La historia del Costa Luminosa: cuando el Covid-19 llegó en crucero a Puerto Rico.
Por Laura Mía González Bonilla
13 de abril de 2020
Carol llevaba apenas un día en su casa cuando sintió un malestar en la garganta acompañado de tos seca y dolor de cabeza. Inmediatamente sospechó que se había contagiado con el Covid-19. Era el sábado 21 de marzo y varios días después descubrió que se sumaba a las estadísticas de los positivos del novel virus que ha tenido consecuencias económicas y sociales catastróficas y que tiene a millones de personas en cuarentena.
El 5 de marzo, la mujer estadounidense, quien trabaja en la industria de la salud, abordó el crucero Costa Luminosa en Ft Lauderdale y desde allí comenzó un viaje de placer que se convirtió en su peor pesadilla. La travesía comenzaba con una primera parada en el puerto de San Juan, Puerto Rico y concluía en la ciudad de Venecia, Italia. Era la segunda parada del lujoso crucero en Ft Lauderdale, que salió el 24 de febrero desde el mismo puerto de Florida.
Nueve días antes de llegar a Puerto Rico, el gobierno de Jamaica prohibió la entrada de los pasajeros italianos del Costa Luminosa al puerto Ocho Ríos, quienes debían desembarcar en la isla caribeña el 28 de febrero. Con esta medida cautelar, el gobierno jamaiquino evitó que sus habitantes tuviesen contacto con los pasajeros de Italia, país que en aquel momento sumaba 889 contagiados de Covid-19. A la prohibición, la subsidiaria del Costa Luminosa, Carnival Corp., reaccionó aumentando la presión al gobierno para que suavizara sus medidas y protocolos en puerto y de ese modo diera acceso libre a los pasajeros de sus embarcaciones. Acto seguido, Carnival castigó a Jamaica y desvío varias rutas de sus cruceros para que no atracaran en el puerto caribeño.
La próxima parada del Costa Luminosa debía ser en Islas Caimán lo que generó gran preocupación entre sus habitantes quienes pedían a su gobierno que no permitiera la entrada a puerto del crucero. A pesar de la alerta que levantaron los ciudadanos, el director de la Autoridad de Puertos de las islas británicas Joey Woods, aseguró que el crucero les había entregado una Declaración Marítima de Salud antes de llegar a puerto y por ello no había “necesidad de temor público, alarma o pánico”. Sin embargo, luego se supo que el mismo día que se hicieron esas expresiones, un pasajero italiano de 68 años tuvo que ser sacado en ambulancia desde la embarcación, quien resultó ser el primer contagio confirmado de Covid-19 en Islas Caimán. El pasajero falleció el 14 de marzo.
“No queremos que esto se convierta en una histeria”: el Costa Luminosa llega a la Bahía de San Juan
Había sido una travesía accidentada para el Costa y aun así el crucero se empeñaba en completar su ruta de viaje, desafiando el riesgo que implicaba para sus pasajeros la exposición al Covid-19.
Eran las 8:30 de la mañana de aquel soleado domingo 8 de marzo cuando el crucero atracó en el muelle de San Juan donde fue recibido con mucho entusiasmo por la directora ejecutiva de la Compañía de Turismo de Puerto Rico (Turismo), Carla Campos, quien entregó una placa de agradecimiento a su capitán pues era la primera vez que la nave llegaba a territorio puertorriqueño.
Mientras la funcionaria entregaba la placa al capitán, a bordo de la embarcación una mujer presentaba un cuadro clínico de neumonía y fiebre, síntomas asociados con el Covid-19. Esa mujer del norte de Italia y de 68 años resultó ser el primer caso confirmado del virus en Puerto Rico y la primera persona fallecida a causa de Covid-19 en el país. Su fallecimiento ocurrió el pasado 14 de marzo.
“Empezó a presentar problemas de fiebre tos y dificultad respiratoria” …cuando está llegando a Puerto Rico, su cuadro de dificultad respiratoria se agudiza” …”y dado a la circunstancia que viene de una zona que es el nivel 3 …pues se tomaron todas las precauciones, se aisló”. dijo el entonces secretario de salud de Puerto Rico, Dr. Rafael Rodríguez Mercado en una conferencia de prensa convocada de emergencia ese mismo día.
Por su parte, uno de los pasajeros del Costa Luminosa expresó en un grupo de Facebook que “el Costa llamó al 911 desde el puerto, no le informó al Coast Guard como se suponía, la mujer le dijo a los doctores del hospital de San Juan que se sentía mal desde le 29 de febrero, el mismo día que dejaron al hombre en Islas Caimán.” Según narra el pasajero, uno de los inspectores puertorriqueños con quien intercambió información de contacto le contó que “en ese punto (cuando el barco llamó al 911) todos los inspectores de Puerto Rico y el propio secretario de Salud, quien llegó a evaluar la situación, llegaron bien nerviosos al Costa, incluyendo el secretario de Salud quien llegó a evaluar la situación. Los oficiales estaban muy molestos porque en ese punto ya 2 mil pasajeros estaban potencialmente esparciendo la enfermedad”.
No es hasta las 11:27 am que sale del puerto de San Juan la ambulancia que presuntamente llevaba a la turista italiana hacia el hospital. “Tengo un video de la ambulancia, el personal de la ambulancia no tomó precauciones, excepto guantes, que es lo estándar” expresó para InfoClave Jenny L. Harrell Catron quien llegó a la Isla a bordo del Costa Luminosa el 8 de marzo y quien también trabaja en la industria de la salud. La directora ejecutiva de Turismo, Carla Campos, había asegurado que la ambulancia salió del puerto a eso de las 10 am.
Coincidió la llegada del Costa Luminosa con la imposición en Italia de un cierre de comercios y toque de queda. El país europeo reportaba 7,375 personas contagiadas de Covid-19 y ya se observaba un despunte acelerado en el número de contagiados. Por su parte, el gobierno de los Estados Unidos, a través del Centro para el Control de Enfermedades CDC, ya había recomendado que todas las personas debían evitar los viajes en crucero y la regulación federal vigente obligaba a las líneas de cruceros a informar inmediatamente al CDC y a la Guardia Costera de los Estados Unidos de alguna persona enferma o sospechosa de estar contagiada por Covid-19 y que tuviese síntomas como fiebre, dificultad para respirar, tos persistente u otro síntoma similar.
A pesar de tener a bordo a una pasajera procedente del norte de Italia con un cuadro neumonía y fiebre, síntomas compatibles con Covid-19, el Costa Luminosa no cumplió con el requisito de notificación de caso sospechoso. “El barco no notifica ni al Coast Guard, ni al CDC, que tenían a un pasajero que ameritaba una consideración adicional” aseguró en conferencia de prensa la directora ejecutiva de Turismo, Carla Campos. Tampoco hubo notificación al gobierno de Puerto Rico porque, según explicó la gobernadora, Wanda Vázquez Garced, el crucero “no tenía obligación de notificar a Turismo ni a Puertos si tenía a bordo un pasajero o tripulante con síntomas de Covid-19”.
No queda claro si algún funcionario del gobierno de Puerto Rico o de los Estados Unidos conocía que hacía una semana el gobierno jamaiquino prohibió la entrada de los pasajeros italianos del Costa Luminosa al puerto Ocho Ríos. Lo que es innegable es que conocían del brote del virus al norte de Italia, lugar desde donde venían varios pasajeros del crucero pues en ese momento la noticia acaparaba las primeras planas de la prensa internacional.
Aun cuando el cuadro clínico y el historial de viaje de la pasajera italiana levantó bandera roja inmediata entre los médicos que la recibieron en el Hospital Ashford de San Juan, la gobernadora intentó minimizar el incidente haciendo un llamado a la calma. “No queremos que esto se convierta en una histeria, se está manejando la situación como un caso sospechoso, recuerden que el cuadro clínico que tenía esta persona en el barco, no era sugestivo de coronavirus. Vamos a esperar a que llegue la prueba, el Coast Guard y el CDC identificarán a todas las personas que estaban en este crucero y tomarán las medidas” – expresó la gobernadora en conferencia de prensa.
Esa mañana cálida y típica de un domingo sanjuanero, cuando Carol y otros 1,370 pasajeros y 410 tripulantes desembarcaron del Costa Luminosa, ninguno de ellos conocía que dentro de su crucero ya había por lo menos dos personas sospechosas de estar contagiadas con Covid-19. Tampoco sospechaban que ellos mismos pudiesen estar contagiados.
Ese día coincidió con el Día Internacional de la Mujer y el Viejo San Juan estaba un poco más concurrido que de costumbre.
“Vi la marcha del Día de las Mujeres en San Juan, desde un café en la acera. Me sentí muy orgullosa de todas las damas, desde niñas hasta personas mayores. Luego fui a pasear y de compras en las pequeñas tiendas (del Viejo San Juan). Finalmente, en mi camino de regreso al barco, vi una boda en el parque. Terminé en el barco, sin saber nunca el peligro del coronavirus que nos esperaba”. narró Carol para InfoClave.
Ese día San Juan estaba abarrotado con miles de visitantes, turistas y residentes paseando por sus calles y entrando a sus restaurantes y tiendas. Expertos en epidemiología consideran altamente probable que los pasajeros del Costa que se movieron por San Juan y otros que llegaron a lugares como el bosque pluvial El Yunque, hayan diseminado el virus en entre los puertorriqueños.
La llegada del Costa Luminosa el 8 de marzo a Puerto Rico y la visita de un médico panameño -quien había contraído el virus en Nueva York- al Día Nacional de la Salsa, un evento musical que reunió a 20 mil personas en el estadio Hiram Bithorn de San Juan, marcan un hito en la propagación del coronavirus en Puerto Rico. Ambos eventos expusieron a miles de puertorriqueños a ser contagiadas por el virus. Las personas contagiadas con el Covid 19 tienen un periodo promedio de incubación de entre 2 y 14 días durante el cual el virus es contagioso pero el paciente podría estar asintomático.
Un pasajero del Costa Luminosa consultado por InfoClave quien pidió no ser identificado, expresó que al siguiente día de haber llegado al puerto de San Juan, su esposa comenzó a sentir síntomas asociados con Covid-19 y se confirmó días más tarde que era positiva al virus, por lo que se sospecha que ya estaba contagiada cuando estuvo en Puerto Rico.
El día siguiente de la llegada del Costa Luminosa, a preguntas de la prensa, la directora ejecutiva de Turismo restó importancia a la posibilidad de contagio y afirmó que “las personas que se bajaron del barco sin síntomas tienen el 1% de probabilidad de transmitir la enfermedad en caso de ser portadores, lo que significa que es muy poco probable que sean focos de transmisión”. Según los estudios que se han realizado hasta la fecha, una persona con Covid-19 podría contagiar en promedio a 2.2 personas y el virus puede sobrevivir varios días en algunas superficies.
La doctora Mayteé Cruz Aponte, experta en matemáticas aplicada a la epidemiología de la Universidad de Puerto Rio en Cayey, expresó a InfoClave en una entrevista donde se estaba discutiendo el desarrollo de la epidemia en Puerto Rico, que en la primera ola de casos primarios pudieron haberse contagiado empleados de la industria hotelera y turística, taxistas, empleados de restaurantes y comercios que hubiesen estado expuestos a pasajeros positivos del Costa Luminosa y a viajeros infectados que hayan estado llegando de Estados Unidos y Europa por vía aérea.
Actualmente, San Juan es el municipio de Puerto Rico con el mayor número de casos confirmados Covid-19, hecho que se atribuye en gran medida a que es a la capital donde llega el mayor número de turistas y visitantes.
“Nunca debimos cruzar el Atlántico”
Muerte, sufrimiento, incertidumbre y falta de información. Como una pesadilla describen los pasajeros del Costa Luminosa su travesía desde que zarparon de Puerto Rico el 8 de marzo.
Desde el muelle de San Juan iniciaba un nuevo tramo de la travesía que llevaría al Costa a cruzar el Atlántico en dos semanas y media con destino final en la ciudad de Venecia, Italia. Esta etapa de su vacación de placer duró muy poco pues al día siguiente, Antigua prohibió al crucero desembarcar en su puerto. Para el gobierno de ese país, la Declaración Marítima de Salud que le entregó el capitán, estaba incompleta y “no incluía la notificación oportuna de un pasajero que había estado a bordo con síntomas de una enfermedad infecciosa”.
En los días siguientes aumentó el número de pasajeros con síntomas parecidos a la gripe. Todos los puertos programados en el itinerario de viaje cerraron sus puertas al Costa, dejando a la embarcación sin rumbo cierto en altamar y a su tripulación y pasajeros ajenos a la verdadera situación de salud a bordo.
Mientras el capitán del crucero guardaba silencio, aumentaba el nerviosismo y la ansiedad de los viajeros quienes se sentían desorientados y preocupados por falta de medidas cautelares y de equipo de protección a bordo, según narraron varios de los pasajeros a InfoClave y en sus redes sociales. A pesar de que ya había llegado a sus oídos, a través de las redes sociales, la noticia sobre la mujer italiana que desembarcó en el puerto de San Juan y de la que se sospechaba era positiva Covid-19, los pasajeros andaban libremente por el barco sin restricción y sin protegerse con mascarillas ni guantes.
“Los problemas de salud en el crucero comenzaron cuando uno de los pasajeros tuvo que ser hospitalizado en Islas Caimán. Pero, de eso nos enteramos luego, y otra mujer tuvo que ser llevada al hospital en Puerto Rico. Nos enteramos de esa situación cinco días después, cuando la información ya estaba publicada en la prensa internacional. Todo el tiempo el crucero nos mantuvo en la oscuridad. Cada vez que preguntábamos nos decían que aún no se habían obtenido resultados médicos”.- expresó a InfoClave Dev Ramdoss residente en la isla Mauricio y quien abordó el crucero el 24 de febrero.
Para los turistas era evidente que algo no andaba bien. A bordo se cancelaron algunas actividades de entretenimiento pero seguían abiertos los restaurantes, las tiendas, el casino y las barras. “Es increíble, hay reuniones de cientos de personas en varias áreas.” dijo preocupado uno de los pasajeros para el Miami Herald.
El 13 de marzo, los gobiernos de Puerto Rico y de Islas Caimán, anunciaban por separado que los turistas que desembarcaron del Costa Luminosa eran sus primeros casos positivos de Covid-19 en sus respectivos países. El capitán insistía en que “no había invitados o tripulantes a bordo con problemas de salud” y no fue hasta el 14 de marzo en la noche cuando por fin, notificaron a sus tripulantes sobre el positivo de Puerto Rico.
Comunicado del Capitan a los pasajeros del Costa Luminosa con fecha de 14 de marzo de 2020 en la que se informa, del resultado positivo de la italiana que desembarcó en Puerto Rico. Los pasajeros dicen que recibieron la carta el 15 de marzo en la mañana, un día y medio después de que el gobierno de Puerto Rico hiciera el anuncio.
Una semana después de haber salido de la bahía de San Juan, el Costa Luminosa pudo llegar por fin al puerto español Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, pero únicamente para dejar a tres pasajeros con síntomas de Covid-19 y a tres acompañantes. Ningún otro viajero pudo desembarcar. Ese mismo día finalmente el capitán ordenó a todos los pasajeros a permanecer en cuarentena dentro de sus cabinas.
Tripulación del Costa Luminosa, fotos suministradas por los pasajeros.
Según narró uno de los tripulantes al Herald, al salir de Tenerife la situación a bordo se ponía cada día peor y el crucero no tenía equipo de protección personal para evitar la propagación el virus. En ese momento, al menos 24 tripulantes estaban enfermos y aislados y más de 50 pasajeros recibían atención médica en el crucero, algunos con fiebre alta y problemas respiratorios serios.
En esas condiciones y durante cuatro largos días los pasajeros del Costa estuvieron confinados en sus camarotes antes de llegar al puerto de Marsella, Francia, que los recibió a pesar de que el Primer Ministro había anunciado el cierre sus fronteras. Allí desembarcaron, el 19 de marzo 640 viajeros, muchos con tos y síntomas de gripe entre los que estaba un hombre de 70 años de nacionalidad suiza quien fue llevado en estado crítico a un hospital francés. El crucero informó al gobierno francés que a bordo había 75 personas con algún tipo de enfermedad respiratoria o que tuvieron contacto con enfermos. De los pasajeros examinados, 36 resultaron positivos al Covid-19. No todos los turistas del Costa pudieron desembarcar ese día.
Fue una misión suicida
Como “una misión suicida”, describió Jenny L. Harrell Catron el vuelo de regreso desde Marsella en el que 235 ciudadanos estadounidenses regresaron al aeropuerto internacional de Atlanta, Georgia. A falta de personal médico a bordo, la mujer de 51 años y quien tiene entrenamiento en emergencias médicas tuvo que hacerse cargo de la caótica situación con la asistencia de otro pasajero fisiatra.
Los pasajeros se enteraron, ya estando en el aire, que a bordo había al menos tres positivos de Covid-19, quienes tuvieron que ser aislados y uno de ellos, con serios problemas respiratorios, tuvo que ser conectado a un ventilador. El ambiente en el avión parecía más al de una sala de emergencia de un hospital. “La mayoría de los pasajeros tenía algún tipo de condición médica” dijo Jenny en una entrevista al New York Times, donde narró que tuvo que atender situaciones de desmayos, pacientes con asma y otros con tos persistente y fiebre. La odisea desde que desembarcaron de Marsella hasta que llegaron a Altanta duró aproximadamente 24 horas, tiempo en el que pasaron hambre pues sólo les ofrecieron un jugo de naranja y unas galletas.
Según los pasajeros consultados por InfoClave, al bajarse del avión las autoridades estadounidenses no tomaron las medidas adecuadas de aislamiento y tampoco se les administraron pruebas a todos los pasajeros, algunos de ellos con síntomas compatibles a Covid-19. Muchos de éstos pudieron moverse libremente por el aeropuerto sin protección, mascarillas ni guantes, lo que catalogan como un acto adicional de negligencia de la companía de cruceros y de la línea aérea.
Pasajeros radican demanda de clase y exigen reparación de daños
Ya son diez (once al 13 de abril) las muertes de pasajeros del Costa Luminosa y suman cientos de contagiados. “Hemos perdido a un nuevo pasajero de Costa Luminosa.” publicó una de las pasajeras en el grupo de Facebook. Cuántos más (perderemos) por la estupidez de haber cruzado el Atlántico?” expresó indignada la mujer.
A esta fecha, hay varios pasajeros varados en Italia, algunos bajo cuidado médico y sin conocer la fecha de regreso a sus respectivos lugares de residencia.
Esta semana, varios pasajeros del Costa Luminosa radicaron en un tribunal de Miami una demanda de clase en contra de Costa Cruises, alegando que esta compañía fue negligente al permitir que el crucero siguiera su ruta a pesar de que conocían de pasajeros positivos a Covid-19 y de varios casos sospechosos a bordo. En la demanda se alega que los pasajeros nunca hubiesen entrado a la embarcación de haber conocido de los riesgos que enfrentaban.
Esta demanda se presenta cuando la industria de cruceros está bajo fuego por ser un foco del virus desde el principio de la pandemia al propiciar, con su conducta negligente y arrogante y mediante sus métodos de chantaje hacia los gobiernos, que el virus se propagara sin control dentro de sus cruceros y en cada puerto que visitaban. Por no tomar cuidados a tiempo, miles de pasajeros y miembros de su tripulación quedaron atrapados y a su suerte en altamar, expuestos al Covid-19, algunos a la deriva pues ningún puerto quería aceptarlos. La última tragedia conocida es la del Zaandam.
Mientras las compañías de cruceros ruegan por un rescate financiero y por trato preferencial para aliviar la crisis de flujo de efectivo que ha ocasionado la paralización de su actividad comercial, muchos de sus pasajeros y su tripulación, positivos a Covid-19, luchan por sobrevivir a la enfermedad.
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