CLas técnicas de desplazamiento
que por años han denunciado comunidades del país se continuarán
replicando, sostuvo el líder comunitario y fundador de Casa Pueblo,
Alexis Massol, quien apostó a la unidad y al desarrollo de estrategias
concertadas como la que convocaron este domingo vecinos de San Juan para
detener esta práctica.
“Los puertorriqueños estorbamos en Puerta de Tierra, en la costa, en el
llano y en la montaña”, dijo Massol al denunciar que las prácticas de
desplazamiento forman parte de un plan articulado del gobierno que
incluye, incluso, el desarrollo de leyes para favorecer los grandes
intereses y una política de impunidad ante las denuncias de crimen
ambiental.
“Se está dando, yo diría que un canto a la esperanza porque aquí han
confirmado más de 25 grupos comunitarios. Yo creo que estamos en un
punto de una efervescencia donde el país está maduro… para unirnos y
obtener una victoria”, dijo.
Vecinos de comunidades de San Juan se unieron hoy en un “abrazo
solidario” para denunciar y buscar estrategias para detener las alegadas
prácticas de desplazamiento de las que aseguran son víctimas. La
actividad comenzó con un recorrido en el complejo parque San Agustín
hasta El Falansterio, el primer proyecto de vivienda pública
desarrollado en el país.
Un hombre mira desde el balcón de un apartamento del complejo de
vivienda pública El Falansterio. (Ramon "Tonito" Zayas)
En el trayecto las personas tuvieron la oportunidad de conocer cómo se
está dando el desplazamiento en Puerto de Tierra. “Se necesita una
estrategia, dejar los estilos pasados, dogmáticos, de protagonismo.
Necesita también una sede donde esa gestión pueda ejercer su liderato y
donde pueda planificar y lograr obtener la victoria”, señaló Massol.
Jonathan Colón Reyes, portavoz de la organización “Puerta de Tierra No
se Vende”, denunció que en los pasados años inversionistas extranjeros
han adquirido 30 propiedades en la zona, lo que ha acelerado el
desplazamiento. “Todas fueron adquiridas con el mismo fin de desarrollar
viviendas a corto plazo”, aseguró.
Ejemplo de ello, dijo, son la escuela Martín G. Brumbaugh, espacio para
el que hay planificado el desarrollo de un hotel; y el edificio que
ubicaba la antigua ferretería, donde vivían 21 familias del mercado
privado y hoy está dedicado al alquiler a corto plazo. “Ahí se podía
pagar de $300 a $500 en renta a largo plazo y hoy vemos noches desde
$200″, señaló Colón Reyes.
Los residentes de vivienda pública, por otra parte, se enfrentan al
desplazamiento a través de procesos de desalojos temporeros que, en
ocasiones, tienen como consecuencia que nunca puedan retornar a su hogar,
continuó Colón Reyes. “A nivel de San Juan vemos que la vida comunitaria
y de vecinos ya no se está dando, precisamente por los negocios o
alquileres a largo plazo, y a nivel de Puerto Rico vemos la misma
práctica”, indicó Colón Reyes.
Dijo que se han reunido con Vivienda Pública y con el alcalde de San
Juan, Miguel Romero. Sin embargo, no han obtenido los resultados
esperados. Han sugerido la regulación de los alquileres a corto plazo y
que los proyectos de vivienda pública se mantengan ocupados mientras se
realizan trabajados de rehabilitación.
Caroline Sánchez Feliciano, presidenta del consejo de residentes del
Parque San Agustín, en San Juan, indicó que hace un año residentes
recibieron cartas de realojo para darle paso a unas mejoras
estructurales en las escaleras. No obstante, la orden levantó la
preocupación de los vecinos, ya que todas las propiedades circundantes
han sido vendidas. “Ahí la alarma se reactivó porque ya hemos visto este
escenario”, expuso.
En el proceso, dijo, fueron reubicadas las familias que vivían en uno de
los seis edificios que componen el complejo. Las demás han resistido,
señaló. “Nos quieren sacar de la Isleta de San Juan y no es de ahora,
esto es de décadas”, mencionó Sánchez Feliciano.
Caroline Sánchez, presidenta del consejo de Parque San Agustín y
portavoz de Puerta de Tierra No se Vende. (Ramon "Tonito"
Zayas)
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La líder comunitaria recordó el complejo de Puerta de Tierra, el cual
fue renovado, pero bajo un modelo de vivienda mixta, lo que representó
una reducción sustancial en el número de unidades disponibles para
familias de escasos recursos. Lo mismo ocurrió en Las Gladiolas, ahora
bajo el nombra de Renaissance Square, agregó.
“Donde estaba el residencial Puerta de Tierra hicieron 174 unidades y
solamente de Puerta de Tierra tenemos diez familias. O sea, me
desplazaron más del 60% de la comunidad”, aseveró.
A través de expresiones escritas, el administrador de Vivienda Pública,
Alejandro Salgado, sostuvo que las mejoras en Parque San Agustín son
necesarias, ya que el no hacerlas “significaría un riesgo a la seguridad
de los residentes”.
El funcionario agregó que la reubicación temporal de los vecinos es
obligatoria. “Para poder realizar estos trabajos es mandatorio la
reubicación temporal de los residentes para, una vez concluidos los
trabajos, puedan regresar a las unidades”, sostuvo Salgado.
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