Un conjunto de risas acompasadas sirve de guía para llegar hasta el taller del colectivo artístico Agua, Sol y Sereno, en Puerta de Tierra. Para llegar al lugar hay que bajar varios escalones y cruzar algunos pasillos por los que se asoman algunas de las creaciones de este grupo.
Es fácil perderse por este edificio, pero no hoy. Gracias a esas carcajadas podemos llegar rápidamente hasta el espacio donde el artista Pedro Adorno y su grupo imaginan y construyen un país con sus manos. Cuando entramos al taller, descubrimos el motivo de tanta alegría.
Allí, de pie, alrededor de una mesa, se encuentran el ingeniero civil y ambientalista Alexis Massol y su esposa, la activista Tinti Deyá, junto con Pedro Adorno y varias ayudantes, quienes están construyendo el cabezudo de Massol. “Tienes que ponerle más canas”, sugiere el fundador de Casa Pueblo en Adjuntas, provocando nuevas risas. Tinti Deyá observa con una sonrisa la creación de Adorno, quien de inmediato le dice que en los próximos días comenzará el cabezudo que también hará de ella.
A estos dos líderes comunitarios, gestores de uno de los proyectos pioneros de autogestión comunitaria en el país, Casa Pueblo, es a quienes Pedro Adorno y Agua, Sol y Sereno le rinden homenaje este año en las Fiestas de la Calle San Sebastián, que inician este miércoles y se extienden hasta el domingo en el Viejo San Juan. Con este reconocimiento destacan la labor de estas dos figuras vitales en la lucha de nuestro ambiente y nuestros recursos, pero también honran a todas esas comunidades y organizaciones que durante el huracán María han sido los primeros en responder a las necesidades del pueblo.
“El trabajo de consistencia y de compromiso, de entrega, de amor, ha sido el ejemplo de esta pareja, de toda su familia, de sus hijos, de toda su comunidad, que se convirtió en familia. Para nosotros en Agua, Sol y Sereno es un regalo tener la oportunidad de dedicarles este homenaje que siempre hacemos a figuras puertorriqueñas importantes, algunas que han sido invisibilizadas, pero que son las que en realidad han construido este país”, explica Pedro Adorno, mientras se saca la pintura de sus manos.
Alexis Massol y Tinti Deyá han viajado de Adjuntas a San Juan para ver una primera versión de lo que serán sus cabezudos, un homenaje que reciben con la humildad que los caracteriza y con una alegría contagiosa, de esas que generan cambios.
“Cuando Pedro me llamó y me lo dijo yo no lo cogí tan en serio, tú sabes. Yo decía, ‘esto no es verdad, déjame ponerte a Alexis porque creo que yo estoy entendiendo mal’. Y le pasé el teléfono a Alexis y hablaron. ¡Y era verdad!”, expresa Tinti, revoloteando la alegría. Pero la sorpresa fue mayor cuando supo que ella también tendría su propio cabezudo. En un país que no suele reconocer las aportaciones de las mujeres, Tinti se sintió honrada, emocionada.
“Lo que él está haciendo para mí es grandioso. El que pensara un poquito en la mujer, porque a veces todo es el hombre, y me incluyera, me hace sentir una gran alegría en mi corazón”, continúa, toda vez que recuerda la amistad que la une a Pedro Adorno y a su familia desde hace décadas.
Alexis Massol la escucha con detenimiento y luego cuenta que esa llamada le recordó, aunque con algunas diferencias, cuando en el 2002 lo telefonearon para decirle que se había ganado el Premio Internacional Goldman, equivalente al Nobel del Ambiente. “Recuerdo que yo dije ‘no sé qué es eso’ y me explicaron, y les dije ‘pues muchas gracias’, y enganché. Pero esta vez fue distinto porque este no es el Premio Goldman, este es el premio de la patria puertorriqueña, enmarcada en una organización de unos seres especiales que hacen país, hacen cultura, hacen los cambios”, expresa un emocionado Massol.
Indica que tan pronto supo del homenaje, pensó que este reconocimiento será útil para seguir ampliando la labor que hace Casa Pueblo y para que el país reconozca que hay una alternativa de desarrollo que no está basada en el colonialismo ni la dependencia, sino en el orgullo, la cultura y la identidad. “Yo recibí esto y dije qué bueno que sea de aquí y estoy soñando ya con el jueves. Quiero caminar por la San Sebastián, porque nunca he ido a las fiestas”, manifiesta para luego agregar que el país necesita hoy más que nunca la alegría, pero no la que enajena, sino la que compromete. “Esa es la que a mí me gusta”, señala.
Es entonces cuando Pedro Adorno enumera las múltiples aportaciones de Casa Pueblo, organización que luchó en contra de la minería y salvó las montañas del corazón del país, que derrotó la llamada Vía Verde, y que ha creado el Bosque Modelo, el Bosque Escuela, así como tantas iniciativas para el bien comunitario. Recuerda, además, todo lo que ha hecho esta entidad después del huracán María, brindado desde luces solares a los residentes hasta agua y comida.
Pero, sobre todo, Pedro Adorno habla de la consistencia, verticalidad política, la inclusión y el amor con la que Alexis Massol y Tinti Deyá han construido este proyecto, el cual entiende es ejemplo a seguir. “Ellos nunca han maltratado al que no piensa igual que ellos, nunca. Y mucho menos a un miembro de la comunidad. Nosotros aprendimos de ellos a tratar a todo el mundo con un respeto tremendo. Ese nivel de inclusividad, sin perder radicalidad y consistencia, yo pienso que es el futuro”, comenta el artista, ya sentado junto a ellos.
Inmediatamente, Tinti ofrece la fórmula por la que se han regido en los 37 años que llevan con Casa Pueblo. “Ciencia, más la cultura, más la comunidad, es igual a victoria”, revela.
Para las comunidades
La conversación continúa y Alexis Massol destaca que este homenaje representa muchas cosas, entre ellas el reconocimiento al trabajo de las organizaciones y de las comunidades de este país. “Yo diría que si nosotros recibimos este homenaje es a nombre de ellos (de todos esos líderes y organizaciones). Esto no es solo a nombre de Casa Pueblo porque estamos sumamente orgullosos del esfuerzo comunitario de cada rincón de este país”, cuenta, para luego relatar que tras el paso del huracán María, cuando lograron tener comunicación con otros municipios, se dieron cuenta que toda la gente estaba haciendo lo mismo, ayudándose entre ellos.
“Para Casa Pueblo esa es la ruta. Este país se ha ido construyendo con una base sólida de justicia, de democracia participativa, de igualdad, con las comunidades. Y por ahí es que Casa Pueblo entiende que es el proceso de cambio socio político de Puerto Rico. Por eso, es que no hacemos alianzas ni con partidos ni con políticos. Nuestras alianzas son con gente como esta”, comunica, refiriéndose a Agua, Sol y Sereno y tantas otras organizaciones hermanas.
Regresando al homenaje y en una nota de humor, se le pregunta al líder ambientalista qué le parece su cabezudo, a lo que responde: “Me siento demasiado bien porque está mejor que yo”.
Las risas se apoderan nuevamente del lugar y Alexis Massol reflexiona sobre ese concepto tan universal y a veces tan incomprendido que es la felicidad. “Hay algo que siento aquí y siento en Casa Pueblo y es la felicidad. Nosotros trabajamos con compromiso para el cambio, con proyectos de desarrollo, metemos mano todos los días, pintamos, pero somos felices. Un día yo me desperté y hablaban tanto de la felicidad, y yo no sé por qué para mí esta es la felicidad. Porque la felicidad está en las luchas, en el amor al prójimo, en compartir, en proponer, en hacer. Esa es la felicidad. Te la da el proceso de vida y de tu compromiso”, expresa este líder, quien este jueves junto a su compañera de tantas batallas, Tinti Deyá, compartirá esa felicidad con Agua, Sol y Sereno, y las miles de personas que asistan a las Fiestas de la Calle San Sebastián para celebrar ese espíritu comunitario que nos une y que verdaderamente nos hace país.
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