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El evento se le dedicó a la "Memoria del
Bosque"/Foto:David Villafañe |
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domingo, 22 de abril de 2018
Por Marga Parés Arroyo
Malangas, chayotes y calabazas fueron parte de los productos que Nelson Munge trajo ayer desde su Finca Adjuntas hasta San Juan para venderlos y educar sobre las bondades de la agricultura orgánica, en la vigesimonovena edición de la Feria Para la Naturaleza.
“La gente no está comprando tanto, sino que ha venido más a educarse. Es importante saber, por ejemplo, que muchas plantas han desaparecido por la contaminación, como la miramelinda, que se ha afectado por la lluvia ácida y el calentamiento”, dijo Munge.
Este año, la Feria, realizada en el Parque Luis Muñoz Rivera, se le dedicó a la “Memoria del Bosque”, tras los estragos del huracán María y la importancia de reforestar.
“Queremos que todo Puerto Rico se comprometa a sembrar”, dijo el presidente de la organización Para la Naturaleza, Fernando Lloveras, quien anticipó que para el próximo año la Feria se enfocará en todas las especies que vuelan y su importancia en dispersar semillas.
Gilberto Reyes y Julio Salgado, de la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña, explicaron que la población de zumbadores fue afectada por el huracán, siendo importantes polinizadores.
Ricardo Pérez, quien está haciendo su internado de Biología en la Hacienda Buena Vista, en Ponce, explicó, mientras tanto, la importancia de proteger a los murciélagos, haciéndoles pequeñas casas de madera.
“Sí, sus excrementos podrían tener bacterias y enfermedades, pero también ayudan en la dispersión de semillas y en la restauración de ecosistemas. Es más lo positivo que lo negativo”, dijo.
Entre los líderes comunitarios que participaron de la actividad estaba Ivette Mejías, de la comunidad Corral Viejo, en Ponce, donde viven unas 129 familias, muchas de las cuales sufrieron grandes daños tras el huracán.
“Lo positivo de todo fue que trajo unidad entre las personas, empoderamiento y que pudimos iniciar proyectos de autogestión”, dijo.
Lisa Pérez, de la comunidad Barcelona, en Río Grande, explicó que, tras el huracán, su familia y vecinos del sector también se organizaron y buscan que comunidades aisladas como ellos tengan la oportunidad de rehabilitarse.
“Nos enfocamos en defender el barrio del desplazamiento”, comentó, por su parte, Abimanuel Montalvo, de 12 años, una de las voces activas de la comunidad de Puerta de Tierra, en San Juan, donde se han rescatado varios edificios abandonados.
Ayer, Para la Naturaleza presentó oficialmente el programa Hábitat, que busca sembrar 750,000 árboles nativos en siete años, explicó su gerente Luisa Rosado.
“Sin árboles no podemos vivir. Dan oxígeno, sombra, alimentos y anidaje a aves migratorias que ayudan a polinizar”, dijo Roberto Ocasio, del Vivero Barranquitas.
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