En Rieles otra forma de movernos por el Viejo San Juan
 
06/12/2008


Por: Jorge Rodríguez
ESCENARIO

 

Con una maqueta de 38 pies de largo y cinco y medio pies de ancho, y con la reproducción de 45 estructuras que van desde el Paseo de La Princesa hasta el Capitolio -en sus versiones de día y de noche-, la Sala de Exhibiciones Rafael Carrión Pacheco del Banco Popular de Puerto Rico (BPPR), sita calle Tetuán, inaugurará su más reciente exposición temática, titulada “En Rieles: otra forma de movernos por el Viejo San Juan”, donde estos directivos convocan a un cambio en la transportación de la ciudad capital.

La maqueta que presenta a la isleta sanjuanera desde el Capitolio hasta la entrada del Paseo de La Princesa, con sus réplicas y estos trenes en miniatura, demuestra a una ciudad histórica cosmopolita que puede ser intervenida con un tren de riel liviano sin necesidad de complicaciones mayores que no sean resolver el agudo problema vehicular sanjuanero que día a día recibe masivamente a 27 mil visitantes.

La exhibición propone un “Tram” o tren de transportación liviana, comisionada su ilustración a la compañía SMARTT, Scale Models, Arts and Technologies, Inc. que trabajó durante seis meses en la confección de este proyecto. El proceso del diseño que tiene un peso aproximado de media tonelada incluyó fotografiar en detalle a cada edificio y cada calle del Viejo San Juan partiendo desde el Recinto Sur hasta la Bahía de San Juan.

Los diseñadores de esta firma combinaron sus fotos con imágenes de satélite para reproducir una clara silueta de la ciudad; e incluso reprodujeron constelaciones reales en el cielo de su atardecer y noche. Cada modelo arquitectónico fue cortado en planchas de acrílico a escala, como informó Carmen Lidin, vicepresidente auxiliar y gerente de la División de Relaciones públicas y Comunicaciones del BPPR, así como las cuatro plazas que se representan, las palmas y la vegetación tropical, y las réplicas que hacen de edificios históricos como el Banco Popular y El Capitolio.

La exhibición que abre el jueves 12 de abril surge para adelantar esta propuesta y que tome auge, con el objetivo de que se junten las cabezas idóneas para empezar a buscar una solución a través del riel liviano. Es por ello, que el BPPR ha invertido en la creación de esta maqueta donde no sólo visualmente el público puede apreciar los pormenores del proyecto sino que puede observar los problemas que soluciona el mismo.

“Eso aspira la exhibición, el mostrar un ‘tram’ a través de la ciudad. La realidad de esos costos, con un tren que vendría desde la parada del Tren Urbano en Sagrado Corazón, está estimado en unos $55 millones de dólares. El gobierno está explorando esta opción. Si se compara con lo que costó el Tren Urbano, lo que se quiere al igual que en Estados Unidos, es repoblar los cascos urbanos. Se están buscando alternativas costo efectivas en un consorcio entre el gobierno municipal, el estatal, el federal y la empresa privada. El costo de cada parte es mínimo si se compara con el Tren Urbano”, puntualizó Lidin.

La maqueta que es espectacular, con sus seis trenes alemanes Brawa marcando la ruta, y con efectos de sonidos y luces, cuando baja las luces se pueden observar más de cien faroles y a 45 edificios iluminados. La fibra óptica iluminada simula, a su vez, el cielo estrellado de Puerto Rico. Este tren se detiene en 16 estaciones.

“El hecho que comencemos con el tema de la peatonabilidad y el empezar a eliminar ese carro, lo que quiere estimular es que hagas las cosas en esa zona y maximices tu estancia allí. Esto es una propuesta que es de una manera, nuestra aportación a contribuir y buscar maneras de mejorar el sistema de transportación colectiva de San Juan. La idea es integrarnos a los sistemas existentes de transportación como el autobús, el tren urbano, las pisicorres y los distintos medios”, dijo Lidin.

El trayecto comienza en la estación del Tren Urbano en Sagrado Corazón, y de ahí se parte hacia Miramar con la opción de cruzar el Condado. En realidad, se está siguiendo básicamente la otrora ruta del trolley de principios de siglo pasado, recapturándose una memoria colectiva que funcionó entonces.