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Por Santiago Javier
Gala
24 de junio de 2001 Desde hace décadas, Puerta de Tierra se ha
convertido para los puertorriqueños en sinónimo de caos, abandono y
obsolescencia. Tratándose más de una zona "de paso" entre la ciudad
vieja y el resto de la capital, la atravesamos sin detenernos a pensar
en la localización privilegiada que ésta posee dentro de la ciudad y su
inherente potencial de desarrollo aún no explotado. Es considerada por
algunos como una especie de antesala al recinto amurallado; la franja
donde yacen erguidos los grandes edificios cívicos del país, mientras
muchos otros parecen olvidar que esa zona también constituye el primer
ensanche planificado de nuestra ciudad donde se pueden señalar otras
obras arquitectónicas de singular importancia,
Tal es el caso del teatro que nuestra generación conoce como "El Sylvia
Rexach" en la esquina de Ponce de León y la calle Matías Ledesma. El
edificio fue diseñado y construido por el reconocido arquitecto
puertorriqueño Pedro de Castro y Besosa para la compañía Warner Martí de
Puerto Rico, durante la década de 1930, Se llegó a conocer en aquel
entonces como el "Teatro Martí". Mencionar dicha década es hacer alusión a un
período importante en nuestra historia, donde la imagen en movimiento
cobró un auge sin precedentes en el público local. Poco a poco los
pueblos de la isla fueron incorporando a sus centros el típico esquema
urbano: templo-ayuntamiento-escuela y un cine-teatro. La comunidad de
Puerta de Tierra no quedó ajena a este fenómeno- De hecho, este teatro
es el único en toda la zona.
Por otro lado, si aludimos a De Castro, no podemos pasar por alto el
estilo del edificio. El Modernismo catalán, vertiente del Resurgimiento
español, fue aplicado por el arquitecto en un brevísimo período de su
carrera -de 1926 a 1929- v son escasos los ejemplos que se conservan en
píe. Las fachadas del Sylvia Rexach hacen gala de elementos
característicos de esta Tendencia arquitectónica: arcos ojivales y
mensulados, motivos medievales, mosaicos y almenas escalonadas. Todo
ello representativo de este movimiento de vanguardia ya establecido en
España desde finales del siglo diecinueve.
Teatro Lara - 1950
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El Teatro Martí, construido por la empresa
Teatros Modernos del señor Teódulo Llamas para el Circuito de los Teatros Martí, cuyo dueño era el Sr. Rafael G. Martí, estaba equipado con los adelantos más modernos para aquella época. Inaugurado en marzo de 1937, contaba con máquinas de proyección Super-Simplex con lámparas Morelle Extra Superior, más rectificador Deforest para convertir la corriente alterna en directa, lo cual producía una iluminación uniforme y grata a la vista en la pantalla. El sistema de audio utilizaba R.C.A. High Fidelity. Al igual que en otros teatros de la Cadena Martí, para la ventilación además de la natural, se utilizaban dos turbinas "Typhoon" con capacidad para ventilar a una sala con cabida para más de 2,000 personas. Los asientos preferentes con respaldo y brazos, colocados en filas frente al escenario eran de la mejor clase fabricados por la American Seating Co. En el mismo edificio había además, otros locales para comercio con vitrinas de exhibición que daban hacia la avenida Ponce de León, un amplio local para oficina en los altos y dado que la estructura fue edificada en una pendiente, en su parte inferior quedó al nivelar, un espacio para almacén de siete mil pies cuadrados, con entrada para camiones en la calle Matías Ledesma.
Johnny Torres Rivera |
A partir de 1972, la compañía Teatro del 60
se estableció en el "Lara" y lo volvió a nombrar en honor a la
insigne compositora puertorriqueña. Por esos tiempos el escenario
del 'Sylvia Rexach" fué testigo de un sinnúmero de
representaciones dramáticas memorables como Gran Pinche, Puerto
Rico Fuá y La verdadera historia de Pedro Navaja hasta que, con El
Decamerón de Bocaccio, cerró sus puertas al público en octubre de
1986.
Desde entonces, quince años de abandono han propiciado que el
edificio se halle hoy en un estado de deterioro progresivo y no
pongo en duda la alta probabilidad de que, por ignorancia y
dejadez, sea destruido más pronto de lo que pensamos.
La ciudad de Santiago de los Caballeros en la República Dominicana
conserva impecable su Centro de Recreo, un edificio análogo en
estilo al "Sylvia Rexach" también de la mano de De Castro. Y,
mientras en muchas partes del mundo se hacen grandes esfuerzos por
encontrar en el pasado el provecho del futuro, acá nosotros
hacemos todo lo contrario: lo borramos.
Hace muy poco fuimos testigos del atropello cultural que se
cometió contra el cine "Riviera" en la calle Loíza de Santurce,
pieza arquitectónica representativa de la vertiente moderna del
Art Deco. cuya riqueza espacial y material jamás podrá ser
reemplazada por cualquier proyecto que se erija en su lugar. Son
sólo diez los cines y teatros diseñados por De Castro que se
llegaron a construir. De ellos, cuatro ya se han demolido y es muy
probable que el "Sylvia Rexach" ya esté caminando por la green
mile de la arquitectura en el olvido.
En Puerto Rico -y particularmente en una ciudad como San Juan que
crece y se desarrolla sin control- no podemos darnos el lujo de
descartar arquitectura de valor ya que no nos queda tanta como
pensamos. La realidad que hoy vive este edificio revela y refleja
nuestra particular identidad. Identidad que se define por la
dificultad en reconocer y discernir componentes culturales.
Resulta lamentable que este impedimento propicie que gran parte de
nuestro legado arquitectónico se abandone, demuela y quede en el
olvido. Y más lamentable, es vergonzoso que en Puerto Rico sea la
arquitectura -una de las bellas artes, para aquellos que no lo recuerden- la
expresión artística más susceptible a la dilapidación. Habiendo
atravesado el umbral hacia un nuevo siglo/milenio ya es tiempo de
que se comience a señalar la importancia de estos "otros"
edificios con historia y acabar de reconocer que no es únicamente
dentro de las vetustas murallas sanjuaneras donde yace la historia
que hemos forjado.
1970
Foto: Luis M.
Gallardo
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Mientras tanto, el "Lara" espera, clausurado y en silencio su
sentencia.
-Revista Domingo,-El Nuevo Día • 24 de junio de 2001
- El Mundo, 16 de marzo de 1937
-Archivo de Arquitectura y Construcción de la Universidad de
Puerto Rico, Colección Pedro A. de
Castro.
-Fotos 1950 y 1970 suministradas por Luis M. Gallardo.
-Fotos azotea , 2011, colaboración de David Rivera.
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