Mi travesía hasta el Hotel Normandie
El Nuevo Día
Jueves, 27 de octubre de 2022
Por Eddie Ishay
Quisiera decir que la travesía a Puerto Rico
comenzó conmigo, pero, seria negligente de mi parte no reconocer a mi
abuelo Eddie Ishay Sr., el embajador de Puerto Rico en nuestra familia
desde los 1970, cuando todo comenzó. Fue mi abuelo, fallecido el año
pasado, quien se aseguró de que nuestra familia viajara con frecuencia a
Puerto Rico para pasar tiempo juntos. Él es la razón por la que la Isla
ocupa un lugar especial en nuestro corazón.
Fue durante un viaje al Viejo San Juan en noviembre 2018 que se abrieron
mis ojos a la posibilidad de desarrollar aquí. Estaba finalizando mi
Maestría en Desarrollo en NYU y había adquirido una nueva apreciación
por el Viejo San Juan, su increíble arquitectura, belleza y formas
artísticas que acentuaban su historia. Conocí a algunos puertorriqueños
residentes en la vieja ciudad y noté que era una comunidad orgullosa, y
genuina, lo que resuena con mi personalidad.. Fui criado en un hogar
modesto, moldeado por valores y tradiciones familiares originadas en
España.
En este viaje, encontré un edificio abandonado, en la entrada al Viejo
San Juan, que tenia tanto carácter, pero estaba dilapidado y vandalizado.
Tenía curiosidad, e investigué. Me sorprendió la respuesta recibida por
todos "Eddie, no toques el Hotel Normandie, es imposible". También me
compartieron su deseo de verlo restaurado nuevamente.
En mi descubrimiento, entendí que el hotel realmente era incapaz de
sostenerse si se mantenía como está. Me quedó claro por qué había estado
cerrado más años que abierto. Para que sobreviviera, necesitaba
suficiente estacionamiento para dar la bienvenida a sus visitantes,
acceso directo a la playa pública para cumplir con los estándares de los
huéspedes, reubícar el salón de baile del sexto piso para aliviar el
ruido y mejorar la experiencia. La viabilidad del proyecto dependería de
encontrar una solución a estos factores. Esta solución dependía del
apoyo de todas las partes interesadas del proyecto: el Instituto de
Cultura (ICP), SHPO, el Municipio de San Juan (MSJ) y la comunidad. Si
no podíamos lograr esta hazaña, no íbamos a comprar la propiedad.
Comencé a reunírme con la comunidad en el 2019, antes de comprar la
propiedad. Desde hace tres años, he podido conocer a mis vecinos,
algunos de los cuales considero amigos queridos. He tenido el privilegio
de bucear con Alberto Martí de Scuba Dogs en el Escambrón, boxear con
Chicky Starr, Jr. bajo las gradas del Sixto Escobar, dialogar con Germán
Lubary del SJ Football Club, recorrer el hotel con Luis Alberto
Maldonado y los Héroes del Normandie, reunirme y conocer a muchos grupos
comunitarios que disfrutan del área. Nuestros vecinos y líderes
comunitarios son de vital importancia porque llevan muchos años en la
zona.
En 2019, comenzamos a reunimos con miembros del ICP, SHPO y MSJ, quienes
se expresaron impresionados con la visión y seriedad con la que hemos
estado trabajando este proyecto. Contratamos a la firma de arquitectos
Marvel, reconocidos por su trabajo en la resurrección del Hotel Condado
Vanderbilt y La Concha, así como algunos hoteles emblemáticos en Nueva
York. Como puertorriqueños orgullosos y profesionales minuciosos, Marvel
nos ha ayudado ante el desafío de equilibrar los requisitos de OGPE
sobre códigos de construcción, del ICP/SHPO en cuanto a la preservación
histórica, y nuestro requerimiento de respetar a la comunidad y los
espacios públicos.
Desde el 2019, mi mensaje ha sido consistente sobre este desarrollo.
Nuestra misión es restaurar el Hotel Normandie para que pueda servir
como una joya de la corona de San Juan. Que su espectacular vecino, el
Escambrón, originalmente visualizado como extensión del hotel, pueda
prosperar y florecer como parque. Nuestra visión de Escambrón Unido
consiste en una relación simbiótica para prosperar juntos responsable y
respetuosamente. Contrario a la desinformación diseminada, los terrenos
e instalaciones, ahora en ruinas, permanecerán abiertos como hasta ahora
y seguirán siendo públicos, pero mejorados. El concreto no reemplazará
la vegetación, pues el nuevo estacionamiento público, que también
servirá a la comunidad, se colocara debajo de la pista permitiendo
parque y parking para su uso sostenible y eficiente, facilitando el
disfrute público. Hemos dedicado incontables meses estudiando el impacto
ambiental del proyecto y las condiciones de la zona. El Parque del
Escambrón se revitalizará responsablemente.
Desafortunadamente se ha divulgado información incorrecta, no se
solicitó a nuestro equipo que comentara y se celebraron audiencias sin
invitarnos a participar. Esto está fuera de mi control, pero pido una
oportunidad justa para presentar la verdad. Agradezco a amigos
mencionados anteriormente, por expresarse voluntariamente, por sus
acciones en favor de este proyecto y por su apoyo a pesar de las
criticas malintencionadas hacia ellos y su reputación.
Reconozco que todavía muchos creerán que el Hotel Normandie es imposible
de rescatar. Me entusiasma la oportunidad de mostrarles que es viable, y
es un privilegio asumir esta inmensa responsabilidad. Nuestra intención
es restaurar uno de los edificios más emblemáticos del país, en la
entrada del Viejo San Juan, como símbolo de fuerza y resiliencia. Un
proyecto que puede servir de homenaje a mi abuelo, Eddie Ishay Sr.,
quien fue un ejemplo vivo de fuerza y resiliencia. Una persona que hizo
que Puerto Rico se sintiera como el hogar para mi familia, donde
atesoramos buenos recuerdos, un lugar que nunca he sentido como ajeno.
Un proyecto que vivirá más allá de nuestra familia, que renacerá fuerte
y atemporal para el disfrute de las generaciones por venir. Los invito a
acompáñame en esta travesía.
¡Graciasl
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