Con un lenguaje icónico y textual
autóctonos, de contenido popular, con personajes épicos y de cómics, así
como con retratos de Einstein, Beckett o Washington, y de factura más o
menos clandestina en espacios urbanos de San Juan, Puerta de Tierra,
Santurce y Barrio Obrero, figura y fulgura una suerte de arte público, que
desde estas mismas páginas se ha anunciado, como la evolución del
movimiento graffitti local hacia un muralismo de factura vernácula.
Comenzando o finalizando desde esos mismos puntos urbanos, un paseo por
esos murales desvelan en paredes de edificios derruidos, abandonados, por
la vía antigua del tren, paradas de guaguas, en estacionamientos privados
así como en paredes amplias públicas y privadas todo un anecdotario que
expresan ideas o declaraciones manifestadas en las eternas "bubble
letters" y sus degradaciones, que han constituido la firma del artista con
forma de garabato. Esa y otras expresiones del graffiti del patio, se han
transformado con la creación de letras más estilizadas y grandes; y en los
mejores casos, se han fundido con la narrativa pictórica del mural
expuesto.
Este graffiti hip hop, que ha llegado a la Isla vía Nueva York, es el
mismo de los romanos que garabateaban las paredes del Coliseo hace miles
de años; al igual que hacían los macedonios, los griegos, los antiguos
egipcios con sus enigmáticos jeroglíficos, los cavernícolas de las
pinturas rupestres, los taínos con sus petroglifos, y los franceses en la
Revolución estudiantil de 1968, y que recogiera Julio Cortázar en un largo
poema titulado "Revolución del mes de mayo", compuesto de graffitis
exclusivamente, en vez de versos.
Graffiti hip hop clandestino
Compuesta esta iconografía de luchas entre el bien y el mal, sea
dramatizada por héroes míticos o nacionales versus demonios
caricaturizados o terroristas, o por hombres que convocan a que los ricos
paguen por los pobres, o por escenas que rayan en la cotianidad y el
crimen de cada día, en sus diversos planos se sigue una narrativa
futurista muy comprensible a una audiencia que también comparte procesos
intertextuales de importancia superlativa. Cabe destacar que por esta
pictografía se retrotraen también las de Jean Michel Basquiat, George
Grosz y Os Geméos, por mencionar algunos.
Este museo al aire libre metropolitano, aunque de existencia limitada y
efímera —análogo sólo a sus condiciones de producción y a su naturaleza
como obra artística— también exhibe el graffiti original caligráfico,
otras intervenciones urbanas, y trae diseños a la vez que ilustraciones,
testimonios, anécdotas, críticas, innovaciones, eventos, publicidad y
talento ilimitado con una riqueza inagotable de significados y matices.
Lo maravilloso de esta experiencia es observar la fusión de texto e imagen
en tiempos de nuevas tecnologías producidos dentro de cierta ilegalidad,
fuera del ojo común y ejecutadas las obras prácticamente de noche. Si en
Nueva York, la Autoridad de Tránsito persiguió a los creadores de graffiti
por pintarles los subways; en la Isla, las autoridades policíacas han
verbalizado además su desencanto con esta manifestación artística. Otro
factor en contra de la creación local, es el ataque de otros graffiteros
quienes boicotean, intervienen o destruyen las obras de sus propios
homólogos.
Inigualable equipo de graffiti y muralistas
Uno de esos inigualables equipos de creadores de graffitis y murales ha
estado compuesto por Joshua Santos "Ismo" o "Bik", Eliezer Pagán "Ske" y
Omar Rosario "Rek", quienes en muy pocos años han creado murales
monumentales al finalizar la calle de San Agustín en Puerta de Tierra, en
la parada 26 de Santurce, en la esquina de la avenida Borinquen de Barrio
Obrero y el Pocito Dulce. Estos formaron parte de la importante exhibición
la importante exposición de Graffiti de El Grupo SWAT de graffiteros,
titulada "De acuerdo a la tradición", en las galerías Prinardi del
Condominio El Centro de Hato Rey, que dirigen Andrés Marrero y Judith
Nieves. |
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Consciente de la importancia de
este movimiento en la historia del arte de Puerto Rico, Marrero expuso una
muestra de un arte vivo que, impulsado por la circularidad del pensamiento
y de la historia particular y global en las artes, pone en perspectiva
cómo los cánones del arte y los elementos plásticos que ocupan a los
artistas se hacen presente en todos los movimientos plásticos, en los
diferentes lenguajes y en diferentes épocas históricas.
"Con el interés de provocar, despertar e invitar a ver a las mentalidades
comprometidas con el presente y futuro de Puerto Rico, la urgente
necesidad de construir un tercer ojo crítico visor, capaz de mirar las
necesidades de nuestro pueblo, no desde una visión excluyente y
discriminatoria, sino desde una visión totalizadora de la historia, que de
modo natural ponga a los artistas de nuestro tiempo en sintonía con todo
nuestro pasado y nuestra actual realidad política y social, El Grupo SWAT
se compone de artistas plásticos, diseñadores gráficos, un sociólogo y un
hojalatero. A todos los une la pasión y el estudio serio y formal de las
artes, así como una conciencia social muy aguda, la cual es presentada en
su arte, a veces jovial, y otras muchas, cargada de un gran cinismo
perspicaz", declaró Marrero.
Esta exposición de graffiti —tanto en su inauguración y clausura—, pautada
justo cuando se necesitaba, unió además a artistas del graffiti como ‘Mero’,
‘Diego, ‘Luis, ‘Pedro, ‘Melanie’, ‘Esco’, ‘Sofía’, ‘Manuel’, con ‘Ske’ e ‘Ismo’.
Grupo éste humano caracterizado en el espacio urbano, por códigos
gramaticales y semánticos de las formas realizadas, cuyo arte promueve la
afirmación de lo individual pero que paradójicamente se confunde con la
del grupo en el marco de los barrios populosos y marginados. Entre ellos
se genera la crónica de una noticia, como un teatro sin palabras,
proyectando luego su diseño en ese mural que realiza el "crew" y donde se
narran trozos de la vida del hombre, en su paso por la Tierra.
Firmados por "Bik", "Ské" y "Rek", la mayoría de murales en el área
metropolitana, y pintados ad honorem simplemente por vocación genuina con
su "aerosol" a cuestas, estos artistas se iniciaron su praxis con la
organización "FX" (cuyas siglas pueden leerse en los murales), dedicada en
Nueva York a la elaboración de estos mensajes. Al surgir su movimiento en
la época del "break dancing", surgió que los hacedores de graffiti también
debían tener un apodo.
Tanto Rosario, quien comenzó en 1988, trabajando en una tienda de arte,
pero que era ducho haciendo letras, se encuentra con Joshua quien se
decidió por este medio al ver el uso del graffiti en los trenes de Nueva
York; se unen a Pagán —no necesariamente en este orden— para trabajar
colectivamente. Ese ejercicio, es el mural futurista de la calle de San
Agustín en Puerta de Tierra.
"Ese mural es como si fuera un viaje al futuro, con el que trabajamos
muchos elementos de ciencia ficción. Este se fue construyendo solo, no fue
conceptualizado desde antes, sino que entre todos colaboramos con las
ideas. Usamos referencias, en otras improvisamos allí mismo, vimos fotos,
periódicos para tener de dónde partir; y si había que dibujar o hacer un
boceto se hacía también", expresó Rek.
Estos artistas plantean que reciben invitaciones desde Europa y otros
países del mundo, menos de Puerto Rico. En su desarrollo, éstos trabajan
con todas las posibilidades del aerosol, con la ventaja de que al pintar
en la calle se sienten más cerca de su gente, que les da ideas y apoyo in
situ, en un compartir en el que se sienten mejorando.
"Trabajamos obras gigantescas y cuando antes hacíamos estilos planos ahora
son tridimensionales. Pero, se hace muy difícil por la mentalidad que se
tiene del graffiti en Puerto Rico. Lo ven como vandalismo. En cuestión
como pieza de arte, tendremos que comercializarnos porque todavía la gente
no lo ha acogido. No nos critican pero como que no nos dan ‘brake’. Sin
ver tu trabajo y nada más con decir que es con spray, o dices la palabra
graffiti, piensan que no hay nada artístico", concluyó "Ske". |