|
La iglesia San Agustín
en Puerta de Tierra es un magnífico ejemplo de vitrales en
iglesias en Puerto Rico. Al entrar a
su nave, destacan sobremanera 27 vitrales —ha habido más—
traídos desde Alemania a principios del siglo XX, honrando,
independientemente de su religiosidad, a este arte
decorativo antiguo, que ya había alcanzado gran perfección en
Europa hacia el siglo XII, existiendo entonces y en adelante,
obras maestras de este medio en las catedrales de Francia,
Italia, España y otros países.
"Estos vitrales fueron traídos de Alemania, por el padre Joseph
Schneider, en 1915, cuando se comenzó a construir la iglesia
aunque la parroquia data de 1889. El templo es uno de los
monumentos históricos de Puerto Rico y no sé si pretende ser
réplica del Sacre Coeur de París; pero al menos, sí la hicieron
en estilo gótico con algunas áreas de tonos neoclásicos, y
sugiriendo un aspecto neocolonial.
A partir de 1870, se empezó a construir iglesias con materiales
de carácter
imperecedero, contrario a sus orígenes que eran de madera, tapia y
paja. En
varios de estos templos, la azotea original de vigas de madera y
ladrillos han sido sustituidas en el siglo pasado por un techo
de hormigón armado. Otros rasgos de esta arquitectura religiosa
boricua se componen de una planta rectangular dividida en tres
naves por columnas o pilares; el coro sobre el área de entrada,
como en San Agustín, un ábside de planta cuadrada cubierto con
una cúpula de ladrillos; y fachada de una o dos torres.
El espacio interior de la iglesia es espectacular, dominando su
altar con
cinco vitrales en la cúpula. A vuelta redonda del templo, los
vitrales hablan de la vida de Jesucristo desde su nacimiento
hasta la resurrección, y presentan el ministerio de Jesús de
acompañamiento a su pueblo y abundante redención. En la cúpula,
el vitral central —a distancia pero directamente sobre Cristo
crucificado— es de Jesús resucitado que representa la salvación
y la redención de los pecados. A sus lados, están los vitrales
de los cuatro evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
Como gran característica de las iglesias góticas, la iglesia
sobre el coro tiene una gran ventana circular, conocida como
rosetón que, contrario al figurativismo que predomina en el
resto de los vitrales, tiene lances expresionistas y
estilizados. En su centro está el Cordero Hijo de Dios
irradiando energía a través de vidrieras en forma de rayos.
Sobre la puerta principal de la iglesia hay un vitral que
asemeja una corona de luces, y a los lados, en la entrada, están
dos rigurosos vitrales de Santa Mónica, madre de San Agustín y
del mismo patrono. Otros vitrales más pequeños adornan pequeñas
ventanas que conducen al coro y los demás que ubican en los
ventanales.
18 de diciembre, 2004 |
|