Grabados coloniales en el Viejo San Juan

4 de agosto de 2005
Por Perla Medina/ La Prensa
El periódico hispano de la Florida
 




Fortín Tajamar en la playa Baja Mar, Puerta de Tierra.
 

Mientras el arqueólogo y periodista Raphael Cosme hacía un recorrido para tomar fotos de monumentos históricos por la parte norte de la isleta del Viejo San Juan en Puerto Rico, en junio, una docena de grabados coloniales del siglo XVII y XVIII salieron a la luz pública en medio de una sesión de fotos.

Todo comenzó cuando Cosme decidió bajar a la muralla que se encuentra frente a la guardia nacional. El camino no fue fácil debido a que el único acceso era una pendiente muy resbalosa. Ya en el lugar Cosme inició su sesión de fotos, enfocando las antiguas paredes de la muralla.

Fue entonces que se percató de que habían unas embarcaciones del tipo colonial grabadas en las gruesas paredes. Algunos de lo dibujos sobre la mampostería o estuco reflejaban galeones y comenzó a inventariarlos.

Primero en descubrir

Mientras eso sucedía, Cosme no tenía ninguna duda de que fue el primero en descubrirlas debido a varios factores asociados a los grabados. Primero la pared se encontraba sólida sobre su fundación en donde el grabado de un galeón colonial se notaba apenas por estar cubierto con algún sedimento de tierra.

Otra embarcación de menor tamaño salió a la luz, que también fue inventariada por Cosme.

Una razón fundamental para saber que se trataba de grabados auténticos de la época colonial y que se encontraban por primera vez es la existencia de una capa de sedimento de tierra sin alterar de aproximadamente una tonelada que cubría parte de los grabados.

Más tarde, un empleado del Instituto de Cultura Puertorriueña (ICP) confirmó que se trataba del fortín Tajamar, pero desconocía la existencias de dichos grabados.

Como en San Agustín

Lo irónico del caso es que hacía un mes que Cosme había reportado en un semanario de Orlando otros ejemplos de dibujos coloniales sobre mampostería que fueron detectados en el fuerte de San Marcos de la ciudad de San Agustín, Florida, por un indio seminole al inicio del siglo 20.

Para los años 40 los historiadores Albert Manucy y Luis Arana hicieron la conexión y la clasificación de sobre 25 embarcaciones grabadas sobre el estuco en los cuartos de armería del fuerte.

Eric Pérez, quien lleva varios años estudiando monumentos históricos del Viejo San Juan con la organización San Juan en Blanco y Negro, confirmó de que esta muralla fue abandonada por los norteamericanos desde la adquisiciones de fuertes al principio del siglo 20, nunca se les prestó alguna restauración o preservación, luego más tarde paso a ser propiedad del gobierno de Puerto Rico, pero continuó en el mismo estado de abandono.

Pérez dijo que la mayoría de los datos historiográficos de la muralla del Tajamar estarían en el archivo de las Indias en España y que el lugar fue utilizado como observatorio entre los dos bastiones de San Cristóbal y la batería del Escambrón.

En cuanto al nombre de la muralla, podía referirse de dos maneras, Tajamar o Taxamar, según las lecturas de Adolfo de Hostos en el tema de la ciudad amurallada del Viejo San Juan.

Pérez trabajó en un proyecto de reconstrucción de la muralla por medio de dibujos y esquemas, pero aseguró nunca haber visto esos grabados de Cosme en el estuco de las murallas de Tajamar.

Interés en Tajamar

El hallazgo de Cosme abrió un interés de estudiar la ruinas abandonadas del Tajamar por varias organizaciones de gobierno y privadas.

Cosme continuó con el sondeo y la colección de imágenes del observatorio Tajamar y que según él es una estructura construida entre la arena y las aguas del mar Caribe, fácil de ver desde el Malecón y a 1,500 pies desde el fuerte de San Cristóbal y a tan sólo 1,000 pies del Capitolio.

El descubrimiento de los grabados coloniales sin lugar a dudas fue resultado del empeño de un hombre de analizar todo lo que se ve a simple vista en antiguas ruinas.

Cosme fue más allá y descifró el primer dibujo que mostró claramente una embarcación de guerra. Se podían apreciar hasta la serie de orificios donde se presume iban colocados los cañones en la embarcación.

Los autores son anónimos pero son parte de la historia de San Juan. Algunos de los responsables de los grabados pudieron ser los centinelas o soldados del pequeño fuerte.

Además, Cosme encontró otros grabados con un estilo único se trataba de elementos poco usuales, como fue un dibujo de una estructura con el tope arqueado y los incisos entrecruzados, posiblemente posiblemente un Bohío Taino, ya que hasta finales del siglo XVII los indios convivían con los españoles.

Otros dibujos fueron una "Hamaca", un escudo de la realeza española y una flecha que apuntaba un hueco ya abierto que, según Cosme, un mapa o monedas de oro fueron extraídos posteriormente.

Apenas comienza a hablarse en todo el Viejo San Juan del descubrimiento de Cosme, el doctor Ricardo Alegría dio su punto de vista:

"Me di cuenta de lo encontrado por Cosme en los medios de comunicación y me reuní con él por una hora. La explicación acerca de las embarcaciones y el lugar era obvio; es una muralla que pudo haberse construido entre el siglo 17 y 18; vi las fotos de los grabados de embarcaciones y una de ellas podía ser de un galeón de guerra por su forma y los detalles del inciso que mostraban la serie de cañones de la cubierta; también sé que ese lugar en mi infancia lo conocían como la muela y muchos bañistas lo utilizaban como área recreativa".

Comentarios de Parques

Otro de los que aportaron comentarios acerca del descubrimiento fueron dos empleados del Servicio de Parques Nacionales (Nacional Park Service) de la región de Puerto Rico, el superintendente Walter Chávez, y Félix López historiador de los fuertes de Puerto Rico.

López, de 28 años, lleva trabajando 5 años en el fuerte de San Cristóbal, en la división de Recursos Históricos y Culturales.

Explicó con gestos de sus brazos el nombre del fortín Tajamar: "Taja" "Mar", muralla que penetra en forma linear y corta el mar.

En cuanto a las fotos de los grabados, si puede ser un galeón el grabado y la muralla del Tajador "pertenece al gobierno de Puerto Rico, no son de los nuestros, no intervenimos en asuntos de trabajos exploratorios si no son de los Parques Nacionales; ahora existe un representante del ICP trabajando con varios de los grabados coloniales encontrados en nuestros fuertes, nosotros estamos patrocinando ese proyecto de estudiar los grabados en los fuertes del Castillo de San Felipe del Morro y San Cristóbal en el sector El abanico".

Chávez dijo: "Si es un proyecto especial lo de estudiar los grabados en nuestros fuertes y son dos años de investigación y preservación de ellos también una universidad de los Estados Unidos participa".

Estudio preliminar

Antes de su partida hacia la Florida, Cosme realizo un estudio preliminar del observatorio Tajamar y pudo comprobar de que la muralla del pequeño fuerte se encontraba localizada en el punto centro norte de la isleta del Viejo San Juan, o sea como si se tratase del punto cero marcado por los ingenieros de esa época.

Se podía fácilmente medir las mismas distancias entre las dos puntillas de la isleta del Viejo San Juan, en información obtenida del archivo de las Indias en España, proveída por un experto en manuscritos españoles, se agrega el dato de que los ingenieros a cargo del proyecto, levantaron una pared que salía de la parte este de la estructura en un ángulo de 90 grados penetrando la orilla y la pendiente, edificación realizada entre los años 1634 al 1693.

La intención de usar esa pared fue como punto de observación de barcos enemigos entre los fuertes San Cristóbal y la batería del Escambrón.

También se supo que se planeaba cerrar la muralla de defensa desde el fuerte de San Cristóbal hasta el Tajamar, pero más tarde se cambiaron los planes y se decidió cerrar la muralla de defensa entre el Morro y San Cristóbal, nunca dejo de funcionar como observatorio de barcos enemigos por los soldados centinelas los mismos, que fueron responsables de la variedad de grabados de embarcaciones que veían merodeando las aguas del mar caribe.

Cosme no descarta regresar a Puerto Rico para el próximo verano del 2006 y estudiar más de cerca el observatorio del Tajamar para confirmar datos acerca de la fecha exacta en que la estructura fue construida o si pudo pasar como en el fuerte de San Marcos de la Florida en donde varios diseños estructurales fueron aplicados a través de los siglos.

Cosme espera visitar nuevamente el fuerte de San Marcos en la Florida para hacer una comparación con los grabados de San Juan y terminar con la recolección de datos para su publicación "Huellas de la Colonia en Puerto Rico" que saldrá publicada el próximo año.