Cuando
uno pensaba que lo había visto todo, el presidente de la Cámara firmó
una orden ejecutiva el pasado viernes prohibiendo la divulgación de
información de los empleados, contratistas y asesores de la Cámara de
Representantes, sin una explicación convincente, solo aludiendo que lo
hacía para protegerlos de cualquier peligro que pueda representar que
terceras personas se enteren de lo que ganan. Cualquiera diría que los
salarios de la Cámara de Representantes son salarios tan jugosos capaces
de representar amenazas de extorsión y/o secuestros.
Si incrédulo me quedé con esta decisión, peor aún quedé el lunes, cuando
el mismo presidente Méndez le dice al País que se arrepiente de la orden
ejecutiva, pero que no la va a eliminar. Esta última descabellada
expresión me recordó una frase de José Arsenio Torres y cito: “Esto es
como el hijo que asesina al padre y lo llevan ante el juez y pide
clemencia por ser huérfano”.
Pero vayamos a analizar los posibles escenarios que motivaron esta
movida a 20 días de la elecciones: El presidente Méndez no le interesa
un nuevo término; como buen jefe, quiere proteger a sus empleados y
contratistas de un secuestro a cambio de una recompensa económica;
prefiere el riesgo de perder su escaño a cambio de información parecida
a la que salió tras los arrestos de sus dos legisladores en días
recientes y que involucre más funcionarios del cuerpo que preside, o
peor, información que lo involucre a él directamente.
De verdad que no se me ocurren otras razones que hayan motivado al
presidente Méndez a días de un evento electoral, no solo a firmar una
orden de esa naturaleza, peor aun, a revalidar la misma con un
arrepentimiento altamente cuestionable.
Esta situación deja mucho que desear. Johnny Méndez es estadista y me
pregunto, ¿esta conducta es común en la nación americana? Antes de
contestar esta pregunta me di a la tarea de investigar. Encontré en
internet el portal The Civil Employee’s Resource, el cual provee valiosa
información pública de los empleados de agencias federales y militar;
posiciones disponibles, salarios por experiencia, por categoría y mucha
información. ¡Qué diferente hubiese sido si el presidente Méndez le
hubiese presentado al País algo parecido fundamentado en la
transparencia que tanto predican!
Acciones como estas han dado paso al nacimiento de nuevos movimientos
políticos, que merecen la oportunidad de presentarse como opciones. No
puede ser una opción ningún movimiento que solo hable de transparencia;
¡lo tiene que demostrar con sus acciones!
|