Guillermo Negrón y Wilfredo Rodríguez están contentos con que muchos del caserío puedan trabajar en la construcción de sus nuevos hogares. (Primera Hora / Andre Kang)

No se lo creen del todo


Miércoles, 19 de Marzo de 2008
MARITZA DÍAZ ALCAIDE / Primera Hora

FELICES CON un residencial nuevo y moderno en el mismo lugar donde la mayoría de ellos han forjado toda una vida.

Algunos de los que viven en el residencial Puerta de Tierra en San Juan albergan, sin embargo, la suspicacia de los pobres, de los que temen que las buenas noticias no sean siempre tan buenas.

Luz Minerva Reyes vivía en el sector La Puntilla del Viejo San Juan, un área en la que se construyó un complejo de viviendas a bajo costo y que terminó desplazando a muchos de los antiguos residentes de ese barrio.

“No tengo información de lo que va a pasar aquí. No queremos que nos cojan de bobos”, dijo Luz Minerva cuando este diario le planteó que el Departamento de la Vivienda construirá un nuevo residencial exclusivamente para los que viven en Puerta de Tierra.

Sol López, madre de cinco hijos, está más al tanto del desarrollo del proyecto. Ella y su hija de 19 años están tomando los talleres que les capacitarán para poder establecer su propio negocio en los espacios comerciales que abrirán en el caserío nuevo.

“Espero conseguir uno de sus puestos”, dijo Sol, quien se adiestra en artesanía de barro, en la confección de jabones naturales y repostería.

Sobre los vecinos más ricos, los del San Juan Waterfront, la joven está confiada en que ellos serán sus clientes.

Wilfredo Rodríguez y Guillermo Negrón señalaron que ellos también están satisfechos con el proyecto, más aún cuando muchos del caserío podrán trabajar en la construcción de sus propios hogares.

A Rodríguez los vecinos más pudientes “no le quitan el sueño”, ya que podrán convivir juntos porque la gente del residencial “es buena”.

Roberto Guerra no está convencido de que los ricos lleguen a la zona de desarrollo en San Juan. “¿Qué pasa si abre Cuba?”, cuestionó bajo el escenario de una apertura del vecino país caribeño.