Eliminan concesiones en la Guardia Nacional
Rama del Ejército se encargará de administrar negocios y propiedades
19 de junio de 2013
Por Keila López Alicea /El nuevo Día
Los concesionarios privados que operan varias propiedades dentro de los cuarteles de
la Guardia Nacional pronto saldrán del panorama mediante una reestructuración que
pondrá los negocios del cuerpo castrense en manos de las autoridades federales.
El ayudante general de la Guardia Nacional, el general de brigada Juan J. Medina
Lamela, explicó que al finalizar este verano, las operaciones del restaurante, la
cafetería y el salón de actividades serán administrados por una nueva sección dentro
de las Fuerzas Armadas conocida como Morale, Welfare and Recreation (MWR) que se
encarga de proveer servicios a los soldados estadounidenses y sus familias.
“Los concesionarios van a empezar a desaparecer porque ahora pasarán al MWR. La tienda
y todo eso ya no va a tener concesionario, va a ser operado por la parte federal y eso
va terminar en el verano. (El MWR) es una sección completa que aunque tiene empleados
que no son militares, el concepto de lo que es MWR es un ‘non for profit’ (sin fines
de lucro), así que la comida y las cosas serían más baratas para el soldado”, sostuvo
Medina Lamela.
El militar rechazó que este cambio afecte las finanzas de la Guardia Nacional, a pesar
de que ya no recibirán dinero por el alquiler de las propiedades.
El lunes, la Oficina de la Contralor divulgó una auditoría realizada al Fideicomiso
Institucional de la Guardia Nacional (FIGNA) en el que se detectaron diversas
irregularidades en la administración de los bienes de la Guardia Nacional entre el
2007 y el 2011.
Entre los hallazgos revelados por la contralor se destacan el otorgar descuentos en
las tiendas militares a concesionarios privados y empleados de los concesionarios,
quienes por ley no tienen derecho a este beneficio.
No obstante, Medina Lamela explicó que la autorización para comprar en las tiendas
militares forma parte del contrato de arrendamiento que se firma con los
concesionarios, de forma que los negocios puedan pasar estos ahorros a los soldados y
sus familiares.
Por otra parte, Medina Lamela -quien preside la junta de directores de FIGNA-
reconoció que, tal y como señaló la auditoría, en el 2008 se adquirió un terreno en
Santa Isabel por $12.7 millones a pesar de que al momento no hay un uso establecido
para el mismo.
“Está en planes nada más y ya tenemos diseños de opciones, pero el terreno no está en
uso ahora mismo”, sostuvo el ayudante general.
El general de brigada señaló que en el terreno de 26.8 cuerdas se podría construir un
nuevo cuartel general, una armería o viviendas para veteranos retirados.
“Podría ser un complejo de viviendas para veteranos con un concepto para veteranos que
no quisieran estar en sus casas solos y allí iban a tener ciertos servicios médicos
limitados, unos pequeños colmados... Es un concepto nuevo que se está explorando, ya
se sometieron planos y estamos evaluando todo, pero finalmente yo creo que van a ser
armerías porque no tenemos dónde poner los soldados”, indicó Medina Lamela.
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