Este centenario ofreció la amplia oportunidad para dar gracias a Dios por su fidelidad para con la congregación y agradecer al pueblo por su apoyo y cariño sincero durante estos cien años.
En 1886, a pedido de los pobladores, se construyó una iglesia en madera en Puerta de Tierra, atendida por los sacerdotes de la parroquia de San Francisco, en San Juan. En l889 la corona española decretó la designación de la iglesia como parroquia. El obispo Juan A. Puig Monserrat erigió la nueva parroquia el 25 de septiembre de 1889 con el título de San Agustín y de Nuestra Señora de Covadonga. Su primer cura ecónomo fue el ex redentorista puertorriqueño Padre Ramón Gandía, quien había profesado en Ecuador y ejerció como sacerdote por unos años allá, antes de salir de la congregación y volver a Puerto Rico como diocesano.
En enero de 1911, el provincial redentorista de Baltimore, Fernando Litz y su consultor, Eduardo Weigel, visitaron la comunidad de Mayagüez. También visitaron al obispo de San Juan, Mons. Guillermo Jones, quien pidió ayuda pastoral para Puerta de Tierra. El 16 de febrero el obispo envío un telegrama al superior de Mayagüez y el 17 de febrero salió rumbo a Puerta de Tierra el padre Juan Lynch, primer Redentorista asignado a Puerta de Tierra. Pero no fue hasta el 18 de septiembre de 1912 que el Obispo Jones firmó un contrato con los redentoristas para hacerse cargo de la parroquia de Puerta de Tierra, siendo su primer párroco redentorista el padre Juan Lynch.
Cuando el redentorista John Lynch llegó por primera vez a Puerta de Tierra el 17 de febrero de 1911, encontró pues, una parroquia ya erigida desde 1889. Las condiciones de vida de los habitantes del barrio de Puerta de Tierra eran muy difíciles. Veinte párrocos habían servido en dicha parroquia hasta el 1911, cuando el padre Mariano Vasallo, último párroco diocesano de San Agustín, entregó el cuidado pastoral de la misma al padre John Lynch. El padre Lynch llegaba de Mayagüez, donde ya se había establecido una comunidad redentorista en la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, actual iglesia catedral de Mayagüez. En el nuevo contexto de Puerta de Tierra, él encontró un campo fértil para la misión y le puso mucho empeño. Pero al padre Lynch le faltaba algo. Le faltaba la comunidad redentorista.
Durante más de un año, el padre Lynch vivió solo en la parroquia San Agustín, con alguna visita esporádica de sus cohermanos. El apostolado de los redentoristas nunca se realiza solo, sino en comunidad. Grande fue su alegría cuando, casi un año y medio después, los superiores redentoristas decidieron erigir una comunidad canónica en Puerta de Tierra. Fue el 18 de septiembre de 1912 que se constituyó la nueva comunidad. Primero llegó el padre Esteban Ahern, y poco después, en el 1913, el hermano Policarpo Wegner.
El 26 de marzo de 1913 la legislatura de Puerto Rico aceptó vender a los misioneros 4,400 metros cuadrados de terreno que colindaban con la parroquia de San Agustín, con la ayuda del abogado mayagüezano, José de Diego. El 13 de marzo de 1914 comenzó la construcción de la escuela católica y el 19 de agosto de 1914 se había terminado casi toda la obra de la escuela. El resto del año se construyó el convento, la casa parroquial, la Iglesia y lo que faltaba de la escuela. El 7 de febrero de 1915 Mons. Jones bendijo la primera piedra de la que sería la nueva iglesia de San Agustín. En agosto de 1915 la nueva escuela contaba con 900 candidatos. El 1 de septiembre, las Hermanas de las Escuelas de Notre Dame llegaron al convento y el 22 de septiembre comenzaron sus labores en la nueva escuela. El 8 de diciembre de 1915, Mons. Jones consagró la nueva iglesia.
Para el 1915 había once redentoristas y once hermanas en Puerta de Tierra. Una constante en la presencia redentorista en Puerta de Tierra ha sido el compromiso de vivir como comunidad religiosa, poniendo al servicio de la Iglesia y del mundo civil, los talentos y entrega de más de 124 religiosos, entre sacerdotes y hermanos, que han entretejido la historia de esta parroquia y de este barrio en los últimos 100 años.
Resalta entre los redentoristas el padre Carlos Hoff, segundo párroco de Puerta de Tierra, quien se destacó visitando a los enfermos durante las epidemias relacionadas con la peste bubónica, desarrolló un programa para distribuir leche a los niños de los pantanos de Puerta de Tierra y consiguió que la legislatura aprobara una clínica para la atención de los niños, que el gobierno colocó bajo la dirección del P. Hoff. En reconocimiento a la gran labor social y religiosa de este misionero, la calle perpendicular a la casa parroquial fue nombrada Calle Padre Hoff por el gobierno civil. También fue él quien propulsó los grupos de costura en el barrio, que en el 1929 se convirtieron en la Escuela Industrial Notre Dame (La Costura), donde siete religiosas cuidaban de 25 huérfanas e impartían clases de costura a las muchachas del pueblo.
De entre esos 124 cohermanos, se distinguen algunos que eventualmente sirvieron al pueblo de Dios en el episcopado: el Rev. Aloysius Willinger (1915-1921), quien fue consagrado obispo de Ponce. Igualmente, el Rev. James Edward McManus trabajó en Puerta de Tierra, y más adelante fue consagrado obispo de Ponce, Puerto Rico. El Rev. Edward Harper vivió allí como viceprovincial del 1957-1960, y luego fue consagrado obispo de St. Thomas, en las Islas Vírgenes Americanas.
También el Rev. Reinaldo Connors trabajó en Puerta de Tierra en 1946 por un mes y luego estuvo como viceprovincial desde el 1960 al 1964; consagrado obispo de San Juan de la Maguana en República Dominicana. El Rev. Miguel Rodríguez fue superior de la comunidad de 1969 a 1970, y luego fue consagrado obispo de Arecibo.
El servicio esmerado al pueblo de Dios también se refleja en las cinco comunidades redentoristas de la Provincia de San Juan que se han convertido en catedrales de varias sedes episcopales, a saber: la Catedral Dulce Nombre de Jesús de Caguas, la Catedral de Santo Tomás, en las Islas Vírgenes, la Catedral de San Juan Bautista en San Juan de la Maguana, la Catedral de Nuestra Señora de la Candelaria en Mayagüez, y más recientemente, la Catedral de Santiago Apóstol en Fajardo.
Tras cumplir cien años de presencia redentorista en Puerta de Tierra, estamos agradecidos del apoyo de miles y miles de apóstoles laicos que nos han recibido en sus hogares, que han respondido a nuestra prédica y servicio pastoral. Los pasados cien años demuestran el compromiso de la Congregación del Santísimo Redentor con la causa de los pobres más abandonados de auxilio espiritual. Compartir con los pobres, progresar con ellos, verlos prosperar junto a nosotros, ciertamente entreteje nuestra historia como misioneros.
No cabe duda que la mejor manera de celebrar este centenario de la presencia redentorista en Puerta de Tierra es elevar una alabanza al Señor.
(Lo hicieron el día 21 de septiembre de 2012 en Parroquia San Agustín de Puerta de Tierra.)
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