El vocalista quedó
impactado al confraternizar con los confinados de
la Unidad Penitenciaria Número 25, Lisandro Olmos,
en Buenos Aires. (Para Primera Hora / José Romero) |
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Vico C Lleva mensaje de
aliento
miércoles, 19 de diciembre de 2007
Oscar
Cacho Lemos/ Primera Hora
El vocalista quedó impactado al confraternizar con los confinados
de la Unidad Penitenciaria Número 25, Lisandro Olmos, en Buenos
Aires. (Para Primera Hora / José Romero)
Si algo le faltaba a Vico C para completar su mensaje artístico en
donde involucra permanentemente la fe cristiana, lo resolvió en su
último día libre en Argentina.
En compañía de su esposa Sonia Torres, su manager Joel Cardona, y
el integrante del coro de su banda, Nak, recorrió uno de los
barrios más humildes de la periferia de Buenos Aires, denominado
Isla Maciel.
Luego, visitó la Unidad Penitenciaria Número 25, Lisandro Olmos,
una de las de mayor población carcelaria de este país, ubicada a
60 kilómetros de la capital.
En este propósito tan terrenal como es el de llevar el Evangelio a
los que más la necesitan, “El Filósofo del Rap” hizo aquí lo que
nadie se propuso. Su presencia le dio a la gente un “ayúdame a
vivir” en nombre de Dios.
En la Isla Maciel
Apenas a unos cuantos minutos del centro de Buenos Aires, en la
Isla Maciel, se reúne una población con mayoría de habitantes de
viviendas precarias. Allí donde nunca sobra nada, donde la vida se
convierte en una lucha por “subsistir”, hizo su presencia este
artista. Tal vez un marco escénico ideal para la inspiración de
realizadores de música urbana.
Vico C fue recibido cariñosamente por los vecinos. Todos querían
tomarse fotos con él, todos le pedían autógrafos y lo invitaban a
comer. Tras caminar por angostos senderos de tierra que separan a
las casitas, se decidió por ingresar a una, primitiva por cierto,
donde fue con su íntima comitiva puertorriqueña.
El dueño de la casa le preparó unas típicas empanadas criollas, de
carne y de pollo, fritas, y se bebieron gaseosas, mientras se
hablaba del problema de las drogas, de la violencia cotidiana y de
lo bien que está trabajando la iglesia evangelista para erradicar
esos males, propio de todas las clases sociales.
A Vico C le regalaron una casaca (chaqueta) con los colores del
equipo de fútbol de la zona, el Club San Telmo, la que se llevó
muy emocionado.
Detrás de los barrotes…
La tarde estaba bien sabrosa, con sol y un clima ideal, como para
un paseo por los mejores lugares de la ciudad. Sin embargo, Vico C
señaló su deseo de cumplir con la determinación de visitar la
cárcel de Olmos, una de las de máxima seguridad del país. Allí
donde miles de presidiarios purgan sus condenas
Fue un recorrido de 60 kilómetros, hacia una localidad cercana de
la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. El
vocalista se mantuvo muy pensativo durante el viaje.
Tras arribar a la Unidad Penitenciaria, Vico C oró ante el portón
principal, donde un cartel rezaba “Unidad Penitenciaria 25- Cristo
la única Esperanza”. Fue un momento muy particular.
Su deseo era conocer el pabellón de presos que congrega a los que
mantienen la fe cristiana predicando el Evangelio.
Caminó por los pasillos ante la curiosidad de los internos, tocó
los gruesos barrotes que separan los distintos pabellones y se
sintió un ser agradecido por el momento que le iba a tocar
atravesar.
Acompañados por un pastor, Vico C, Sonia, Joel y Nak, ingresaron
en un enorme salón donde más de 400 reclusos aguardaban, para
escuchar las palabras del artista y, tal vez, algunas de sus
canciones.
El rapero recordó su paso por el presidio, alentó a los presentes
a sobrellevar el momento con el mensaje de Dios y respondió a
todas las preguntas que le hicieron.
Todos agradecieron su gesto, oraron por Vico C, por su familia y
por Puerto Rico.
Después fue una fiesta, porque entonó dos canciones, acompañándolo
una orquesta de la Unidad Penitenciaria, bailó, leyó un salmo de
la Biblia, y animó a todos para que pasen una Navidad propia de
creyentes.
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