Víctima de decisiones equivocadas

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martes, 17 de octubre de 2006

Francisco Rodríguez-Burns PRIMERA HORA

Director del ICP opina sobre fortín San Jerónimo.

Monumento enclavado entre malas decisiones.



Fortín San Jerónimo. Álbum de Puerto Rico

Para el director ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), José Luis Vega, el fortín San Jerónimo del Boquerón es víctima de decisiones desacertadas del Gobierno que culminaron en el desaprovechamiento de la estructura durante décadas.

Desde la construcción del Caribe Hilton, el fortín permaneció enclaustrado como propiedad de la hospedería y aunque el desarrollo de un nuevo proyecto, Paseo Caribe, provee un acceso directo al monumento desde la avenida Ponce de León, el funcionario sostuvo que está por verse si el mismo es apropiado.

"No me hubiera gustado, a nivel personal, que el fortín haya quedado enclavado y rodeado por propiedades privadas. El expediente es tan complicado que tampoco puedo decir si se erró o no. Claramente, es un buen ejemplo de cómo no debe manejarse un recurso cultural. Las propiedades que se han desarrollado en su entorno definitivamente aumentarían de valor si el fortín hubiese tenido un acceso libre y llamativo", sostuvo Vega.

El desarrollador de Paseo Caribe, Arturo Madero, ha asegurado que aunque el corredor forma parte de su propiedad es una servidumbre que podrá ser utilizada por el público de acuerdo con un horario que establezca el Instituto de Cultura. Vega, no obstante, indicó que aún se requiere su firma para que esta servidumbre sea final y firme.

"Hay que estar claro en cuanto al acceso y que el mismo sea el más conveniente posible para restaurar el fortín", indicó el funcionario, quien sostuvo que esperará para que concluya una investigación legislativa para determinar cuál será su curso de acción.

El corredor provisto para el fortín ya le presenta ciertos problemas al Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos para la construcción de un rompeolas, requerido para detener el debilitamiento de sus cimientos. Para el año que viene, la agencia espera tener listo un estudio de viabilidad para determinar el costo de la obra.

El Instituto de Cultura ya ha destinado cerca de $1 millón, de una línea de crédito de $3 millones, para determinar el daño que ha tenido la estructura y algunos de los trabajos requeridos para su restauración.

"Hay que ponderar sobre el valor intrínseco de la estructura. Tiene un valor incuestionable y hay que salvarla, punto. Es un patrimonio del pueblo puertorriqueño", sostuvo el funcionario.

El Consejo de Arqueología Subacuática del ICP comenzó a realizar estudios de la estructura en el 2001 y pudo documentar sus condiciones físicas en diferentes etapas. Su lado sureste, el cual mira hacia el Condado, aparenta ser el más débil por el embate que recibió durante un ataque naval del 1797.

El oleaje también ha ido erosionando los cimientos submarinos. El daño se refleja como grietas que atraviesan las murallas.

"El castillo San Felipe del Morro estaba en una situación parecida. Todo el paseo peatonal que va bordeando la muralla es parte de un proyecto importantísimo para fortalecer los cimientos del Morro", añadió Vega.

En los pasados años, el fortín ha experimentado un proceso acelerado de deterioro que ha coincidido con la construcción de Paseo Caribe. El proyecto asegura que todas las medidas se tomaron para no impactar la estructura de la batería militar.

"Tenemos ante nosotros una estructura que ha resistido siglos. Con las tecnologías a nuestra disposición tenemos que corregir sus fallas estructurales", subrayó Vega.