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Lozada posa
junto a Gutiérrez tras recibir la medalla. (EFE /
David Banks) |
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Tributo tardío a ex militar boricua
Recibe el Corazón Púrpura tras
seis décadas de espera.
08 Marzo 2011
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José A. Delgado/El Nuevo Día
WASHINGTON - Seis décadas después de haber sido herido en combate
en Corea, el soldado puertorriqueño Tomás Lozada recibió ayer en
Chicago la Medalla del Corazón Púrpura que por tanto tiempo le
habían negado.
“Estoy orgulloso”, dijo vía telefónica, momentos después de haber
recibido la condecoración de manos del congresista boricua Luis
Gutiérrez, quien ayudó a su familia a superar décadas de
desatención por parte del Pentágono.
Lozada, quien fue miembro del famoso regimiento 65 de Infantería
integrado entonces exclusivamente por puertorriqueños, resultó en
1953 con serias heridas en la cara y su mano derecha, tras la
explosión de una granada que cobró la vida de otro boricua.
Como veterano de guerra tuvo acceso a servicios médicos, pero el
Pentágono nunca reconoció, hasta hace unos días, el incidente en
que resultó herido.
“Me decían que los documentos míos se habían quemado en un
incendio en una de sus facilidades, en 1973”, relató Lozada, de 78
años.
Gracias a la presión ejercida por su nieta, Irma Cornier, y la
intervención del congresista Gutiérrez, el Pentágono aceptó como
documentación los informes médicos del hospital de Japón al que
fue llevado tras ser herido.
Las lesiones sufridas surgieron durante un enfrentamiento con
tropas chinas, en momentos en que había cumplido todo un año en la
zona de combate.
En el hospital de Japón al que fue trasladado de urgencia, le
dieron dos opciones: enviarlo de regreso a Puerto Rico; o darse
terapia para recuperar el movimiento de su mano derecha y regresar
a combate.
Lozada, ahora pastor de una iglesia en Chicago, optó por volver al
campo de batalla, donde estuvo siete meses adicionales.
Tras conseguir que se le entregara la Medalla de Corazón Púrpura a
la que tiene derecho todo militar herido en combate, el
Departamento de Defensa le encomendó a Gutiérrez la ceremonia de
condecoración, a la que asistieron líderes de organizaciones de
veteranos del estado de Illinois.
Lozada nació en San Juan en 1932. Se crió en el residencial
público Puerta de Tierra.
En pocas ocasiones ha vuelto a la Isla, donde vive su hermana, de
84 años, y varios de sus sobrinos. “Regresé a Puerto Rico en 2003
para celebrar mi 50 aniversario de bodas”, dijo Lozada.
En la ceremonia en Chicago, Gutiérrez indicó, por su parte, que
“hay pocos momentos más gratificantes” como congresista que poder
ayudar a que las cosas se hagan bien.
Mantuvo, además, que Lozada “representa la larga tradición de
servicio militar de mis compatriotas puertorriqueños”.
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