasión Salud Pública informó que hasta que los tribunales no declaren "estorbo público” aquel arrabal, las casuchas no podrían ser destruidas. Esto, dijo Salud Pública, "es un asunto que compete a los tribunales”.
Los alrededores de Corea siguen siendo tan sucios y antihigiénicos como siempre. Todavía hay un cafetín abierto a pesar de que" la orden de cierre contra todos los negocios fué en general. En los alrededores del arrabal tienen su sitio de reunión los atómicos que con pedazos de cartones hacen sus camas para dormir entre la hierba que allí crece.
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