Gentrificación
El Nuevo Día
Lunes, 27 de febrero de 2023
Carlos Díaz Olivo
EEn su libro publicado en
1928, y titulado Un hombre muy viejo, Italo Svevo se nos quejaba de lo
siguiente: "Y ahora que estoy viejo, solo los jóvenes merecen respeto".
Y si son ricos y famosos, a la Bad Bunny, también se les concede
sabiduría. E influencia política, además, convirtiéndose en esos
"influencers" de las "redes" que desembocaron en la manifestación cívica
del verano 2019. Hace tiempo que cuestiono los frutos de la educación;
ahora bien, hoy en día esta ha sido sustituida por la influencia
mediática primero -la televisión- y las "redes socíales" después,
condicionamientos sociales un poco a mitad de camino entre la antigua
propaganda política y el más reciente populismo demagógico. Enseñar a
pensar es como enseñarle el delicado oficio del autorretrato pictórico a
un amante de los selfies. La gratificación instantánea impera en el
mundo.
Si alguien llega a mi edad, la sorpresa cede a la perplejidad y esta al
cuestionamiento: Porque me pregunto, cómo es que en el último video de
Bad Bunny, producido como El Apagón, y con el subtítulo de Aquí vive
gente, es posible que con lindezas como PfuckingR, Puerto Rico está
cabrón con sus hoyos y apagones, también ahora los puertorros
distinguidos como practicantes ávidos en la Capital del perreo, y
gustándonos tanto la Salsa como la vagina de la Patria, alguien quiera
permanecer aquí y que sean ellos -los gringos- quienes se larguen. El
corillo se lamenta, entre sus jeremiadas pop, que nos están desplazando;
pero somos nosotros los que nos estamos "embarcando" para el Norte. El
patriotismo juvenil siempre ha sido lastimero, aunque disfrazado de
combativo.
Y lo entiendo, sí, o casi lo entiendo, que esta juventud influenciada
por ' Bad Bunny esté a mitad de camino entre la rebeldía y la revuelta
callejera, aunque esto tampoco resulte preciso: Más bien reencarnan
aquel espíritu espontáneo y tirapiedras que llamábamos la anarcolocura:
¡son nuestros anarcolocosl Tienen "influencers", pero no líderes: Estos
están en el estudio de grabación ¡cantando sus agravios!
A falta de historia y memoria, el espontaneísmo juvenil es a veces
reaccionario; en otras instancias, como en el verano 2019, resulta
justiciero. Reaccionario porque Puerto Rico necesita inversión
extranjera, haya beneficios contributivos leoninos o no. También Cuba
necesita esa inversión. Tanto el nuestro como aquel estado
revolucionario apenas pueden solventar el desarrollo económico. Somos
sociedades que no producimos suficiente riqueza. Somos países quebrados,
uno por el poscolonialismo y el otro por un estalinismo testarudo y
contumaz.
Según el video del Conejo Malo, los grandes enemigos de estos agraviados
jóvenes son la gentrificación de zonas urbanas en vías de renovación y
la privatización de las playas. Por esto nos referimos específicamente a
la renovación urbana de Santurce y Puerta de Tierra, las asediadas
playas de Rincón y Dorado, con las sendas disputas del Condominio Playa
y Sol, los nuevos proyectos de viviendas multimillonarias en la playa de
Dorado.
Ambas luchas tienen antecedentes en los años de mi juventud. En los años
sesenta se llamaba el movimiento "Playas pa'l pueblo". Las playas
privatizadas del Caribe Hilton y la rada de El Escambrón fueron
protagonistas en aquel esfuerzo por fomentar la playa pública. Don Félix
Benítez Rexach, creador del entablado antiguo de esa rada y constructor
del Normandie, y quien todavía para esa época vivía en el mirador del
Hotel, en alguna que otra ocasión hizo manifestaciones en favor de ese
movimiento y se unió a los manifestantes. En aquella época Don Felo se
había convertido en la excéntrica figura antiestablishment por
excelencia. Hoy por hoy, el gobierno de Puerto Rico y la Alcaldía de San
Juan tendrían que garantizar el acceso público tanto a la Playa de la
Ocho como a la de la rada, no obstante cualquier esfuerzo de
restauración del Hotel Normandie.
El Viejo San Juan se "gentrificó" en los años sesenta. De ser una
comunidad proletaria, de trabajadores clase media baja, con la
incidencia más alta de bares y prostíbulos per cápita de todo San Juan,
y cuya clientela principal eran los marinos que el poeta nacional
Corretjer llamaba "la diarrea yanqui", se convirtió en comunidad de
ricos, artistas e intelectuales, con sus cafés, restaurantes chic,
galerías de arte, algo así como lo que supuestamente se ambiciona hoy
para la Calle Cerra de Santurce. Recién se publicó un libro sobre los
escritores y poetas que viven en el Viejo San Juan. Y esa gentrificación
se logró con la planificación gubernamental de entonces, las leyes e
incentivos contributivos para alentar la restauración de edificios
abandonados, pagar los enormes costos de reedificación en el Viejo San
Juan. A la vez, hasta que el mercado ya lo prohibió, se atendieron las
necesidades de vivienda de los residentes más pobres que decidieron
permanecer en la ciudad murada: Se edificó el proyecto a bajo costo de
La Puntilla y el Condominio Luna. Fueron proyectos de vivienda
subsidiada que sobrevivieron los primeros embates de la llamada
gentrificación y la explosión de precios en los bienes raíces. El Viejo
San Juan, con sus galerías, instituciones rales, museos y tarjas
conmemorativas, se convirtió en emblema del nacionalismo cultural
auspiciado durante los mejores años del Estado Libre Asociado.
La misma gentrificación podría ocurrir en Puerta de Tierra, y para
sorpresa de muchos ya ha comenzado, algo tímidamente, ¡hasta en La
Perla! En la llamada "Puerta", y por pura demagogia de los seguidores de
Bad Bunny, un proyecto de residencia a bajo costo como el de Bayshore
Villas es etiquetado "de riquitos". Mientras tanto, en el video, el
reguetonero originario, Vico C, añora el monstruoso edificio-residencial
Las Acacias donde se crio, hace años implosionado, comunidad que vivió
la guerra per manente entre sus maleantes y el Cuartel de la Policía,
que le quedaba al frente. El Falansterio debería ser restaurado por el
Municipio, al menos, mediante limpieza con manguera dé a presión,
devuelto a su elegancia como estructura Art Déco diseñada en 1937 por el
arquitecto Ramírez de Arellano y según el estilo "Garden City" de Tony
Garnier. El Normandie, diseñado por el arquitecto Raúl Reichard en 1942,
es la otra joya arquitectónica del barrio frontera entre San Juan y
Santurce. Puerta de Tierra también podría honrar, mediante tarja, el
domicilio del pintor y "rotulista" Juan Rosado, artesano aficionado a la
música culta, maestro del pintor y artista gráfico Rafael Tufiño,
auspiciador de soirées con el Cuarteto Figueroa. También habría que
destacar, mediante pequeño museo, la historia de esa comunidad, antes y
después de demolidas las murallas de la Puerta de Santiago. Por último,
deberíamos recordar el legado arquitectónico de Pedro de Castro en
Puerta de Tierra, como la Casa de España y el Teatro Lara, ciner que en
los años setenta albergó el histórico grupo teatral Teatro del 60.
El lema debe ser nostalgia identitaria y restauración de los edificios
recuperables. La controversial Ley 6o debe ser atemperada a las
necesidades de estas comunidades en vías de "gentrificación". El turismo
Airbnb llegó para quedarse. Debemos ser, como es nuestra tradición,
gente transaccional, que sabe bregar, según el pensamiento de Arcadio
Díaz Quiñones. Siempre hemos dado del ala para comer de la pechuga;
hasta el truculento nacionalismo cubano sabe eso, y lo practica.
En San Juan, A 27 de octubre de 2022
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