Ponce.- La
construcción del proyecto Paseo Caribe en el área del fortín de
San Jerónimo, a la entrada de la isleta de San Juan, amenaza la
designación del Viejo San Juan como patrimonio de la humanidad
por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la
Ciencia, Educación y Cultura (Unesco).
Así lo indicó ayer Aida Belén Rivera, directora de la Oficina de
Conservación Histórica, adscrita a La Fortaleza, quien para
finales de los años noventa cuando se concedieron los permisos
para este proyecto laboraba como arqueóloga en la oficina que
hoy dirige.
“Ciertamente ese desarrollo, y otros grandes desarrollos que se
han hecho, ponen en peligro la manera en que nosotros podríamos
convencer al Departamento de Estado de los Estados Unidos de que
abogue ante la Unesco por la designación del Viejo San Juan como
patrimonio de la humanidad”, sostuvo.
“La peor determinación es evidente, vemos que por un lado
hablamos de la isleta y el Viejo San Juan como un recurso que
quisiéramos ver elevado al rango de patrimonio de la humanidad,
mientras que por el otro lo estamos densificando construyendo
edificaciones que le restan al carácter histórico de la isleta”,
argumentó.
Rivera destacó que legislativamente se han radicado proyectos
para tratar de controlar el desarrollo desmedido en la isleta de
San Juan, pero las medidas no se aprobaron.
Rivera indicó que el proyecto Paseo Caribe “vino a la Oficina
(de Conservación Histórica”) a finales de la década del noventa,
siendo presidente de la Junta de Planificación José Caballero,
quien había sustituido a Norma Burgos en el cargo, pero por “no
haber envolvimiento federal” la oficina que hoy dirige no
intervino.
No obstante, la Oficina de Conservación Histórica se pronunció
entonces advirtiendo que el proyecto “atentaba contra el
entorno” del fortín de San Jerónimo, y que también “atentaba
contra la visibilidad y presencia de un recurso tan importante
para el patrimonio que queremos y pretendemos rescatar”.
La arqueóloga Rivera llamó la atención a que el lugar es
importante no sólo por la pequeña estructura militar del tiempo
de la colonia española, sino porque el área fue campo de
batallas -en agua y tierra- por lo que su importancia histórica
trasciende las murallas.
Rivera dijo que le sorprendió que el Gobierno federal no hubiera
intervenido en el proceso de permisos del proyecto toda vez que
está próximo al mar y porque hay “disposiciones mecánicas” que
requieren la toma o descarga de aguas.
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