Entre los años del 1955 al 60 ocurrió un
fenómeno social nunca visto antes en el barrio. La juventud,
que hasta entonces era sumisa y solo se dedicaba a inocentes
travesuras se sublevó. En mi opinión mucho tuvo que ver las
películas que se presentaban en los teatros. Llegaron filmes de Rock'n
Roll con escenas poco edificantes, como "Rebelde Sin Causa", con James Dean
representando el papel de un delincuente juvenil. En las
pantallas de aquellos dos cines del barrio, El Eureka y el Lara,
se proyectaban las violentas escenas de la cinta más
taquillera y controversial de todas,"Semilla
de maldad" (en inglés Blackboard Jungle) protagonizada por Glenn
Ford. Fue estrenada el 25 de marzo de 1955. La película es histórica por
el efecto desencadenante que tuvo sobre la juventud. Algunos jóvenes
comenzaron a copiar toda la violencia y falta de respeto hacia
sus maestros que veían en pantalla. El comportamiento juvenil
comenzó a deteriorarse. Se formaron gangas rivales
enfrascadas en continuas peleas callejeras. Entraban en las
escuelas provocando desorden y caos. Ver
"cortos"
En las ondas radiales, en la televisión, el género musical
Rock and Roll y luego el Twist competían con el Mambo, los
merengues y las Plenas; el Slow Rock
con el Vals y los Boleros. Pocos entendían la letra de las
canciones en inglés y aún así se convertían en éxitos del
momento.
Ante esta situación tres maestras y un maestro se dieron a la
tarea de intentar salvar de lo que ya se perfilaba como un desastre a cuantos alumnos de
la escuela fuese posible; Srta. Manuela Orta (matemáticas), Sra.
López (ciencia), Sra. Rosa González Coll Vidal (español) y el Sr.
Francisco Santana
(educación física).
La Srta. Orta era la única maestra a quien todos respetaban y
temblaban ante su sola mirada. Solía decir - "El que quiera
retar mi autoridad... que se ponga los guantes conmigo". Estos
maestros eran tildados de "extravagantes" por los
otros miembros de la facultad. Notaron que a pesar de las mofas, a un grupo
de estudiantes los demás los admiraban y sentían, a su manera,
cierto grado de respeto. Fueron reclutados sin ellos saberlo
para convertirlos en modelos de la escuela dignos de ser un
ejemplo para los demás. Era necesario descubrir o promover ídolos
locales y comenzar una serie de actividades fuera del "currículo
oficial". El interés especial puesto en esos grupos
de estudiantes rindió frutos.
Al final de cada mes se hacían presentaciones en el
"salón de actos". Todos disfrutábamos de las
interpretaciones de José Luis García y Fernando Acosta tocando
guitarras. Llegaron a grabar un disco de boleros en la Caribe
Recording, que quedaba al lado de la Esc. Brumbaugh. A Pedro (Chiqui) Bermúdez
le encantaba cantar tangos. De vez en cuando Chiqui asistía a un
programa radial llamado "Tribuna del Arte". Entre los virtuosos
estaban Franklin del Toro y
su acordeón de oro, el clarinetista Juan Pablo Rosa, María Isabel Arrufat y Lilliam Olivo con
sus bailes españoles. Era para desternillarse de risa viendo a
Wilfredo García, Luis Padilla, Pedro (Peyo) Cruz y Félix Miró imitando a Los Rufinos, un cuarteto español
que andaba de gira en la TV puertorriqueña.
Dos de ellos se vestían y maquillaban de mujeres, puesto que
dos de los componentes de esta agrupación eran féminas.
Salieron hasta en televisión en un programa de noticias.
Las cualidades de liderato incipiente y habilidades
naturales de estudiantes que pertenecían a agrupaciones estudiantiles como La Cruz Roja,
Futuras Amas de Casa y Liga Atlética Policíaca fueron
fomentadas y reforzadas. La srta. Manuela Orta, fuera de su
especialidad en geometría, dedicó parte de su tiempo en lograr
disciplina, dedicación y compromiso entre los miembros de estas
entidades. Las actividades de estos grupos
salieron de la escuela y se extendieron a labores cívicas en
la comunidad. Margarito Cruz llegó a
ocupar la posición de gobernador de Puerto Rico por un día.
Elida Colón, con su serena belleza y el porte y
elegancia de María Isabel Arrufat atrajeron la atención de
representantes de WAPA TV, que para entonces tenía sus estudios
y transmisor en Puerta de Tierra. Interpretarían papeles
juveniles en un programa del Sr. Romanacce. Lamentablemente la principal
de la escuela los despachó alegando que se trataba de menores
de edad. No obstante esto sirvió para convertirlas en heroínas
y estrellas escolares. Fueron de las primeras en subir el ruedo
de sus faldas hasta la rodilla y luego usar las "can can". Todas querían imitar su forma elegante
de vestir y hasta de caminar. No obstante, la cantante Mirta
Silva se las ingenió para contratar a la juvenil Sari Rubio,
como modelo. Cecilia Seise escandalizó al barrio vistiendo
pantalones cortos.
En el '55 can can, luego el tubo y la minifalda
en 1960.
La labor del Sr. Frank Santana, maestro de educación física, rindió frutos inesperados. La
conducta y actitud de algunos de los muchachos no eran de lo
mejor que digamos. La deserción escolar aumentaba cada año. Santana confraternizó con sus estudiantes fuera de
horas laborables. Los puntos de preferidos de reunión; "Bar
Carvajal" y el "Restaurante Yapur". Logró
motivarlos de tal forma que la ejecutoria de sus atletas fue mejorando
año tras año. El día de juegos del 58 coronó todos sus
esfuerzos. En cada evento, uno tras otro, se establecieron
nuevas marcas. Juana González, Antonia Cruz, Antonia Padilla
y Julia Colón arrasaron en los eventos femeninos.
Los "estofones" de las clases fueron escogidos
para representar por primera vez a la escuela en concursos de
literatura y artes a nivel nacional. Luis Roberto Ortiz y Wifredo Lagares nos llenaron de
orgullo al obtener los primeros premios. Éste servidor, Johnny
Torres, fue seleccionado para participar en un programa de
televisión de WAPA TV llamado "Yo Me Quedo Con Rovira". Consistía de un panel
de estudiantes de escuelas públicas y privadas. Los televidentes enviaban preguntas sobre historia, ciencias, matemáticas, religión, etc., que debíamos contestar. Se le
enviaba un premio en metálico a quienes nos hicieran fallar.
Todo esto fue posible gracias a iniciativas de la Sra. Rosa Coll Vidal, fundadora del
Museo de Historia de la Central High, en Santurce. Al llegar por
vez primera a la escuela Dr. José Celso Barbosa fue víctima de mofas y burlas debido a
su frágil apariencia, corta estatura y la peculiar inflexión de
su voz. La confianza en si mísma que irradiaba frente a su
clase, su gran autoestima sin llegar al egocentrismo cambiaron
la percepción negativa inicial en una de profundo respeto.
Utilizó por cuenta propia fundamentos del método Montessori, que
lograron cambios significativos en el desempeño escolar de sus
estudiantes.
La Sra. López, la maestra de ciencias, dio todo por el
todo apoyando una idea descabellada de un alumno obsesionado con Buck Roger y los viajes espaciales. Todos consideraban a maestra
y alumno como "desajustados". Desde mucho antes de que los rusos enviara el
primer Sputnik al espacio ya estaban realizando experimentos
con cohetes desde la playa de Baja Mar, en Puerta de Tierra. En
el 1959 estuvo listo un cohete de etapas múltiples capaz de volar por
largas distancias, con una cápsula que se desprendía al final
del trayecto y bajaba a tierra en un paracaídas. El proyecto
fue presentado en ferias científicas escolares a nivel isla y
ganó premios y fama. Lamentablemente ocurrió un accidente, una
explosión en el laboratorio casero que había habilitado el
estudiante. Entonces se pusieron en
vigor leyes
prohibiendo la posesión, fabricación y transporte de
materiales explosivos y su uso sin las licencias
correspondientes. Cuando en los medios noticiosos comenzaron a
salir artículos sobre vuelos al espacio, tanto estudiantes como
los demás maestros dejaron de pensar que López "tenía un
tornillo suelto en la cabeza". ¡Y las que más prestaban atención
a sus disertaciones científicas eran las muchachas!
No todo fue un lecho de rosas. En ocasiones tuvimos que
utilizar la violencia en defensa propia. Pero de eso se encargó
un policía de nombre Inocencio que se ganó la confianza y el
respeto de la mayoría de los muchachos. Nos enseñó técnicas en el cuartel de la
Liga Atlética Policíaca para "neutralizar" atacantes sin causar
mucho daño corporal. Los deportes nos habían fortalecido de tal
forma que no era inusual observar un solo muchacho peleando
contra varios abusadores a la vez. Tuvimos una cosecha de
campeones juveniles. En boxeo, Tatito,
Moncho; un Mister Puerto Rico,
Tony; y varios
otros campeones de fisiculturismo, como Nono.
De los salones de economía
doméstica y artes industriales salieron microempresas,
que al inicio comenzaron sus operaciones en negocios caseros, formando parte de
la economía subterránea. Que más da, era forma honrada de
ganarse el sustento sin necesidad de convertirse en un criminal.
Para entonces aún no existía el programa de cupones de alimentos
del gobierno. Los jóvenes trabajaban en cualquier empleo con tal
de tener algún ingreso. Vendían periódicos, limpiaban
zapatos, vitrinas, hacían mandados, etc. Se
generalizó un estribillo un tanto vulgar que decía: En Puerta
de Tierra habrá tres P: Patos, Putas y Pillos, pero la P
de pendejos no hay. Se refería el dicho a que en una comunidad,
aun sufriendo el estigma del prejuicio, muchos de sus miembros
"echaban pa' lante y no se ñangotaban" ante la adversidad.
Si, es cierto que muchos entramos a esa escuela como
problemáticos e inadaptados. Sí, se nos ponía el mote de títeres
callejeros y plebe de caseríos. Algunos, fumadores a escondidas
de los cigarrillos "rompe pecho" Chesterfield y
a veces bebedores del Ron Palo Viejo, pero ninguno de los estudiantes
consumía drogas. A la larga nuestra escuela ,
a través de sus abnegados maestros nos transformó a todos.
Ellos y ellas comenzaron a modificar el enfoque didáctico tradicional.
Mostraban expectativas positivas para con sus estudiantes.
Aquellos, que tuvieron que impartir clases en salones atestados con
más de 40 alumnos, lograron mantener el control y el orden. Desde el séptimo grado
hasta el cuarto año todos se identificaron con esos
grupos y estudiantes antes mencionados y nació un orgullo hacia ellos
mismos y su escuela. El esmero en obtener reconocimiento aunque
solo fuese en su salón particular era evidente. Aquel ambiente
de mutuo respeto fue el
comienzo de muchas carreras: abogados, RamónIturbe, Rubén Bermúdez;ingenieros,
Luis Padilla; maestras, Carmen L. Ríos;religiosos, Víctor
Laguna, Sandra Torres; militares,
Margarito Cruz, Luis M. y Orlando Gallardo;
Élida Colón, estilista; artistas, profesionales, etc..
¡Ah! Y la esmerada planificación del baile de graduación, el
mentado "senior prom". Levantar fondos para su
celebración en un local comercial era todo un ejercicio de
empresarismo. Ventas por los salones de refrescos, aperitivos y
bizcochos confeccionados en la clase de economía doméstica;
sorteos, subastas, rifas y la meticulosa organización de
bailes que celebraba la clase graduanda de cada año.
Atrás quedó la marginación y la mala fama. El nombre de la
escuela comenzó a aparecer en los titulares de la prensa, en los
cortos de cine de la Viguie Films y los noticieros de la TV. Que mucho se logró...y sin los recursos ni la
tecnología actual. 1955-1960, la época de oro de la escuela
José Celso Barbosa.
Aquellos maestros se retiraron, les llegó su jubilación o el
final de sus vidas, y su
labor y grandeza quedó en el olvido: Señoras Antonia
Valcárcel, Manuela Orta, Marta Barros, Rosa G. Coll Vidal,
Benigda García, Raquel Guilot; Sra. López, Sra. Alcaráz; Sra.
Cámara, Sra. Mora, Sra. Mújica, Sra. Catarineau, Sra. Barreto,
Srta. Álida Calderón, Srta. María M. Rosario; Sr. Francisco
Santana, Sr. Miguel A. Suárez, Sr. Rufus Prince...Ahora son otros tiempos...
Colaboraciones: Anuario 1957, Aurora Rodríguez; Anuario 1958, Luis M. Gallardo, álbumpersonal de J. Torres
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o información de otras clases graduandas del pasado o
presente?
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o a: topagjt@gmail.com