Las ruinas del Fortín San Antonio o cabeza de puente consistían, antes de su restauración en el 2012, del
remanente de
un parapeto, dos troneras para cañones de cara al canal de San
Antonio y una parte del muelle de la cabeza de puente. Otras
partes de la la estructura se encontraban bajo la parte más
septentrional del actual puente. Se ubica en la
intersección de el puente Guillermo Esteves y el puente Dos
Hermanos. Los segmentos visibles de la
pared se construyeron labrando in situ, las dunas de arena
cementada o eolianita, material abundante en toda la costa norte
de la Isleta. (Vega, 1997).
Concepción artística, Erick Pérez
/ Escenario
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El puente que une a la isleta de San Juan con
la isla de Puerto Rico tenía una importancia
extrema en términos defensivos. Constituía la tercera pieza
fundamental en el sistema avanzado del Este, en el que forzado su
paso, la bahía y el puerto de San Juan quedaban en peligroso
riesgo. Hasta entrado el siglo XX todo el
sector oriental conocido como la primera línea de defensa mantuvo un estricto control militar. En 1568 se construyó en madera una sección del puente
y se instaló una estructura con una
puerta. Se construyó además una caseta de vigilancia y una
guarnición fue permanente destacada.
Ataque de Sir Francis
Drake
El 22 de noviembre de
1595, 26 naves
inglesas al mando del corsario inglés Sir Francis Drake se
presentaron frente a la costa del Escambrón. Pretendía capturar un
tesoro en oro y plata almacenado en la Fortaleza de Santa
Catalina para ser enviado a España. Las defensas de el
Boquerón y las baterías del Puente del Agua
abrieron fuego contra la escuadra de Drake, cuando intentó fondear
sus naves en la entonces llamada Caleta del Cabrón. Tal acción
frustró los planes de un desembarco por el este de la Isleta,
cambiando el rumbo entonces hacia la entrada de la bahía. Los
cañones de el Morro repelieron el ataque y se desató una terrible
batalla. El ataque a la Ciudad por los ingleses resultó al final
en un rotundo fracaso.
Ataque de Cumberland
Cuando George Clifford, Conde de Cumberland atacó la ciudad
en 1598, encontró al puente del Agua preparado para la defensa,
según apunta John Layfield,
capellán y cronista de esta memorable expedición.
El paso sobre dicho puente, dice, "podía ser cerrado por una pesada
puerta, fuertemente construida, provista de un postigo que
permitía el tránsito de uno en fila. La gran puerta encajaba en
una abertura abovedada que había en un lienzo de muralla almenada
construido a la entrada del puente, del lado de la Isleta. El
tablero o piso estaba cortado en dos sitios. Defendía su acceso
por la Isleta un fortín artillado, con guarnición de cinco
españoles".
Al mando de Gaspar Troche de Guzmán y Bernabé
Serralta, 80 voluntarios puertorriqueños se unieron a las tropas
comandadas por el gobernador Antonio Mosquera, ya que la
guarnición española había sido debilitada por una epidemia de
disentería. Lograron repeler los primeros ataques, pero luego
Cumberland abatió la batería de El Boquerón y desembarcó sus
tropas que superaban en número a los defensores, quienes tuvieron
que retirarse hacia el Morro. Los ingleses sitiaron la
fortificación y obtuvieron su rendición el 31 de junio, pero se
vieron forzados a abandonar la ciudad el 24 de agosto de 1598
debido a una epidemia que se desató y causó 400 bajas en su
ejército.
En 1776 el ingeniero Tomás O'Daly , entonces director de las
fortificaciones y el ingeniero en jefe de San Juan, sustituyó el
puente fortificado sobre el Canal de San
Antonio, con una estructura nueva, y reforzada según el plan de
Juan Francisco Mestre en 1783; «Se cierren sus dos partes de
derecha á izquierda con doble estacada; y se haga un
retrincheramiento en la Gola. Ponerle hornillos para bolarle al
tiempo de ceder este puesto, lo que causaría siempre alguna
confusión al Enemigo, y nos daria mas lugar para retiramos á las
lineas que deben construirse á la espalda, y estan señaladas en el
Plano», que a su vez fue actualizada y
convertida en una cabeza de puente por el capitán de ingenieros
Ignacio Mascaró y Homar en 1796.
Ataque de Abercromby
El castillo de San Jerónimo y
esta cabeza de puente de San Antonio, fueron las defensas
principales que en abril del año 1797 cerraron
el paso al ejército sitiador de Sir Ralph Abercombry.
Los ingleses se demoraron en atacar la Ciudad
dando tiempo a que los milicianos criollos de toda la Isla
llegaran hasta San Juan para reforzar el ejército regular.
Según Pedro Tomás de Córdova, "las noticias que tenia el gobernador,
don Ramón de Castro,
le aseguraban iba á ser invadido por fuerzas
británicas que habían ya tomado la Isla de Trinidad, y como se
viese muy escaso de tropas y víveres, principió a adoptar medidas
enérgicas para en caso de que saliese cierta la noticia, y en las
obras de defensa puso el mayor cuidado. Sus obras no estaban
completadas, su guarnición veterana era escasa y reducida al
Regimiento Fijo con 933 hombres, pero la decisión por defenderse
era extrema y el entusiasmo propio de la fidelidad de los
puertorriqueños. Llego á verificarse la noticia el 17 de Abril en
que se avistó la escuadra enemiga sobre las playas de Loisa á
barlovento de la Capital, la cual fondeó inmediata á la boca de
Cangrejos, y verificó el desembarco, al amanecer del 18"
.
"El
castillo de San Jerónimo y el de la cabeza del puente, con los dos
gánguiles, hicieron fuego noche y día á las baterías enemigas, las
que contestaban aunque con menos viveza. Era incesante el trabajo
que ofrecían aquellos castillos a sus comandantes para remediar
las ruinas a que el fuego enemigo los tenía reducidos, y a pesar
de las mayores fatigas, se continuó, con actividad en las obras
del reducto, camino cubierto y espaldón de enfilada de la línea
del trincherón; se construyeron blindajes y se colocaron
oportunamente en la escuela práctica de artillería, con el fin de
poner a cubierto el depósito de pólvora del fuego que pudiera
causar alguna granada o bala incendiaria. En la parte baja del
castillo de San Jerónimo se colocaron dos cañones para impedir el
paso del Boquerón, si alguna lancha cañonera enemiga lo
intentase".
"La batería del puente de San Antonio recibió bastante deterioro
por los fuegos de 24 y 36 del enemigo. El Comandante de aquel
puesto Don Ignacio Mascaró procuró repararlo inmediatamente
con sacos y barriles de arena, aprovechándose de la noche y siendo
el primero en las faenas para más animar la tropa. El día 29, para
estorbar al enemigo el paso de sus cañoneras a la bahía por el
Boquerón en caso de abandonarse la primera línea del fuerte de San
Jerónimo y puente de San Antonio, se dispuso que el Capitán
agregado a los correos marítimos Don Mi guel Alsadegui, hiciese
esfuerzos para cegar el referido paso al caño de dicho puente, y
al efecto salió aquel en la noche antecedente con 100 trabajadores
y las correspondientes piraguas, empleándose todos en echar
sillares al agua en los parajes más oportunos hasta tanto que
recelaron ser sentidos del enemigo, lo que los obligó á retirarse,
asegurando Alsadegui quedaba muy imposibilitado el paso por aquel
sitio, puesto que á sus piraguas les costó trabajo salir de él". (Memorias
de Pedro Tomás de Córdova, 1832).
Entre
las acciones heróicas se cuentan la de los milicianos Mauricio
Rosario y Tomás Villanueva, que evitaron la explosión de granadas
lanzadas contra los parapetos de San Antonio. Los fortines
fueron prácticamente destruidos pero no derrotadas por la artillería británica. El 30 de abril de 1797
Abercromby aceptó la derrota y retiró sus tropas. Del fragor de
aquella memorable batalla afloró la conciencia colectiva del
puertorriqueño.
Levantado el sitio que puso Abercromby a la ciudad de San Juan , se reedificó el fuerte del puente de San Antonio, dándole más espesor a sus muros, aumentándole una tronera y construyendo una batería de seis cañones frente al Rodeo (Miramar) y a la izquierda de la gola otra de cuatro piezas para defender el Condado.La
reconstrucción y reforma fue ordenada por el gobernador Ramón de
Castro. El proyecto de reforma, en la que se añadió una batería de dos cañones en lo alto del Fortín San Antonio , fue esencialmente completada en 1800.
Puente Fortificado San Antonio. C. 1885.
AGPR.
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Después de su reconstrucción, era el pequeño fuerte de forma
cuadrangular, coronado por un parapeto, almenado del lado que
miraba al puente. Consistía de una superestructura abovedada con
una pesada puerta de dos metros de ancho, una batería apostada de
dos cañones encima de la superestructura a la cual se podía llegar
a través de una rampa, un ala hacia el oeste con un cañón con
escalones para los fusileros, una emplanada triangular bastante
grande, con caseta de guardia. Un muro de mampostería se extendía
hacia el norte desde el este del ala de la batería de la cabeza de
puente y una batería de cuatro cañones al este, integrada con el
resto de la pared. En su extremo sur, un muelle se integra a la
base de la fortificación. La fortificación tenía, básicamente, dos
frentes: uno hacia el este y otro hacia el norte. Su composición
geométrica responde al hecho de que la fortaleza tenía que
defender los ataques por la tierra, así como también por agua.
Plano 1909. Laurance M. Grahame, D. T. O.
P. , San Juan.
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En tiempos de paz el
emplazamiento servía como una estación de control fronterizo
urbano y para la inspección del ganado que los rancheros traían
del campo a la ciudad y el respectivo pago de impuestos. Cuenta
Lee, en su libro "An island grows", que si los caballos
tenían las patas blancas, estaban exentos de tributación.
Demolición del fortín
Tanto el puente y la cabeza de puente de San Antonio fueron
demolidos por ordenes del gobernador Antonio Dabán en 1894 para
dar paso a un puente metálico nuevo. Las dos baterías
a cada extremo sobrevivieron a la demolición, pero durante la construcción de los
nuevos puentes del siglo 20 las almenas y parapetos de la batería
del ala oeste fueron destruidas.
1995. Héctor M. Caratini. HAER, Library
of Congress
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La batería de cuatro cañones y
partes de la pared fueron derribadas durante la construcción del
Puente del Condado. Otra porción de la pared fue demolida durante
un proyecto de ensanche posterior. Quedó en pie una garita
cuadrada del siglo
19, que luego fue removida durante la década del 1960, y más tarde
sustituida con un garita cilíndrica hecha con hormigón. Esta estructura no aparece en ninguno de los planos
originales existentes.
Fuentes:
- Alejandro Infiesta, Lealtad y heroísmo de la
isla de Puerto-Rico. 1897, Puerto -
Rico, Imp. de A. Lynn é hijos de Pérez-Moris (1897).
- Hostos Adolfo de: San Juan Ciudad Murada, ,
Instituto de Cultura
Puertorriqueña, 1966.
- Fernández Méndez
Eugenio, Crónicas de
Puerto Rico, desde la conquista
hasta nuestros días (1493 1955) 2da. edición, Río Piedras, Editorial
Universitaria, 1969.
- Jorge Rodríguez, Escenario, 16 de septiembre de 2006.
- Lee, Albert E. & Son, An island grows:
memoirs of Albert E. Lee; Puerto Rico,
1873-1942, San Juan, Albert E.
Lee & Son, 1963.
- Marull, José E. Linea Avanzada, National Register
of Historic Places
Nomination, 1997.
- Pedro Tomás de Córdova, Memorias Geográficas,históricas,
económicas y
estadísticas de la isla de
Puerto Rico, Vol.III, Capítulo XXII.
- Sepúlveda Aníbal , Jorge Carbonell, San Juan Extramuros:
Iconografia para su
estudio, Centro de Investigaciones CARIMAR/ Oficina
Estatal de Preservación
historica, 1990.
- Zapatero Juan Manuel , Las fortificaciones históricas de San
Juan de Puerto
Rico, La Guerra del Caribe en el siglo XVIII, San Juan de Puerto Rico,
1964,
Pub. Instituto de Cultura Puertorriqueña.
- Puente Guillermo Esteves, Spanning San Antonio Channel; The
Historic
American Engineering Record (HAER)/ Library of Congress.
- Las Fortalezas Históricas de la Ciudad de San Juan, periódico El Mundo,
19 enero 1936, p.10
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