A su llegada al Parque Central, un nutrido grupo de niños
esperaba por el payaso Remi para celebrar con él sus 28
años de carrera. Fotos / Ricardo Arduengo
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lunes, 3 de marzo de 2008
Por
María I. Vega /
El Nuevo Día
Con tal de descansar y estar listo para celebrar
su cumpleaños número 28, Remi se acostó el sábado a las 9:00 de la
noche. Para lo que le esperaba ayer en el Parque Central de San
Juan debía estar listo.
Las pesadillas le asaltaron, pues el popular payaso temía que a la
celebración no llegara nadie, a pesar de que en sus años de
carrera haya trascendido generaciones.
Finalmente, Remi pudo dormir un par de horas antes de levantarse
muy temprano y llegar al parque a las 7:30 a.m. Y sus temores se
disiparon, pues ya a esa hora había niños esperando entrar a su
fiesta de cumpleaños, aunque la actividad comenzaría a las 10:00
a.m. y se extendería hasta las 4:00 p.m.
“Es una sensación linda cuando ves que tu trabajo se respeta,
cuando la gente te quiere y te lo demuestra de esta forma. Esa es
una de las satisfacciones de esta carrera. Hoy es una fiesta que
tiene como propósito que las niñas y los niños lo pasen bien,
respetar sobre todo sus derechos a divertirse. Trajimos psicólogos
clínicos, patólogas del habla, talleres de pintura y dibujo,
talleres de lectura. Cada niño se va a llevar un recuerdo de Remi
y ésa es la idea, hacer un día familiar, ya que hay muy pocos en
Puerto Rico”, señaló José Vega, intérprete de Remi.
Y el payaso cumplió su cometido, porque desde el momento que los
niños lo vieron el entusiasmo los guió a través de la jornada, que
comenzó con una invocación antes de una participación musical suya
con varias de sus canciones más conocidas como ‘Para que la gente
ría’, ‘Con amor’, ‘Míralo’ y ‘I’ve Got the Joy’.
Mientras los niños disfrutaban de actividades de juego con la
payasa Ely Mar y atracciones inflables, entre otras, en la tarima
se presentaban actos como la de miembros de la Federación de
Cuica, quienes sorprendieron a grandes y chicos con sus maromas;
el espectáculo de títeres de Santín y los desfiles de moda a cargo
de las niñas de la academia de modelaje de Deborah Carthy Deu.
Para la ocasión, a Vega lo acompañó su esposa, Bettina Mercado, el
más pequeño de sus cinco hijos, Víctor José, y su madre Googie
Santana, quien no cabía de orgullo por la labor de su hijo por los
niños del País.
“Su honestidad, su amor a los niños y la responsabilidad que ha
asumido desde que decidió pintarse la cara de payaso son claves en
él. Como hombre es un ser humano increíble, un hijo excepcional,
bien familiar, porque cree mucho en la familia”, afirmó la
progenitora.
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