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Prann insistió en que para revertir daños, en El Falansterio urgen inspecciones y órdenes de restaurar todo lo
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Perito denuncia peligrosas alteraciones en emblemático edificio
Mientras en Río Piedras avanza la demolición de la antigua Penitenciaría Estatal -el Oso Blanco-, a pesar de la creciente oposición de arquitectos y otros grupos, en Puerta de Tierra un puñado de ciudadanos mantiene desde el año pasado una lucha para intentar frenar demoliciones de algunas paredes en el histórico Falansterio.
El ingeniero John E. Prann destacó que aunque el citado edificio figura en el Registro Nacional de Lugares Históricos del Departamento del Interior de los Estados Unidos, las autoridades aquí no han tomado acción afirmativa para evitar alteraciones peligrosas en el interior de ciertos apartamentos que estima pueden comprometer la estabilidad de toda la estructura.
"Este edificio tiene la condición exclusiva de que todas sus partes están constituidas por paredes de carga, que en un condominio es un elemento común, que no se puede tocar porque se afecta toda la estructura", sostuvo el ingeniero, hijo del contratista Robert Prann, responsable de levantar la imponente construcción art deco, a partir de 1935.
"Mi preocupación es que sigan ocurriendo demoliciones clandestinas y que, después que se
levantó bandera al respecto, las autoridades busquen como legalizar lo ilegal", agregó al explicar que varias agencias han sido advertidas sobre la situación desde 2013, pero han minimizado la gravedad del asunto, aun después de constatar la destrucción de paredes interiores para ampliar apartamentos.
En cartas dirigidas al Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) y al Municipio de San Juan, entre otras agencias, Prann, basado en los planos originales del Falansterio, manejados por su padre, documentó que en el edificio "no existen vigas, ni columnas
interiores" y también destacó que "no existen paredes en bloques" para explicar que se trata de un sistema estructural común "intocable".
En un breve recorrido por las afueras del Falansterio, Prann dijo a este medio que al presente, justo cuando peritos reafirman que en cualquier momento puede producirse un sismo de severa magnitud en Puerto Rico, la alteración de las citadas paredes en un edificio como ese, debilita su estabilidad ante ese tipo de fenómenos.
Prann observó que para justificar la demolición parcial de una pared en un apartamento, se presentó al ICP un plano de plomería que utilizó un ingeniero para en pocas líneas alegar que la sección en cuestión "no forma parte del armazón estructural", lo que desmiente el plano original de 1935. Ante esa "certificación fatula", el ICP se allanó y la Oficina de Patrimonio Histórico Edificado resolvió no intervenir, porque aceptó como bueno el documento.
REACCIONA EL MUNICIPIO. Mientras, la Oficina de Permisos del Municipio de San Juan, con ingerencia también en estos asuntos, afirmó que no tienen ante su consideración ninguna querella reciente sobre demoliciones o alteraciones indebidas en el Falans-terio. La ingeniera Karina Jiménez, a cargo de la citada división en el gobierno capitalino, dijo a este medio que hace un tiempo se trajo a su consideración "una pequeña demolición en uno de los apartamentos para expandir una puerta entre la cocina y el comedor". Aseguró que se trataba de unos tres pies.
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