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Larga y costosa la remodelación del Capitolio


Mientras todavía se deben miles de reintegros y cientos de suplidores no han cobrado, el renglón más costoso de estas reparaciones ha sido la adquisición y reemplazo de las ventanas de bronce.

25 de febrero de 2016
Por Maricarmen Rivera Sánchez, EL VOCERO 



En lo que va de cuatrienio, la Asamblea Legislativa ha gastado cerca de $18 millones en reparar y remodelar la llamada Casa de las Leyes, el Capitolio.

Información ofrecida por la Superintendencia del Capitolio detalla una larga y costosa lista de reparaciones realizadas en el edificio desde que comenzó este cuatrienio que está por terminar.

El renglón más costoso de estas reparaciones ha sido la adquisición y reemplazo de las ventanas de bronce. La información solicitada por EL VOCERO apunta a que este proyecto está en su tercera fase y costó más de $9.3 millones. Este proyecto, se explicó, incluye “el reemplazo de las ventanas originales de bronce del Capitolio, que datan de 1929, por nuevas unidades que cumplen con los códigos de seguridad vigentes y parámetros acústicos, respetando las proporciones de su diseño original”.

La segunda fase del reemplazo de las ventanas de bronce costó $3.8 millones y la tercera fase tuvo un costo de $5.5 millones. No se informó el costo de la tercera fase. Los $3.8 millones de la segunda fase incluyeron, además, la construcción e instalación de 97 ventanas de bronce y dos “unidades de paneles de mármol Georgia White”.

La tercera fase incluye construir e instalar 122 ventanas de bronce en tres pisos del Capitolio.

Durante los pasados años, han sido evidentes las reparaciones en el Capitolio. Según se informó, el desglose de gastos entregado no contempla algunas remodelaciones que se han realizado, pero que se hicieron con personal del Capitolio. Esto incluye la remodelación de varias oficinas y salones de audiencias, así como el mantenimiento del edificio.

En el Capitolio se han reportado varios incidentes por falta de mantenimiento, como el desprendimiento de los plafones en la sala de prensa, las múltiples goteras en el tercer piso del edificio, en los anexos y en el estacionamiento del edificio Luis A. Ferré, aledaño al Capitolio, y donde hay oficinas legislativas. Además, los elevadores muchas veces no funcionan y el pasado junio se desprendió un pedazo del yeso en el techo del hemiciclo senatorial mientras se desarrollaba el final de la sesión. Se informó entonces que reparar este pedazo tendría un costo de $35 mil. Este arreglo fue completado la pasada semana y ya no cuelgan los plásticos negros que cubrían una parte de las gradas del hemiciclo senatorial. Actualmente, las escalinatas del lado norte del Capitolio están cerradas y el público entra al edificio por las entradas laterales o por las escalinatas del lado sur.

Otro de los gastos significativos, según la información ofrecida, son los $5.2 millones para las mejoras electromecánicas en el techo del Capitolio. Según se informó a EL VOCERO, esto incluyó el sellado del techo y el arreglo del equipo de los aires acondicionados. Este trabajo incluyó reemplazar y modernizar los sistemas eléctricos localizados en los techos de los edificios.

El Capitolio data de 1929 y está recubierto de mármol por fuera y por dentro. Ese mármol es limpiado y brillado religiosamente por los empleados de mantenimiento de la Asamblea Legislativa y el proceso es uno laborioso y complejo. De acuerdo con la información ofrecida, la restauración, reparación y limpieza de las fachadas de mármol costó $2.2 millones. Esto incluyó la limpieza del Monumento en Honor al Policía que está a las afueras del Capitolio y que está hecho en granito.

El gasto incluyó la limpieza y el revestimiento del mármol “Georgia White” en las fachadas norte y sur, las escalinatas y las dos terrazas, cerradas hace años al público y utilizadas esporádicamente para actividades especiales. Con esto se pagó también “la limpieza y mejoras en el acabado de las cornisas en terracota vidriada localizadas en el perímetro superior del Capitolio”.

La rehabilitación y modernización de los elevadores costó cerca de un millón. Pese a esto, en la actualidad, al menos uno de los elevadores del Capitolio – el elevador para el público en el lado de la Cámara – no funciona. Durante estos cuatro años, es frecuente que al menos uno de los elevadores –y en ocasiones los dos– estén dañados. Pero, según la información ofrecida a este rotativo, se destinaron $855,996 para rehabilitar y modernizar el sistema de cuatro elevadores. Esto incluyó, según se informó, el reemplazo “de todo el sistema mecánico, eléctrico y de control de los elevadores y a la vez se modernizaron las cabinas en cumplimiento con los códigos y reglamentaciones vigentes”.

El proceso de evaluar el deterioro estructural del Capitolio costó $110 mil. Esto incluyó “hallazgos de áreas en deterioro y peligro estructural que afectan la seguridad de la estructura, tanto en su interior como en el exterior”.

Se indicó además que este reporte “da paso al diseño de un sistema de mitigación basado en malas estructurales para soportar el peso de cualquier desprendimiento de elementos de mármol o terracota del Capitolio”. Colocar este sistema de mitigación tendría un costo de otros $249,552.