Había llegado el medio día. El muralista David Zayas y varios colaboradores recesaban para almorzar y para apartarse un rato del candente sol. Le habían dedicado la mañana al desarrollo del mural “Aquí vive gente cosechando futuro”, que se despliega en una de las paredes del Colegio San Agustín, ubicado en la avenida Constitución de San Juan, a la altura de la calle Pelayo. Tras varias semanas de trabajo, finalmente el pasado domingo, 9 de junio el grupo terminó el mural.
Como parte de una alianza entre el Museo de Las Américas, el grupo Tukupá y varias organizaciones comunitarias, surgió el proyecto cultural y artístico Extramuros, que tiene como principales misiones contribuir a la revitalización y el desarrollo de Puerta de Tierra, primer barrio extramuros de San Juan; promover la cultura como eje central de un desarrollo sostenible para esta comunidad; y promover y facilitar el empoderamiento de esta comunidad a través de la música y las artes como medios de expresión y acción social.
De ahí, que contactaran a David Zayas para que fungiera como tallerista durante la elaboración de este mural, cuya inspiración es la misma comunidad de Puerta de Tierra. Es la segunda vez que el proyecto Extramuros se pone en marcha. En esta ocasión, decidieron involucrar a los residentes del Hogar del Buen Pastor, programa que acepta a personas sin techo y las prepara para reintegrarlas a la sociedad. Los y las jóvenes que se atienden en este hogar tienen diferentes adicciones o vicios y el compromiso es tratarlos hasta que alcancen la rehabilitación.
El comité de organización de Extramuros seleccionó el Hogar del Buen Pastor como beneficiario de los talleres de arte porque es parte de la comunidad Puerta de Tierra y porque, mediante la tarea de pintar el mural, los participantes cubrirían las horas de servicio a la comunidad que les requiere el Hogar.
“Me pareció súper interesante que ellos tuvieran la oportunidad de contribuir a la comunidad. Esto pudiera ser el inicio de una aceptación o un acogimiento por parte de Puerta de Tierra a las personas de este hogar, que son transitorias”, expresó a CLARIDAD David Zayas.
Este artista, que está acostumbrado a la mezcla entre el muralismo y las comunidades, dijo que, durante el proceso de creación del mural, “he compartido con personas que han pesado por alguna depresión, cayeron en alcoholismo y por eso perdieron sus casas y sus familias y están aquí [en el Hogar], pero son personas funcionales, con una forma de ser bien chévere”.
De igual forma, comentó que el proyecto de pintar el mural fue un intento de unir a todos los que conviven en ese barrio: “Es bien interesante porque no existe una unión del todo. La comunidad tiene muchos líderes y organizaciones, pero en pocas ocasiones se entrelazan y coordinan entre ellas. A este hogar, en el que sister Rosemarie González tiene usuarios de diferentes adicciones, las personas tienden a darle de codo, pero mientras lo residentes estén en este hogar son parte de la comunidad, se desarrollan y tienen varias funciones dentro del área”.
Elementos del mural
David Zayas pensó plasmar otra idea en el mural, pero tuvo que cambiarla porque la pared que se utilizó es parte de una estructura histórica, por lo que para pintar en ella es obligatorio seguir las estipulaciones del Instituto de Cultura Puertorriqueña para pintar en este tipo de edificios.
Como la pared tiene unos elementos arquitectónicos que permiten pintar en distintos cuadrados, a Zayas se le ocurrió elaborar una imagen en secuencia, que creara el efecto de movimiento cuando el público la apreciara desde los carros que transitan por la avenida.
El mural narra la historia de una niña (en este caso el artista utilizó la imagen de Dineily Pacheco, residente de Puerta de Tierra) que recibe tierra de las manos de una mujer mayor, la deja caer encima de unas congas, sobre las cuales siembra una semilla, que, al final, se convierte en una flor de la que brota la palabra “futuro”. La niña de la imagen pintada tiene una camisa que lee el mensaje “Aquí vive gente”, lema de una campaña impulsada por la organización comunitaria La
Brigada PDT.
“Los participantes del Hogar me han ayudado desarrollar la idea que tuve luego de haberme reunido con La Brigada. Las personas del Hogar han colaborado con la preparación de la pared, a traspasar el dibujo a la pared, comenzar a pintar, afinar detalles. Ellos han hecho casi todo el trabajo, yo le he aplicado mis luces y sombras al mural”, dijo Zayas. Algunos de los residentes del Hogar del Buen Pastor que participaron en la realización del mural fueron: Leopoldo Flores Lovo, Félix Nicolau, Stephanie Lugo, Héctor Nieves y Carlos Enrique.
“No es el primer proyecto que hago vinculando las comunidades. El mural tiende a tener esa oportunidad. No importa si el proyecto está dirigido por una empresa privada que quiere impactar tal área, como quiera uno como artista tiene ese contacto con la comunidad porque uno es el que está ahí todos los días. Esa interacción sucede mucho dentro del muralismo. Esa es una de las cosas que mas me gusta de lo que hago: cómo el mural hace ese puente con la comunidad”, concluyó Zayas.
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