Una mirada distinta al Capitolio
El histórico Palacio de las Leyes reserva un sinnúmero de curiosidades que muchas veces pasan inadvertidas para el ciudadano común
Ayeza Díaz Rolón, EL VOCERO 6 de julio de 2019
El salón de los muertos, la escultura del gallo de pelea, la Plaza de la Democracia, los legisladores que van donde el limpiabotas, la urna con la Constitución de Puerto Rico y la futura Plaza de los Creyentes, son solo algunas de las curiosidades y dinámicas que marcan el día a día en el Capitolio.
La Casa de las Leyes, además de ser el espacio de trabajo para los creadores de la política pública que rige el País, es un lugar marcado por la historia, política y cultura de Puerto Rico. Tanto así, que estimados de la Oficina de Promoción Turística —adscrita a la Oficina de Servicios Legislativos— apuntan a que más de 20,000 turistas visitaron los edificios del Distrito Capitolio en 2018, particularmente el Capitolio.
El Distrito Capitolio, ubicado en el barrio Puerta de Tierra, agrupa varios edificios que sirven de ayuda y servicio a la Asamblea Legislativa.
El busto de Jesús T. Piñero, quien fue el primer gobernador puertorriqueño nombrado por el gobierno de EE.UU., forma parte de la galería en honor a los mandatarios boricuas.
De acuerdo con la página oficial del Capitolio, “su estilo arquitectónico ha sido clasificado por expertos como revival neoclásico del siglo XX. Está compuesto por tres niveles, un sótano y una cúpula. En su entrada, tiene una escalinata de mármol de 14 escalones, ocho columnas y siete puertas que representan los distritos senatoriales en que se dividía la Isla al momento de su construcción. Fue inaugurado el 11 de febrero de 1929 y el 14 de febrero del mismo año se celebró la primera sesión legislativa oficial”.
Al Salón Leopoldo Figueroa, ubicado en el primer piso, se le ha bautizado internamente como el “Salón de los Muertos”. Al entrar a este salón de audiencias —que de ordinario se utiliza para vistas públicas, actividades o sesiones especiales— se siente el frío del aire acondicionado con mayor intensidad, pero no es por su ambiente gélido que se nombra “Salón de los Muertos”, sino porque es donde le han dado el último adiós a numerosas figuras del mundo político. Uno de los velatorios fue el del excongresista Robert “Bobby” García en 2017 y en 2016 el expresidente del Senado, Miguel Hernández Agosto. Igualmente, en 2012 se hicieron las honras fúnebres de la artista y exsenadora del Partido Popular Democrático (PPD), Ruth Fernández.
El salón está dedicado a Figueroa, médico y abogado que completo 38 años en la Legislatura alternando como senador y representante.
El gusto y la personalidad de los legisladores siempre se hace notar en sus oficinas. El portavoz de la delegación del PPD en el Senado, Eduardo Bhatia, instaló en su oficina un cuatro del artista puertorriqueño Antonio Martorell. Se trata de la emblemática obra “Rompecabezas Bestiarium Politicum Portorricensis” (2012), que ilustra a los políticos puertorriqueños en forma de animales. El propio Bhatia aparece en cuerpo de un caballo, el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, en forma de tiburón, el excongresista Luis Gutiérrez en cuerpo de lagartija y el exgobernador Alejandro García Padilla en forma de gallo. También aparece el senador popular Miguel Pereira en forma de oso, la comisionada residente Jenniffer González en forma de manatí y la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, en forma de ave.
En el sótano del Senado se puede apreciar la exposición colectiva “Trascendencia” realizada por los estudiantes de la Escuela Especializada en Bellas Artes Pablo Casals. La frescura, colorido, crítica social y la modernidad de las obras adorna los pasillos del sótano senatorial con los retratos de artistas como Bad Bunny y Residente, pero también con deportistas como Carlos Correa, Javier “Javy” Báez y Javier Culson. La obra “Generación Prohibida” —que ilustra el rostro de Bad Bunny— es de la autoría del estudiante de cuarto año Josué A. Dieppa.
Trascendencia
Esta sección de la exhibición “Trascendencia” está dedicada a los deportistas boricuas.
Trascendencia 2
Parte de la exhibición “Trascendencia” —realizada por los estudiantes de la Escuela Especializada en Bellas Artes Pablo Casals— que se encuentra en el pasillo del sótano del Senado. Aquí sobresalen Bad Bunny y Residente.
El limpiabotas
Los días en que hay sesión ordinaria en la Asamblea Legislativa es común ver a un limpiabotas en el sótano del Senado. Allí empleados de la Legislatura y hasta los mismos legisladores disfrutan de los servicios que ofrece la persona encargada del puesto. Cada persona que camina por el pasillo del sótano recibe una sonrisa amable del limpia botas del Capitolio.
De protestas y democracia
La Plaza de la Democracia —ubicada en el lado norte del Capitolio— lleva ese nombre debido a que es el lugar común donde ciudadanos y grupos opositores del gobierno llevan a cabo manifestaciones. Las más recientes han sido por problemas en el servicio de transportación marítima a Vieques y a Culebra; la manifestación del 1ro de mayo —Día de los Trabajadores— y la lucha de los galleros contra la prohibición de las peleas de gallos en la Isla. La plaza fue construida hace más de 50 años, aunque no siempre llevó ese nombre.
Emblemática rotonda
La rotonda del Capitolio —ubicada en el primer piso y donde yace la urna de la Constitución de Puerto Rico— es uno de los espacios más emblemáticos del edificio. Allí es común la celebración de ferias artesanales y agrícolas, pero también fue el lugar para los actos fúnebres recientes de políticos como Héctor Ferrer, Carlos Vargas y el exgobernador Rafael Hernández Colón. A unos 80 pies de altura de la rotonda está la base de la cúpula, adornada por cuatro mosaicos representativos de momentos históricos como el descubrimiento de Puerto Rico, la conquista y colonización, la abolición de la esclavitud y el movimiento autonomista.
Estatua del gallo
Una de las recientes novedades en el Distrito Capitolio es la estatua en honor al Deporte de los Caballeros —los gallos de pelea— ubicada frente al edificio Baltasar Corrada del Río. Su costo no ha sido revelado por la superintendencia del Capitolio y fue motivo de críticas entre los legisladores de mayoría y de minoría.
Nueva plaza para los creyentes
Otro espacio que todavía está en construcción es la polémica Plaza de los Creyentes, que ubica a pasos de la estatua del gallo. La plaza costó $204,630 en fondos públicos y aguarda por la instalación de una escultura que elevó el precio de la obra. Se desconoce qué tipo de estatua será la instalada, aunque ya se ubicó una base de hormigón, enchapada en granito, para enclavar la misma.
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