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El arrabal Corea se ha convertido en la papa caliente del Municipio y del Departamento de Salud. Se la pasan de mano en mano con mucho cuidado de no quemarse. Dice el Municipio: " A mí no me toca, es problema de Salud". Contesta Salud "¿A mí?, eso es cosa de doña Felá”.
Y Corea sigue en su paralelo 38, una larga hilera de chabolas clausuradas por
el Departamento de Salud, situadas en la antesala del cas(Continúa en la pág. 30, col. 3)
(Continuación de Ja página 1)co histórico de la Capital. Esta redactora lleva cuatro días tratando de enterarse a qué agencia gubernamental le toca eliminar una vez y para siempre esa llaga de tablas y suciedad que colinda donde el Municipio y el comercio de San Juan quieren que dejemos nuestros automóviles para entrar en "San Juan Bautista, Capital de Puerto Rico. Tu belleza, nuestra divisa. Tu limpieza, nuestro pregón”.
Así el Municipio pide nuestra cooperación para hacer de San Juan la ciudad "más bella del mundo”. Ahora EL MUNDO pide ¿a quién? que se resuelva de una vez qué agencia, bajo las leyes de Puerto Rico, es la llamada a eliminar a Corea, que merma nuestra divisa y enmudece nuestro pregón. Nuestra primera llamada fue al Departamento de Salud, al señor Charles Romney, jefe del Negociado de Saneamiento Ambiental quien decretó la orden de clausura a las 10 chabolas de Corea el 6 de febrero de 1957 dentro de mes y medio hará dos años A los treinta dias de la clausura los residentes fueron sacados por la Policía al no poder cumplir con los requisitos de Sanidad.
Mañana, si usted estaciona su automóvil en el “parking del Municipio”, verá asomados por las chibólas a niños sucios y mujeres en bata, impune e ilegalmente ocupando un sector clausurado.
Porque dice el señor Romney que “cuando Salud decreta la clausura de un edificio sanitario, éste puede ser reparado por el dueño y luego aprobado por el Departamento”.
“Pero en el caso de Corea, que es un arrabal con varias casuchas cada una de 1as cuales no vale más de $200, el Municipio deberá comprar las propiedades para luego destruirlas”.
“Sin embargo, a raíz de ordenarse la clausura de Corea, una sola casucha fue demolida, por lo cual el dueño tiene demandado al Municipio por varios miles de dólares por daños y perjuicios”.
Dice Romney que las casuchas fueron construidas sobre terreno del Municipio, y sin permiso. Sin embargo, esta gente ahora están como si fueran dueños, sin que se pueda hacer nada por echarlos porque la ley los protege.
Dice él que el Municipio podría expropiar (¿de sus propios terrenos?) esas casuchas, pagar por cada una $500, aunque no valen más de $200, y gastando menos de $5000 se eliminaría, demoliendo con una puerca, el arrabal.
Luego, Salud dice que le toca al Municipio. Varias llamadas y dos visitas al Municipio consiguen localizar a la división encargada de resolver el lío o enfriar la papa caliente que les pasaba Salud. La licenciada Adelaida Vicente de Souffront, asesora legal del Municipio, nos respondió categóricamente que el problema de Corea no es municipal, ni mucho menos. “Salud lo clausuró, Salud que lo elimine”.
“Ya bastante tiene el Municipio con el pleito que ha radicado la señora Carmen Pagán, ex-vecina de Corea, quien alega por medio de su abogado Angel Viera Martínez que varios agentes municipales le demolieron su casucha sin debida autorización y pide $25,000 por daños y perjuicios”.
Este caso se verá en corte dentro de un mes y podría establecer precedentes peligrosos para el Municipio. Además, según la licenciada Soufront, aparte de asegurar que no les toca a ellos resolver el lío, si el Municipio compra esas propiedades establecería el precedente para verse obligado a comprar todos los arrabales de San Juan.
Y para probar que el Municipio se puede lavar las manos en el caso, la licenciada Souffront nos citó una ley contenida en Leyes Anotadas de Puerto Rico, Título 17, sección 156, capítulo 7 que dice:
“Si la vivienda (clausurada por el Departamerrto de Salud) estuviera ocupada, el Secretario de Salud procederá de acuerdo con las leyes y reglamentos vigentes; disponiéndose que si la vivienda no es reparada o alterada dentro del plazo fijado, el Secretario, después de dar al dueño una oportunidad de ser oído, procederá a destruir la vivienda como estorbo público". (Cita: Tomó de Leyes de Puerto Rico, mayo 7, 1941, número 128, página 849, sección 2.)
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