La evaluación del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales
(DRNA) sobre el área donde se pretende desarrollar un
estacionamiento para el futuro uso de los visitantes del Hotel
Normandie arrojó que la construcción tendría un impacto
“significativo” y, hasta la fecha, el proponente del proyecto no
ha presentado una réplica, aseguró hoy la agencia.
De acuerdo con la ponencia que presentó la dependencia
gubernamental a la Comisión de Asuntos Laborales y Derechos
Humanos del Senado, la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe)
archivó la solicitud de permiso el pasado 17 de mayo “debido a
que el proponente no atendió los comentarios del DRNA. Al
momento, no se ha identificado ninguna otra solicitud para este
proyecto pendiente de evaluación en el DRNA”.
Tan reciente como el 2 de septiembre, sin embargo, la
Legislatura Municipal de San Juan aprobó una ordenanza que
autoriza al alcalde Miguel Romero a ceder en arrendamiento
varias estructuras del estadio Sixto Escobar a la empresa
propietaria del Hotel Normandie, The Normandie OZ LLC. El
municipio respalda el desarrollo de un estacionamiento
soterrado, que ubicaría debajo del área de la pista y el campo
deportivo del estadio. Según el municipio, The Normandie OZ LLC
tendría la responsabilidad de desarrollar el estacionamiento con
fondos propios o federales.
“En síntesis, el resultado de la evaluación del Área de
Evaluación de Documentos Ambientales indicó que a pesar de ser
un área previamente impactada, puede haber impactos
significativos por la acción propuesta, por lo que se recomendó
la preparación de una Declaración de Impacto Ambiental para
poder evaluar adecuadamente los impactos”, indicó la ponencia
del DRNA, que fue leída en la vista pública por Samuel Acosta,
ayudante especial de la secretaria designada, Anaís Rodríguez
Vega.
A preguntas de la presidenta de la comisión, Ana Irma Rivera
Lassén, el ingeniero Luis Sierra, encargado de la división de
permisos del DRNA, aceptó que el proponente tendría “mucho
trabajo” para justificar la construcción propuesta, si bien
podrían presentarse modificaciones al proyecto que lo hicieran
viable. En la ponencia se precisó que la OGPe, a raíz de la
conclusión del DRNA, había solicitado comentarios a The
Normandie OZ LLC desde el pasado 16 de febrero.
El área que sería impactada ubica en una zona declarada como de
“alta peligrosidad” por el propio municipio de San Juan y el
gobierno federal, advirtió el arquitecto y planificador Pedro
Cardona Roig en la audiencia pública.
“En el 2021 se aprobó el plan de mitigación contra peligros
naturales del Municipio de San Juan. […] Este identifica el
sector del Escambrón como un área de riesgo por inundación y
maremotos. Está identificado además como un área de desalojo, y
en los mapas recientemente aprobados por FEMA (Agencia Federal
para el Manejo de Emergencias) tienen la clasificación de zona A
en gran parte de los terrenos. O sea, es un área de alta
peligrosidad por marejadas”, subrayó Cardona Roig, quien
participó junto a un panel de vecinos del Condado y el Viejo San
Juan que se opusieron al desarrollo propuesto por el municipio.
A la vista no acudió representación de la Oficina de
Planificación del municipio de San Juan, a pesar de que había
sido citada. Según Rivera Lassén, en una comunicación por
escrito, la directora de Planificación de San Juan, Tamara
González, afirmó que la división que dirige no ha intervenido en
la discusión sobre el desarrollo propuesto.
“Vamos a hacer las gestiones, a solicitud de lo que dijo la
compañera (senadora) Migdalia Padilla, de auscultar la
posibilidad de hacer una vista para que venga el municipio o
solicitarle al municipio todo lo que nos hace falta, evaluarlo,
y ver la posibilidad de hacer una segunda vista”, indicó Rivera
Lassén al concluir la vista.
Cardona Roig alertó que el área, también conocida como el Parque
del Tercer Milenio, está construida sobre una “ciénaga”.
“El agua de mar está muy próxima a la superficie del terreno.
Esa simbiosis, esa relación entre una cosa y otra es
fundamental. Como arquitecto del Parque del Tercer Milenio,
nosotros tuvimos que trabajar con lo que fue la cimentación para
la construcción del restaurante del Escambrón y el puente
peatonal que cruza hacia el parque Luis Muñoz Rivera. Ese lugar
tiene el número más extraordinario que yo jamás haya visto de
pilotes hincados para poder erigir esas estructuras”, planteó
Cardona Roig, quien igualmente cuestionó si el municipio tiene
la facultad para “enajenar” las instalaciones, considerando que
la zona marítimo terrestre queda bajo la jurisdicción del DRNA.
Amaury Rivera, líder comunitario de la zona del Condado, trazó
en la vista pública un paralelo entre el desarrollo previsto por
el municipio en los alrededores del Normandie y la reciente
controversia por el Parquecito Borinquen en la avenida Ashford.
En ese caso, el Departamento de Transportación y Obras Publicas
registró a su nombre el área verde en 2019 y, en 2021, la cedió
a una corporación privada que tenía la intención de desarrollar
un condómino. No obstante, en el proceso de vistas públicas en
la Cámara de Representantes, trascendió que el terreno era
propiedad del municipio capitalino desde la década del 1970, que
posteriormente reclamó su titularidad.
Los parques públicos “no se deben vender y cualquier transacción
relacionada a los mismos debe ser afirmando su uso futuro,
tomando en consideración la participación de las comunidades que
los usan, garantizando el uso y disfrute para las generaciones
presentes y futuras […] En ese caso, encontramos que la
información sobre el desarrollo de este se ha hecho en
comunicados de prensa o peor, en entrevistas que no han incluido
a los miembros de las comunidades afectadas”, sostuvo Rivera en
su ponencia.
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