Sin
mucho ruido, el Archivo General de Puerto Rico cerró sus puertas al
público en julio pasado debido a una avería en su sistema de
ventilación.
Cinco meses después del colapso del acondicionador de aire y a dos años
de una restauración que costó $20 millones, el recinto permanece vedado
al público y sin una fecha de apertura.
Este cierre delata el estado agonizante de la institución, aseguraron la
ex directora del Archivo, Karín Cardona, y dos empleados del lugar.
“Existe una crisis”, afirmó Cardona, quien renunció a su cargo en
octubre.
Explicó que para el año fiscal en curso el Archivo no recibió la partida
de gastos operacionales del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP),
al cual está adscrito. Opera con una asignación legislativa recurrente
de $122,000.
Esa falta de dinero impidió que cambiaran las cuatro torres del sistema
de ventilación, como sugirió la empresa que evaluó la avería, según
Cardona.
Como medida provisional se repararon dos torres, pero esto significa que
el sistema puede colapsar, como sucedió esta semana, poniendo en peligro
nuevamente los documentos históricos que se encuentran en el lugar.
El Archivo alberga textos, documentos de agencias gubernamentales que
datan de 1730, grabaciones, fotografías, mapas y periódicos.
Cardona y la directora interina del Archivo, Josefina Gómez, señalaron
que las cinco semanas que tomó reparar el sistema de ventilación causó
que algunos hongos se alojaron en el recinto, que comparte cuarteles con
la Biblioteca Nacional y que también se encuentra cerrada.
Las oficinas de los empleados se encuentran libres de contaminantes, de
acuerdo con una evaluación realizada por un micólogo y las autoridades
salubristas federales. Esto permitió el retorno de los empleados a sus
labores, dijeron Cardona y Gómez.
Pero la lentitud con la que se atiende esta situación y la falta de
presupuesto del Archivo preocupan a Cardona, Gómez y al archivista José
A. Flores.
“Cuando se pierde el patrimonio documental de la nación también la
nación se pierde”, afirmó Flores.
A la falta de dinero se suman las malas decisiones. El Archivo se
estableció en un edificio que carece de las cualidades para mantener sus
depósitos.
“Ese edificio no se ajusta a la realidad del Archivo. No se puede crecer
para ninguna parte. Los depósitos están llenos. El comején volvió a
salir y se filtra el agua”, reveló Cardona.
Cuestionada por la situación, la portavoz de prensa del ICP, Isiana
Natal, reconoció la frágil situación económica del organismo.
“De nuestra petición presupuestaria sólo nos ha llegado un 10%”, indicó.
Además, la partida de presupuesto de casi $500,000 que solicitó el ICP
para el Archivo no fue aprobada por la Legislatura.
Natal informó que el proceso de limpieza comenzará en diciembre, pero
que desconoce cuándo culminará. También salió una subasta para la compra
de un sistema de ventilación nuevo para el Archivo.
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