Dan receta estudiantil

Por: Rebecca Banuchi
El Nuevo Día
jueves, 9 de octubre de 2014

Jóvenes testifican sobre cambios positivos en la escuela José Celso Barbosa de San Juan


Estudiantes de la escuela José Celso Barbosa durante una audiencia pública.

Durante los últimos cuatro años, la escuela Dr. José Celso Barbosa en Puerta de Tierra ha experimentado profundos cambios en su administración que han transformado por completo la actitud de los estudiantes sobre sus deberes y los rigores académicos.

Ello, según el testimonio de varios estudiantes que comparecieron ayer ante la Comisión Especial para la Transformación Administrativa y Operacional del Sistema de Educación de Puerto Rico para discutir los cambios que, a su juicio, requiere el sistema público para motivar a los alumnos y mejorar sus índices de aprovechamiento académico.

Los estudiantes Anthony Borrero, Ishamarie Ortiz, Angely Soto y Rodney González coincidieron en que hace cuatro años era habitual que los alumnos de esa escuela llegaran a sus clases a las 8:00 a.m. y 30 minutos después abandonaran sus aulas y no regresaran.

Pero todo eso cambió, según dijeron en la vista pública senatorial, con la llegada de la directora Zoraya de la Vega hace unos tres años.

"Ella siempre nos pone disciplina, nos tiene en la línea", comentó Ortiz a preguntas de los senadores que componen la comisión especial que investiga, entre otras cosas, los motivos por los que el estudiantado del sistema público fracasa en las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA).

La estudiante y sus compañeros comentaron que la llegada de De la Vega supuso la imposición de reglas más estrictas respecto a las ausencias y al comportamiento en el plantel, pero también estableció un sistema en el que el personal docente y administrativo les prestaban mayor atención y les brindaban más apoyo.

“En la antigua Barbosa, yo era uno de los que entraba a la escuela a los 8:00 a.m., y a las 8:30 de la mañana le decía al maestro que iba a la tienda y nunca regresaba. Ahora, yo hago algo y los maestros son como mis segundos padres… Sinceramente, la escuela no me motivaba, no había compañerismo. Yo podía salir (de la escuela), y a nadie le interesaba”, manifestó Borrero.

Los estudiantes plantearon también que los maestros y maestras deben presentar el material de manera más atractiva y dinámica, y comprender que los alumnos aprenden de maneras diversas.

“Hay personas que necesitan más explicación en cuanto a ciertas materias. No todos los maestros tienen la misma paciencia ni el deseo para todos los estudiantes, hay a quienes no se les da la atención que merecen”, dijo González.

Aunque entre los estudiantes hubo consenso respecto a que la llegada de la nueva directora fue un factor determinante del cambio, el presidente del Senado, Eduardo Bhatia, quien también encabeza la comisión especial, resaltó que según De la Vega lo que marcó la diferencia fue que, desde el 2012, la escuela participa en el programa del School Improvement Grant (SIG), mediante el cual las escuelas con el desempeño académico más bajo reciben una serie de ayudas en aras de mejorar el aprovechamiento de los estudiantes.

A través del SIG, entidades privadas les dan apoyo a los planteles para que superen sus deficiencias, y el líder senatorial anticipó que examinará los criterios específicos que inciden en que una ínfima parte de los 1,388 planteles participen en ese programa.

“Me gustaría que el propio secretario (Rafael Román) nos explicara qué es el SIG y cómo está funcionando”, dijo el líder senatorial.

“Creo que el sistema está roto en muchos sitios, los directores no pueden tomar decisiones, los estudiantes están faltando, los padres en muchas escuelas no les interesa (la educación de sus hijos). Tenemos un problema con los superintendentes, con el Departamento (de Educación), que está muy centralizado. Son tantas cosas a la misma vez que hay que buscar la forma de ver cómo se puede atender eso para que se puedan tomar decisiones y que puedan identificar quién es el responsable”, puntualizó Bhatia.