Un grupo de 28 jóvenes de la Iglesia Cristiana Casa de Oración se unieron ayer al movimiento internacional "One World" para compartir con los residentes del Hogar Nuestra Señora de la Providencia.
Reunidos en el patio interior, parte de los 194 ancianos que residen en el hogar ubicado en Puerta de Tierra, San Juan, disfrutaron con un baile, y una dramatización que hicieron los jóvenes visitantes.
Como parte del evento, también se les cantó cumpleaños feliz a diez residentes cuyas edades sumaron 858 años, tema que fue celebrado con aplausos. Entre los cumpleañeros estaban Petronila Figueroa y Pedro Ortíz, quienes celebraron sus 95 años de vida, mientras Lydia Torres Trigo, cumplió 93 años.
Ayer era, precisamente, el día de visita familiar y la llegada de los jóvenes cumplió con el propósito de hacerles compañía, hablarles, escucharlos y llevarles alegría.
Como parte de la actividad, los jóvenes se sentaron en mesas con los residentes para hacer pulseras y figuras de lazos con materiales que ellos mismos llevaron. Asimismo, les llevaron efectos personales que recibieron como donativos de algunas
empresas.
Con esa actividad, Puerto Rico se unió a los eventos que se celebran simultáneamente en 45 países en el periodo del 1 al 10 de octubre. La iniciativa es del movimiento "One World" que aglutina iglesias y organizaciones comunitarias y que llegó a la Isla en 2012, explicó Michael Córdova, coordinador en Puerto Rico. Argentina, México, Panamá, Colombia, Chile, Estados Unidos, son algunos de los países que se unieron a la iniciativa para involucrar jóvenes en actividades de ayuda social. Localmente, otros grupos realizan actividades estos días
en varios municipios.
"Esa actividad es para evangelizar. Es para salir y acercar la Iglesia a personas que no pueden ir pero tienen muchas necesidades", dijo el pastor de 25 afios Rey Robles, mientras conversaba con Emilio León, quien tiene 102 años.
"Estamos llevando amor en medio de la crisis de Puerto Rico", había dicho minutos antes la pastora Rosa
Rivera.
Mientras que las religiosas que dirigen la institución agradecieron la visita. Destacaron que los residentes agradecen mucho la visita de personas que van a hablar y a compartir con ellos. "Es una actividad muy amistosa, que estos jóvenes vengan en esta tarde tan calurosa, que podrían estar en la playa, a compartir con los ancianos y a darles un poco de amor", dijo Sor María Dolores.
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