LA FISCALÍA objetó la pena impuesta
a Aponte Figueroa, sobre estas líneas. |
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Sentenciado a cinco años de
prisión ex líder de la UTM
1 de septiembre de 2007
Por: POR ANDREA MARTÍNEZ/El Nuevo Día
EL JUEZ FEDERAL Juan M. Pérez Giménez sentenció ayer a
cinco años de cárcel a Jorge L. Aponte Figueroa, por un fraude a
la Unión de Trabajadores de Muelles (UTM), de una pena qué podría
haber sido de más de una década.
Además, tendrá que cumplir tres años de libertad supervisada una
vez finalice su término en prisión.
Acto seguido, el fiscal federal José Ruiz objetó la sentencia y
las reducciones a la misma que dictaminó el Juez tomando en
consideración sus problemas de salud y avanzada edad.
En la sentencia, Pérez Giménez sostuvo que consideró la edad del
convicto (71 años) y que padece del corazón y sufre diabetes
neuropática, entre otras dolencias.. Aponte Figueroa escuchó la
sentencia sentado en una silla de ruedas. A su salida de la sala
del Tribunal federal en Hato Rey, los familiares de Aponte
Figueroa lloraban, le pedían la bendición y le gritaban: "Dios te
bendiga".
Durante el proceso judicial, su abogado, Edgar Vega Pabón, pidió
que se le ubique en la Institución Correccional Federal de
Florida, donde hay instalaciones hospitalarias. También solicitó
que se le asigne a un programa de rehabilitación de alcohol. Por
su parte, el fiscal Ruiz, al objetar las reducciones de sentencia,
manifestó que se reservaba el derecho de apelar el fallo, ya que,
según las guías federales, le hubiera tocado una sentencia de
cárcel de 13 años y medio.
Para el próximo viernes está pautada una vista para discutir la
confiscación de bienes que promueve Fiscalía. El ex presidente de
la UTM fue hallado culpable el pasado 2 de abril por hechos
relacionados a un esquema de malversación de fondos del plan de
salud de la UTM. En la acusación se alegaba un esquema para
desviar $10 millones del seguro médico del gremio.
Entre la evidencia presentada en el Tribunal federal había miles
de documentos que incluyen estados financieros y bancarios
relacionados con el hurto y lavado de dinero de $1.9 millones del
fondo de cuotas y de más de $8 millones del Plan de Bienestar de
los miembros del sindicato.
La acusación involucró a los líderes de la local 1740 de la UTM,
así como a seis empresarios y tres compañías. En el caso de Aponte
Figueroa, a éste se imputó dejar de reportar $1.5 millones en
cuotas de la unión y conspirar con otros individuos para desviar
fondos de retiro del gremio para su propio uso.
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