Un
residencial rodeado de lujo
Miércoles, 19 de Marzo de 2008
MARITZA DíAZ ALCAIDE / Primera Hora
Salen de oro los que viven en el residencial
Puerta de Tierra en San Juan.
Tendrán un nuevo hogar en lo que será una exclusiva zona
turístico-residencial: el San Juan Waterfront.
Las familias
pobres del residencial Puerta de Tierra tendrán la oportunidad de
compartir un mismo espacio urbano con familias más pudientes, en
un moderno complejo de hogares que el Departamento de la Vivienda
comenzará a construir para ellos a partir de mayo.
A pesar de que se trata de un complejo de vivienda pública, los
edificios que diseñó la firma de arquitectos Guillermety &
Asociados no tendrán nada que envidiarles a otros condominios de
más lujo a erigirse en el frente portuario.
La nueva edificación se construirá en terrenos del implosionado
residencial Las Acacias y parte del actual Puerta de Tierra.
Fue concebido de manera tal que armonice perfectamente con un
vecindario de 1,400 unidades privadas de vivienda y 900
habitaciones de hotel, tanto desde el punto de vista
arquitectónico como desde la convivencia comunitaria.
El secretario de Vivienda, Jorge Rivera, y el titular de la
Administración de Vivienda Pública, Carlos Laboy, explicaron que
la primera fase del proyecto —a construirse en parte donde estuvo
enclavado el caserío Las Acacias— contará con 17 espacios
comerciales que viabilizarán el intercambio social. Ya se decidió
que el principal comercio será una farmacia para procurar que los
nuevos vecinos del residencial público acudan a su mini-mall.
"Cuando sales del Viejo San Juan no hay una farmacia hasta llegar
al Condado", dijo Rivera al presentarle en exclusiva a PRIMERA
HORA el diseño del nuevo residencial Puerta de Tierra, diseñado
para que encaje entre los edificios de lujo de sus alrededores.
Vivienda contempla, asimismo, que el resto de los espacios
comerciales los ocupen microempresarios del propio caserío, por
ejemplo, artesanos que ya han sido certificados como tales por la
Compañía de Fomento Económico.
En cuanto al innovador diseño del residencial, Rivera dijo que el
mismo responde a un nuevo modelo de vivienda pública urbana que se
ensaya en la Isla.
El próximo a construirse, bajo las mismas pautas, ubicará en
Mayagüez.
Único en su clase
El caso del caserío de Puerta de Tierra es, sin embargo, único en
su clase.
El Gobierno no quería eliminar el residencial del San Juan
Waterfront, pero su estructura no podía desentonar con el nuevo
paisaje que se planifica para el frente portuario.
Los arquitectos contratados se cuidaron de intercambiar ideas,
incluso, con desarrolladores interesados en construir en el San
Waterfront para lograr la ar monía deseada.
La primera fase del proyecto de vivienda pública contará con una
torre, con cien unidades residenciales exclusivamente para
personas de edad avanzada. Frente a esa torre se construirán, en
edificios más bajos, 80 unidades familiares, un edificio de
administración y 80 estacionamientos.
Estas primeras obras deben estar terminadas en dos años y en las
mismas se invierten $14.5 millones.
“El nuevo residencial será para los actuales residentes de Puerta
de Tierra”, aseguró Laboy, quien manifestó que este proyecto se
realiza por fases para evitar realojar a las familias —como está
sucediendo con Las Gladiolas, en Hato Rey— a otros caseríos de la
zona metropolitana de San Juan.
Casi 500 viviendas
Al final del día, el residencial Puerta de Tierra contará con 484
unidades de viviendas, en cuatro manzanas. La obra completa se
construirá en unos cinco años y en el ínterin, los residentes
permanecen en apartamentos desocupados en el antiguo caserío.
El San Juan Waterfront es uno de los proyectos más ambiciosos de
la actual administración de Gobierno.
Promete convertir la zona portuaria de la capital en una de las
más atractivas de la región, no sólo por el desplazamiento de tres
hoteles y 500 mil pies cuadrados de comercios y vivienda, sino
porque también se le diseñó con parques recreativos y un bulevard
que se extenderá desde la ribera norte del canal San Antonio y la
avenida Fernández Juncos, hasta el muelle seis de San Juan.
Las obras portuarias incluyen una marina para megayates, con una
capacidad para recibir hasta 60 embarcaciones de 100 pies o más de
longitud. El proyecto cubre una extensión aproximada de 100
cuerdas y se invertirán unos $1,500 millones, la mayor parte del
sector privado.
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